Entretenimiento
Placebo regresa lleno de paz
El trío se sube los escenarios de nueva cuenta con una actitud y sonido distintos gracias al disco Battle for the Sun
Placebo, que publica el lunes de la próxima semana Battle for the Sun tras haber atravesado un período de turbulencias, con el despido de su ex batería y la ruptura de su contrato con el sello
EMI.
“Nos sentimos libres haciendo este álbum”, dice el músico. “Lo grabamos en Toronto (Canadá), con un nuevo batería de 21 años, a tres mil kilómetros de nuestra oficina de gestión, sin sello discográfico y por lo tanto sin nadie que metiera su nariz en la cosa”.
“Tuvimos la impresión de hacer el disco que siempre habíamos querido hacer, cuando antes había obstáculos, los productores, el ex batería y también cuestiones de estilo de vida”, señala el cantante de ascendencia británica y estadounidense, uno de los miembros fundadores de Placebo junto con el bajo sueco Stefan Olsdal.
Según sus propias declaraciones, el trío estuvo a punto de desintegrarse después de la gira que siguió a su disco precedente, Meds (2006), a raíz de desacuerdos con el batería inglés Steve Hewitt. Tensiones que reflejaban un fin de ciclo de Placebo, conjunto que ha vendido más de diez millones de discos en el mundo.
“Cuanto más se agrandaba el grupo, más se dislocaba por dentro. Nos hablábamos cada vez menos, habíamos perdido la fraternidad de ser un clan unido contra el mundo entero. Era deprimente, la música había pasado a ser sólo un trabajo. Éramos más una marca que un conjunto de música”, recuerda Molko.
El y Olsdal decidieron entonces reemplazar a Hewitt, batería del grupo desde 1996, por el joven norteamericano Steve Forrest. “Fue triste, fue una decisión difícil, pero necesaria para que el conjunto sobreviviera”, estima Molko.
“Fue un divorcio de prioridades: para Stefan y para mí, el grupo era lo más importante, pero para el batería lo importante era lo que ocurría fuera del escenario. Stefan y yo tenemos una relación única: creamos el grupo en 1994 y Placebo no existe sin mí ni sin él”, explica el músico.
Pila recargada
El entusiasmo recuperado es transmitido por Battle For The Sun (Batalla por el sol), un título más que apropiado para el disco de Placebo. “El álbum precedente era muy claustrofóbico, de atmósfera sofocante, con poca esperanza. Esta vez teníamos ganas de más color, de un tono más positivo. Este álbum sólo podía hacerse en este momento de nuestra carrera y de nuestras vidas personales” recalca Molko.
Adepto desde sus comienzos de un rock sombrío, Placebo toma en su sexto álbum direcciones musicales inéditas, utilizando, por ejemplo, los cobres, como en su última canción, Kings Of Medicine.
“La gente no lo sabe, pero Stef y yo estamos obsesionados por los Beatles. En esa canción quisimos algo de tipo All you need is love”, dice sonriendo Molko, que considera “fantástico hacer cosas sorprendentes después de 15 años de escritura”.
Terminado su contrato con EMI, Placebo optó por un financiamiento propio de su nuevo disco y la posterior firma de contratos de distribución con sellos independientes. “Queríamos tener más control sobre el lanzamiento de nuestros discos que lo que permite un gran sello”, afirma el cantante.
El conjunto actuará el lunes en el mítico teatro musical parisino L'Olympia, iniciando con éste una serie de conciertos en Europa.
La frase:
“Tuvimos la impresión de hacer el disco que siempre habíamos querido hacer, cuando antes había obstáculos, los productores, el ex batería y también cuestiones de estilo de vida”
Brian Molko, vocalista de Placebo
TORONTO, CANADÁ.- “Este nuevo álbum es un retorno a la despreocupación”, afirma Brian Molko, cantante del conjunto
“Nos sentimos libres haciendo este álbum”, dice el músico. “Lo grabamos en Toronto (Canadá), con un nuevo batería de 21 años, a tres mil kilómetros de nuestra oficina de gestión, sin sello discográfico y por lo tanto sin nadie que metiera su nariz en la cosa”.
“Tuvimos la impresión de hacer el disco que siempre habíamos querido hacer, cuando antes había obstáculos, los productores, el ex batería y también cuestiones de estilo de vida”, señala el cantante de ascendencia británica y estadounidense, uno de los miembros fundadores de Placebo junto con el bajo sueco Stefan Olsdal.
Según sus propias declaraciones, el trío estuvo a punto de desintegrarse después de la gira que siguió a su disco precedente, Meds (2006), a raíz de desacuerdos con el batería inglés Steve Hewitt. Tensiones que reflejaban un fin de ciclo de Placebo, conjunto que ha vendido más de diez millones de discos en el mundo.
“Cuanto más se agrandaba el grupo, más se dislocaba por dentro. Nos hablábamos cada vez menos, habíamos perdido la fraternidad de ser un clan unido contra el mundo entero. Era deprimente, la música había pasado a ser sólo un trabajo. Éramos más una marca que un conjunto de música”, recuerda Molko.
El y Olsdal decidieron entonces reemplazar a Hewitt, batería del grupo desde 1996, por el joven norteamericano Steve Forrest. “Fue triste, fue una decisión difícil, pero necesaria para que el conjunto sobreviviera”, estima Molko.
“Fue un divorcio de prioridades: para Stefan y para mí, el grupo era lo más importante, pero para el batería lo importante era lo que ocurría fuera del escenario. Stefan y yo tenemos una relación única: creamos el grupo en 1994 y Placebo no existe sin mí ni sin él”, explica el músico.
Pila recargada
El entusiasmo recuperado es transmitido por Battle For The Sun (Batalla por el sol), un título más que apropiado para el disco de Placebo. “El álbum precedente era muy claustrofóbico, de atmósfera sofocante, con poca esperanza. Esta vez teníamos ganas de más color, de un tono más positivo. Este álbum sólo podía hacerse en este momento de nuestra carrera y de nuestras vidas personales” recalca Molko.
Adepto desde sus comienzos de un rock sombrío, Placebo toma en su sexto álbum direcciones musicales inéditas, utilizando, por ejemplo, los cobres, como en su última canción, Kings Of Medicine.
“La gente no lo sabe, pero Stef y yo estamos obsesionados por los Beatles. En esa canción quisimos algo de tipo All you need is love”, dice sonriendo Molko, que considera “fantástico hacer cosas sorprendentes después de 15 años de escritura”.
Terminado su contrato con EMI, Placebo optó por un financiamiento propio de su nuevo disco y la posterior firma de contratos de distribución con sellos independientes. “Queríamos tener más control sobre el lanzamiento de nuestros discos que lo que permite un gran sello”, afirma el cantante.
El conjunto actuará el lunes en el mítico teatro musical parisino L'Olympia, iniciando con éste una serie de conciertos en Europa.
La frase:
“Tuvimos la impresión de hacer el disco que siempre habíamos querido hacer, cuando antes había obstáculos, los productores, el ex batería y también cuestiones de estilo de vida”
Brian Molko, vocalista de Placebo
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