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Peligran lenguas indígenas del Estado de México

Enfrentan grupos étnicos de ese estado problemas, como la discriminación y la falta de hablantes, que ponen en riesgo su cultura

MÉXICO.- Debido al crecimiento poblacional y a la dinámica social, los grupos indígenas tlahuica, matlazinca, nahua, otomí y mazahua asentados en el estado de México enfrentan problemas diversos que ponen en riesgo sus lenguas y culturas.

Por ejemplo, en 2000 el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) señaló que en el estado de México quedaban sólo 515 personas hablantes de la lengua tlahuica, en tanto que de la matlazinca unicamente fueron ubicados 649 hablantes.

La Secretaría de Desarrollo Social de la entidad indicó que actualmente en el territorio estatal están ubicados unos 340 mil indígenas, de los cuales un importante número proviene de otras entidades del país como Oaxaca, Michoacán y Veracruz.

El Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas del Estado de México (Cedipiem) informó que casi 50 por ciento de los indígenas de la entidad son originarios de los pueblos otomí, mazahua, tlahuica, nahua y matlazincas, a los que se han sumado zapotecos, mixes, mixtecos, chamulas y tarascos, entre otros.

La secretaria técnica del Consejo Estatal de Población (Coespo), María Cristina Moctezuma Lule, dijo que en 886 comunidades de 46 de los 125 municipios del estado de México hay presencia étnica, y la mayoría vive en alta o muy alta marginación.

Moctezuma Lule expuso en entrevista que a los municipios de las zonas norte y sur de la entidad, en donde habita un gran número de indígenas, se suman los municipios del oriente del estado, como Valle de Chalco, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ecatepec, Coacalco, Tultepec y Tultitlán, en donde hay mayor presencia de indígenas migrantes.

El visitador adjunto de la Región 2 Atlacomulco de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Jesús Alberto de la Fuente Pérez, alertó sobre la disminución de la población indígena mexiquense.

"Cada día hay menos indígenas, y etnias como la tlahuica y la matlazinca han disminuido de manera drástica su población en los últimos años, lo cual implica que poco a poco han comenzado a desaparecer las áreas dialectales en el estado de México".

Lamentó que en pleno siglo XXI la discriminación y la marginación flagelen a las cinco etnias de la entidad. De la Fuente Pérez acusó que las comunidades indígenas son un "botín político", ya que sólo en época de elecciones se les toma en cuenta.

En entrevista, explicó que después de tantos programas sociales en algunas comunidades indígenas de la zona norte del estado, como en San Felipe del Progreso, el servicio de salud se limita sólo al cuadro básico de medicamentos.

Por su parte el secretario de Desarrollo Social en la entidad, Ernesto Nemer Alvarez, precisó que en el territorio mexiquense hay unos 340 mil indígenas, de los cuales casi 227 mil son originarios del estado de México y el resto proviene de otras entidades del país.

Contrario a la percepción del funcionario de la defensoría de habitantes, Nemer Alvarez negó que las etnias mexiquenses estén en peligro de extinción, y aseguró que el gobierno estatal canaliza importantes recursos para elevar la calidad de vida de las comunidades indígenas.

"En lo que va de esta administración se ha hecho un esfuerzo muy importante para apoyar a los indígenas mediante la aprobación de diversos proyectos productivos y programas, como el de Adopta un Niño Indígena, que este año beneficiará a más menores", detalló.

El titular del Cedipiem, Rafael Díaz Bermúdez, informó que en la actualidad el pueblo mazahua es el más numeroso en la entidad; el Segundo Conteo de Población y Vivienda 2005 identificó a 95 mil 411 personas hablantes de su lengua.

La etnia mazahua se asienta en la región noroccidental y centro-occidental del estado, en 13 municipios de los cuales nueve padecen alto grado de marginación: Almoloya de Juárez, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Temascalcingo, Villa de Allende y Villa Victoria.

Dos municipios con presencia mazahua presentan un grado medio de marginación: El Oro y Jocotitlán; y otros dos un grado bajo de marginación: Atlacomulco y Valle de Bravo, lo que significa que se trata de una región y un pueblo con grandes necesidades sociales y económicas.

Según Díaz Bermúdez, los otomíes se asientan en una gran porción del territorio estatal, los valles de México y de Toluca; sin embargo su mayor concentración está en el centro-norte de la entidad, hasta los límites con Hidalgo y Querétaro. La excepción es el municipio de Amanalco, localizado hacia el sur del estado.

El pueblo otomí es el segundo en la entidad por el tamaño de su población al contar, de acuerdo con datos del Segundo Conteo de Población y Vivienda 2005 del INEGI, con 83 mil 352 personas que declararon hablar esa lengua.

La población otomí se encuentra en 21 municipios, ocho de alta marginación: Aculco, Amanalco, Acambay, Chapa de Mota, Villa del Carbón, Morelos, Temascalcingo y Temoaya; y cinco de marginación media: Jilotepec, Jiquipilco, Otzolotepec, Soyaniquilpan y Timilpan.

Asimismo seis municipios donde hay presencia de otomíes son de baja marginación: Capulhuac, Lerma, Ocoyoacac, Tianguistenco, Xonacatlán y Zinacantepec; y dos son de muy baja marginación: Metepec y Toluca.

Los descendientes directos del pueblo nahua, específicamente los hablantes de esta lengua, constituían en 2005 una población total de 45 mil 972; de ellos dos mil 367 se concentraban en municipios indígenas originarios.

En su mayoría se ubicaban en municipios de la zona conurbada con la ciudad de México y el oriente del estado, además de algunos municipios del valle de Toluca y el sur del estado.

El crecimiento urbano en gran parte de la zona conurbada de la entidad ha absorbido municipios, pueblos y comunidades, incluidas casi todas las de origen nahua.

Diez municipios tienen asentamientos nahuas que preservan su identidad: Temascaltepec, muy alta marginación; Sultepec, Tejupilco, Malinalco y Luvianos, de alta marginación; Joquicingo, de media marginación; Xalatlaco, Tenango del Valle y Amecameca de marginación baja; Texcoco, de muy baja marginación.

Los matlazincas poblaron el valle de Toluca y sin embargo prácticamente han desaparecido de él, de manera que en la actualidad los descendientes de este pueblo se concentraron en la comunidad de San Francisco Oxtotilpan, del municipio de Temascaltepec.

En 2005, de acuerdo con datos del INEGI, se registraron un total de 952 hablantes matlazincas.

EL INFORMADOR / MLOM / 06-04-08
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