Entretenimiento
Penélope Cruz no pierde la emoción
Después de presentar en Cannes la cinta Los abrazos rotos, la actriz expresa cómo los nervios son parte vital de su proceso creativo
CANNES, FRANCIÁ.- La estrella española dice que, pese a haber ganado un
Oscar y el aplauso de la crítica por actuaciones tanto en español como en inglés, siempre se pone ansiosa en el set. “Cada vez que hago una película me siento insegura, y siento miedo, y eso es parte del modo en que trabajo”, dijo
Penélope Cruz, quien da vida a una actriz atrapada entre su amante, un director de cine y un empresario rico y despiadado en la cinta de
Pedro Almodóvar Los abrazos rotos, que compite por la Palma de Oro en el
festival de Cannes.
“Si un día estoy en el set y me siento demasiado segura, eso realmente me asustaría”. Esos nervios para nada trascendieron al filme, una colorida mezcla de romance, melodrama y humor. Cruz luce radiante, y Almodóvar la modela en homenajes visuales a Audrey Hepburn, Marilyn Monroe y otras estrellas del cine clásico. También aparece en una divertidísima película dentro de la película, una comedia que recuerda a la cinta de Almodóvar de 1988 Mujeres al borde de un ataque de nervios.
Cruz, de 35 años, quien este año ganó el Oscar a la Mejor actriz de reparto por su trabajo en la cinta de Woody Allen Vicky Cristina Barcelona, dijo haber encontrado la comedia en Los abrazos rotos más difícil que el drama. “Es un tono muy delicado y sutil, especialmente con Pedro. Él es como un director de orquesta: muy, muy preciso”.
La cinta es su cuarta colaboración con el realizador español, que primero le dio el papel de una prostituta en Carne trémula (1997) y luego el de una monja embarazada en Todo sobre mi madre (1999) y el de una cocinera volátil y apasionada en Volver (2006).
La admiración es mutua
Cruz se ha convertido en una especie de musa para Almodóvar, a quien conoció cuando tenía 17 años. “El modo en que filma y las ideas que tiene, me enloquecen. Cuando él llega al set con la noticia de cómo todo se rodará cada día, siempre es tan inesperado, tan interesante. Es casi como si la película se convirtiese en una entidad misma y le habla. Pienso que en ese sentido él no tiene ego, y realmente respeto eso”.
Almodóvar incluye a Cruz en el grupo de actores con los que trabaja una y otra vez, actores “que son viscerales, que son sinceros”. “Quiero que estén en profundo contacto con sus emociones, sin nada de por medio, sin prejuicios'“, dijo el cineasta.
Por otra parte ha comparado a Cruz con el icono del Séptimo arte Sophia Loren. “Ese es un cumplido demasiado grande”, dijo la actriz española, quien recientemente terminó de rodar con Loren la adaptación cinematográfica del musical Nine, de Rob Marshall, basado en 8 1/2 de Federico Fellini y que se estrena en noviembre.
“La adoro”, dijo Cruz de la leyenda italiana. “Es una mujer increíble, y ha sido muy buena conmigo”. Cruz relató que el reparto de Nine, que también incluye a los ganadores del Oscar Nicole Kidman, Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard y Judi Dench, pasó meses practicando los bailes y las canciones del filme.
La traicionan los nervios
Los nervios de Cruz alcanzaron proporciones épicas cuando tuvo que grabar una canción en los estudios Abbey Road de Londres, donde los Beatles una vez hicieron música. “Te sientes muy vulnerable, porque no puedes esconder nada. Pero fue muy divertido. Una vez que estás ahí y empiezas a cantar y todo empieza a salir bien, si puedes realmente vivir el momento y disfrutarlo, es una experiencia increíble”.
“Si un día estoy en el set y me siento demasiado segura, eso realmente me asustaría”. Esos nervios para nada trascendieron al filme, una colorida mezcla de romance, melodrama y humor. Cruz luce radiante, y Almodóvar la modela en homenajes visuales a Audrey Hepburn, Marilyn Monroe y otras estrellas del cine clásico. También aparece en una divertidísima película dentro de la película, una comedia que recuerda a la cinta de Almodóvar de 1988 Mujeres al borde de un ataque de nervios.
Cruz, de 35 años, quien este año ganó el Oscar a la Mejor actriz de reparto por su trabajo en la cinta de Woody Allen Vicky Cristina Barcelona, dijo haber encontrado la comedia en Los abrazos rotos más difícil que el drama. “Es un tono muy delicado y sutil, especialmente con Pedro. Él es como un director de orquesta: muy, muy preciso”.
La cinta es su cuarta colaboración con el realizador español, que primero le dio el papel de una prostituta en Carne trémula (1997) y luego el de una monja embarazada en Todo sobre mi madre (1999) y el de una cocinera volátil y apasionada en Volver (2006).
La admiración es mutua
Cruz se ha convertido en una especie de musa para Almodóvar, a quien conoció cuando tenía 17 años. “El modo en que filma y las ideas que tiene, me enloquecen. Cuando él llega al set con la noticia de cómo todo se rodará cada día, siempre es tan inesperado, tan interesante. Es casi como si la película se convirtiese en una entidad misma y le habla. Pienso que en ese sentido él no tiene ego, y realmente respeto eso”.
Almodóvar incluye a Cruz en el grupo de actores con los que trabaja una y otra vez, actores “que son viscerales, que son sinceros”. “Quiero que estén en profundo contacto con sus emociones, sin nada de por medio, sin prejuicios'“, dijo el cineasta.
Por otra parte ha comparado a Cruz con el icono del Séptimo arte Sophia Loren. “Ese es un cumplido demasiado grande”, dijo la actriz española, quien recientemente terminó de rodar con Loren la adaptación cinematográfica del musical Nine, de Rob Marshall, basado en 8 1/2 de Federico Fellini y que se estrena en noviembre.
“La adoro”, dijo Cruz de la leyenda italiana. “Es una mujer increíble, y ha sido muy buena conmigo”. Cruz relató que el reparto de Nine, que también incluye a los ganadores del Oscar Nicole Kidman, Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard y Judi Dench, pasó meses practicando los bailes y las canciones del filme.
La traicionan los nervios
Los nervios de Cruz alcanzaron proporciones épicas cuando tuvo que grabar una canción en los estudios Abbey Road de Londres, donde los Beatles una vez hicieron música. “Te sientes muy vulnerable, porque no puedes esconder nada. Pero fue muy divertido. Una vez que estás ahí y empiezas a cantar y todo empieza a salir bien, si puedes realmente vivir el momento y disfrutarlo, es una experiencia increíble”.
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