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Pinceladas en el celuloide

Detrás de las maravillas plasmadas en los lienzos se encuentran las historias de los pintores, muchas de ellas han sido reflejadas en el cine

GUADALAJARA, JALISCO (02/JUL/2015).- Misteriosos, exóticos, románticos y hasta locos, son algunos de los adjetivos que envuelven a los grandes artistas plásticos de la historia. Pintores que hicieron de su talento un lenguaje silencioso pero bastante colorido. Capaces de crear mundos surrealistas a través del pincel, reyes absolutos de una mirada que no teme traducir sentimientos y fobias mediante el uso de las acuarelas.

El Séptimo Arte no ha dudado en rendir homenaje a los grandes magos del lienzo con películas que intentan desmenuzar los orígenes de su creatividad, de entender la belleza y las musas que los guiaron a la perfección, de los desafíos que enfrentaron hasta llegar a las prestigiadas galerías internacionales y de su nacimiento como padres de una corriente artística como el paisajismo, el retrato, autoretrato y el desnudo, por ejemplo.

Dones y maldiciones

Algunos filmes consiguieron transformarse en éxitos de taquilla, otros en ser un culto entre los aficionados de la pintura, y unos más desataron polémica ante la mezcla de ficción y realidad sobre la vida de sus protagonistas.

“El misterio de Picasso” es uno de los trabajos audiovisuales que marcaron el inicio de la filmación de los grandes creadores. El realizador francés Henri-Georges Clouzot logró adentrase en 1956 no sólo al estudio del pintor español, sino trabajar directamente con él en el rodaje del documental que muestra el momento exacto en el que Picasso da vida a los lienzos y de cómo destruye con sus propias manos las obras ejecutadas.

Otra película imprescindible en este recorrido pictórico es “El loco del pelo rojo” ("Lust for life"), que bajo la dirección del estadounidense Vincente Minnelli, exhibe una pulcra adaptación biográfica de Vincent Van Gogh, el pintor de origen neerlandés que cautivó al mundo artístico con un estilo enfocado al impresionismo, y que en su extremada sensibilidad se cortó una parte de la oreja izquierda, tras un supuesto altercado con su colega, el también polémico pintor francés Paul Gauguin.

Tampoco se puede omitir “Basquiat”, película de 1997 basada en la vida del artista afroamericano Jean-Michel Basquiat, que abogó por un estilo postmodernista y neoexpresionista hasta lograr el reconocimiento internacional. El filme dirigido por Julian Schnabel —ganador de un Globo de Oro por “La escafandra y la mariposa”— llevó a la pantalla grande la amistad y compañerismo que enlazó con Jean-Michel Basquiat, contando de primera voz los prejuicios artísticos de su amigo, su estrellato y decadencia a causa de los excesos y el apoyo incondicional que recibió por parte de Andy Warhol.

Visión internacional

México también ha mostrado su vena artística a través de “Frida”, largometraje protagonizado por Salma Hayek en el que se revela la madurez pictórica de Frida Kahlo, su inseparable y tormentosa relación con el muralista mexicano Diego Rivera (Alfred Molina), el accidente automovilístico que la postró en cama y explotó su ingenio ante los pinceles. El filme de 2002, dirigido por Julie Taymor ("Across the Universe"), logró el Oscar por Mejor Banda Sonora y Mejor Maquillaje, además de cuatro nominaciones más.

Las opciones para adentrarse al mundo de la plástica son muchas y demás películas como “Rembrandt”, “Pollock: la vida de un creador”, “El Greco”, “Los fantasmas de Goya”, “Sin límites”, “El tormento y el éxtasis”, “Frida: naturaleza viva”, “La pasión de Camille Claudel”, “Carrington” y “Yo disparé a Andy Warhol”, entre otros ejemplos de las pinceladas llevadas al lienzo del Séptimo Arte.

El arte como trofeo de guerra

La vida de María Altmann (Helen Mirren) tiene dos componentes principales: La guerra y el arte. Es la vida de una mujer cuya existencia en raras ocasiones ha conocido momentos de paz, como queda retratado en la cinta “La dama de oro”, que se estrena este fin de semana en la cartelera tapatía.

La juventud de María transcurrió en una Viena ocupada por las tropas nazis en plena II Guerra Mundial, una ciudad de la que tuvo que huir por ser judía. El problema es que lo dejó todo atrás, incluyendo las propiedades de su familia, entre las que figuraban una enorme colección de arte, que incluía el célebre “Retrato de Adele Bloch-Bauer I”, de Gustav Klimt.

Sesenta años después, Altmann regresa para recuperar el cuadro, y no lo hace sola, pues está acompañada del joven abogado Randy Schoenberg (Ryan Reynolds), quien le ayudará en esta lucha ante el gobierno austriaco y la Corte Suprema de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, Maria deberá enfrentarse a las terribles verdades de su pasado.

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