Entretenimiento
Presentan ''El imaginario mundo del doctor Parnassus''
La trama viaja entre la ficción y la comedia, representando el trabajo final en la pantalla grande de Heath Ledger
doctor Parnassus sabía que entre manos tendría un proyecto de gran calibre y complejo que no sería fácil llevar adelante. La trama relata las peculiares aventuras de Doctor Parnassus, el líder de una legendaria y bizarra compañía teatral con los mejores actores jamás vistos... y con mil años de existencia.
Pero Parnassus no logró la longevidad ni el éxito nada más porque sí. El secreto detrás de esto está en un pacto que hizo con el mismísimo Diablo, quien a cambio, quiere el mayor tesoro de Parnassus, su hija Valentina.
La historia, que explora los recovecos que tiene el arte, la mentira y el amor presenta un elenco donde brillan nombres como los de Christopher Plummer (Parnassus), Tom Wait (El Diablo), Lily Cole (Valentina) y Heath Ledger como Tony, un estafador y camaleónico hombre que acepta ayudar al doctor en el rescate de su hija.
El problema para Terry Gilliam vino justo a la mitad del rodaje, tras la repentina muerte de Heath Ledger, que puso en peligro la viabilidad del proyecto.
Entre amigos
La muerte de Heath Ledger fue un manotazo que cimbró Hollywood en general y puso a temblar en lo particular a la producción de El imaginario mundo del doctor Parnassus. ¿Cómo proseguir con el rodaje si uno de los actores principales falleció? Ante la disyuntiva, Terry Gilliam encontró la respuesta en los amigos de Heath Ledger quienes se ofrecieron para entrar de emergencia al proyecto: Jhonny Depp, Colin Farrell y Jude Law.
Aprovechando las cualidades camaleónicas del personaje, Depp, Law y Farrell encarnaron a Tony en las escenas que Ledger no había alcanzado a rodar, aprovechando la atmósfera onírica y fantasiosa que propone la película.
De repente, el elenco se vio alimentado con un enorme talento, algo que el propio director, Terry Gilliam, agradece hasta el infinito. “Todos nos quedaremos con la duda de cómo es que Heath pensaba desarrollar el papel de Tony. Me queda claro por lo que hablamos que lo llevaría por caminos increíbles una vez que Tony emprendiera con Parnassus la búsqueda de Valentina. Cuando entraron Jhonny, Colin y Jude, ellos le proporcionaron al papel un toque increíble, que te deja esperando más y más de él. Y creo que eso también hubiera sucedido si Heath hubiera podido concluir su participación”.
Otra de las anécdotas dentro de la cinta se encuentra en los créditos. Y es que en lugar de aparecer la tradicional frase “Una película de Terry Gilliam”, el director colocó el texto “Una película de Heath Ledger y sus amigos”, un tributo generoso para el actor.
Un tesoro oculto
A pesar del interés que despertó la cinta entre el público y la crítica durante su estreno el año pasado en Estados Unidos, fueron varios quienes criticaron la decisión de Terry Gilliam de terminar la película “a toda costa” e incluso planear substituir digitalmente a Heath Ledger. El director se defiende y asegura que “hubo un momento, prolongado, donde nos detuvimos y no sabíamos que hacer con lo que llevábamos rodado. Entonces llegó la llamada de Jhonny Depp, quien estaba muy apenado por la muerte de Heath. Le comenté acerca de la película y se ofreció a ayudarme, porque es un actor de un enorme corazón y un gran compromiso, que no vio en esto un asunto laboral, sino personal. Al otro día no estaba sólo él, sino que llegaron Jude (Law) y Colin (Farrell)”.
“Aun con ellos, fue una decisión complicada -prosigue el director- porque era obvio que el fallecimiento de Heath estaba tocando muchas fibras sensibles en el medio. Pero entonces, cuando comenzamos el proceso de edición y vimos la actuación vibrante y llena de pasión (de Ledger) entendimos que la verdadera desgracia sería dejar ese tesoro artístico oculto. Estoy seguro que Heath no estaba haciendo ese trabajo tan fantástico para que quedara enlatado y olvidado”.
Nominada a dos premios Oscar, la película se estrena este viernes en la cartelera mexicana y despliega por última vez el talento de uno de los actores más talentosos que la época contemporánea ha dado. Cabe destacar que los amigos de Ledger, quienes rescataron el proyecto, renunciaron a cualquier ganancia por participar a la película y donaron todo lo que les correspondía a Matilda, la pequeña hija de Heath.
Terry Gilliam
Acostumbrado a los problemas
Sí el rodaje de El imaginario mundo del doctor Parnassus estuvo lleno de anécdotas fuera delo común, Terry Gilliam puede presumir haber intentado dirigir una película todavía más difícil: The man who killed Don Quixote.
La cinta tuvo problemas desde la elección del elenco, que tardó dos años en realizarse y se completó en el año 2000. Varios actores sonaron para el papel de Don Quijote, hasta que el papel recayó en las manos del actor francés Jean Rochefort, quien tuvo que aprender inglés a marchas forzadas, pues la cinta sería en ese idioma.
El segundo problema vino en la misma locación. El rodaje de la película se llevó al Norte de la ciudad de Madrid, España, cerca de una base militar repleta de jets y naves de combate, que surcaron el cielo una y otra vez, arruinando varias escenas y saturando el audio. Luego, una tromba repentina inundó los sets al aire libre y dañó parte del equipo de grabación.
Para colmo, además de no hablar inglés, Rochefort no sabía montar a caballo. Temblaba cuando estaba sobre el equino y subir y bajar de él era una proeza tan grande, que se lastimó la columna.
El actor estuvo en recuperación siete meses, tras los cuales, a Gilliam le quedó claro que la película jamás sería viable con ese elenco y esa locación. “Simplemente el destino no quiere que la hagamos”, dijo en aquel entonces.
Una década después de su primer intento, el director ha anunciado que volverá a emprender su proyecto quijotesco en 2011.
GUADALAJARA, JALISCO (13/MAY/2010).- Cuando Terry Gilliam aceptó dirigir El imaginario mundo del
Pero Parnassus no logró la longevidad ni el éxito nada más porque sí. El secreto detrás de esto está en un pacto que hizo con el mismísimo Diablo, quien a cambio, quiere el mayor tesoro de Parnassus, su hija Valentina.
La historia, que explora los recovecos que tiene el arte, la mentira y el amor presenta un elenco donde brillan nombres como los de Christopher Plummer (Parnassus), Tom Wait (El Diablo), Lily Cole (Valentina) y Heath Ledger como Tony, un estafador y camaleónico hombre que acepta ayudar al doctor en el rescate de su hija.
El problema para Terry Gilliam vino justo a la mitad del rodaje, tras la repentina muerte de Heath Ledger, que puso en peligro la viabilidad del proyecto.
Entre amigos
La muerte de Heath Ledger fue un manotazo que cimbró Hollywood en general y puso a temblar en lo particular a la producción de El imaginario mundo del doctor Parnassus. ¿Cómo proseguir con el rodaje si uno de los actores principales falleció? Ante la disyuntiva, Terry Gilliam encontró la respuesta en los amigos de Heath Ledger quienes se ofrecieron para entrar de emergencia al proyecto: Jhonny Depp, Colin Farrell y Jude Law.
Aprovechando las cualidades camaleónicas del personaje, Depp, Law y Farrell encarnaron a Tony en las escenas que Ledger no había alcanzado a rodar, aprovechando la atmósfera onírica y fantasiosa que propone la película.
De repente, el elenco se vio alimentado con un enorme talento, algo que el propio director, Terry Gilliam, agradece hasta el infinito. “Todos nos quedaremos con la duda de cómo es que Heath pensaba desarrollar el papel de Tony. Me queda claro por lo que hablamos que lo llevaría por caminos increíbles una vez que Tony emprendiera con Parnassus la búsqueda de Valentina. Cuando entraron Jhonny, Colin y Jude, ellos le proporcionaron al papel un toque increíble, que te deja esperando más y más de él. Y creo que eso también hubiera sucedido si Heath hubiera podido concluir su participación”.
Otra de las anécdotas dentro de la cinta se encuentra en los créditos. Y es que en lugar de aparecer la tradicional frase “Una película de Terry Gilliam”, el director colocó el texto “Una película de Heath Ledger y sus amigos”, un tributo generoso para el actor.
Un tesoro oculto
A pesar del interés que despertó la cinta entre el público y la crítica durante su estreno el año pasado en Estados Unidos, fueron varios quienes criticaron la decisión de Terry Gilliam de terminar la película “a toda costa” e incluso planear substituir digitalmente a Heath Ledger. El director se defiende y asegura que “hubo un momento, prolongado, donde nos detuvimos y no sabíamos que hacer con lo que llevábamos rodado. Entonces llegó la llamada de Jhonny Depp, quien estaba muy apenado por la muerte de Heath. Le comenté acerca de la película y se ofreció a ayudarme, porque es un actor de un enorme corazón y un gran compromiso, que no vio en esto un asunto laboral, sino personal. Al otro día no estaba sólo él, sino que llegaron Jude (Law) y Colin (Farrell)”.
“Aun con ellos, fue una decisión complicada -prosigue el director- porque era obvio que el fallecimiento de Heath estaba tocando muchas fibras sensibles en el medio. Pero entonces, cuando comenzamos el proceso de edición y vimos la actuación vibrante y llena de pasión (de Ledger) entendimos que la verdadera desgracia sería dejar ese tesoro artístico oculto. Estoy seguro que Heath no estaba haciendo ese trabajo tan fantástico para que quedara enlatado y olvidado”.
Nominada a dos premios Oscar, la película se estrena este viernes en la cartelera mexicana y despliega por última vez el talento de uno de los actores más talentosos que la época contemporánea ha dado. Cabe destacar que los amigos de Ledger, quienes rescataron el proyecto, renunciaron a cualquier ganancia por participar a la película y donaron todo lo que les correspondía a Matilda, la pequeña hija de Heath.
Terry Gilliam
Acostumbrado a los problemas
Sí el rodaje de El imaginario mundo del doctor Parnassus estuvo lleno de anécdotas fuera delo común, Terry Gilliam puede presumir haber intentado dirigir una película todavía más difícil: The man who killed Don Quixote.
La cinta tuvo problemas desde la elección del elenco, que tardó dos años en realizarse y se completó en el año 2000. Varios actores sonaron para el papel de Don Quijote, hasta que el papel recayó en las manos del actor francés Jean Rochefort, quien tuvo que aprender inglés a marchas forzadas, pues la cinta sería en ese idioma.
El segundo problema vino en la misma locación. El rodaje de la película se llevó al Norte de la ciudad de Madrid, España, cerca de una base militar repleta de jets y naves de combate, que surcaron el cielo una y otra vez, arruinando varias escenas y saturando el audio. Luego, una tromba repentina inundó los sets al aire libre y dañó parte del equipo de grabación.
Para colmo, además de no hablar inglés, Rochefort no sabía montar a caballo. Temblaba cuando estaba sobre el equino y subir y bajar de él era una proeza tan grande, que se lastimó la columna.
El actor estuvo en recuperación siete meses, tras los cuales, a Gilliam le quedó claro que la película jamás sería viable con ese elenco y esa locación. “Simplemente el destino no quiere que la hagamos”, dijo en aquel entonces.
Una década después de su primer intento, el director ha anunciado que volverá a emprender su proyecto quijotesco en 2011.
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