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Paul Rudd, una superhormiga

El protagonista de Ant-Man también aportó ideas y participó en el guión de la película

GUADALAJARA, JALISCO (17/JUL/2015).- Asegurar que Paul Rudd es una “estrella de la pantalla grande” es pegarle una etiqueta que por estos días todo el mundo ya conoce. Pero hay otras cosas que lo convierten en un actor realmente especial. ¿El ejemplo más reciente? La cinta “Ant-Man: El Hombre hormiga”, donde además de ser el protagonista, estuvo involucrado en el guión, algo poco común cuando se habla de una producción de millones de dólares donde hay poco espacio para la libertad creativa. Un espacio que él encontró y explotó al máximo.

Muchas figuras llegan al foro de rodaje con sus líneas aprendidas y en la medida de lo posible ahorrando su esfuerzo. Sienten que con la pose de figura o el rostro de un ángel basta para mantener su carrera en la cima. Pero Paul, histrión labrado desde papeles secundarios en la pantalla grande y chica, está cortado con una madera muy diferente a la de las figuras “tradicionales”.

El artista, quien da vida a “Scott Lang” y su contraparte heroica en la cinta, explica sus motivos para darle su “toque personal” al largometraje que llega hoy a las salas de la ciudad. “Cuando tú trabajas en el guión de la película obtienes una mejor idea de los personajes, porque piensas acerca de sus motivaciones; piensas en sus tramas, en cómo cada decisión de tu personaje afecta al resto. Tengo una comprensión mucho más amplia de la historia ahora de lo que tenía cuando firmé el contrato y no era uno de los guionistas”.

A principios de este año, el nombre de Paul Rudd se encontraba lejos de ser el más solicitado por los productores en las producciones de gran calado. Pero con el estreno de Ant-Man, las cosas comienzan a cambiar. La sonrisa socarrona y actitud desenfadada del actor prometen haber llegado para quedarse mucho tiempo en la pantalla grande.

—¿Te sorprendió la forma de trabajo que imprime Marvel en sus películas?

—De repente, había algunas sugerencias o notas con ideas para la trama, y pensaba ‘¿de dónde proviene esto?’. Y provenía del productor Kevin Feige, o del resto del equipo de Marvel, que estaban viendo una idea más grande y general del film de la que yo tenía en mi mente. Así que para mí estaba bien con probar y ver qué ocurría.

—Marvel tiene una especie de “récord”, donde parece que todas las películas que lanzan son un éxito. ¿No sentiste presión de mantener esta racha?

—Ciertamente su récord es muy bueno. Lo único que sé es que Kevin Feige es como científico loco, cuyos instintos en el género son increíbles y él parece siempre tomar la decisión correcta. Todo el mundo a quien he conocido en Marvel realmente ama lo que hace y son fans del cómic. Además de toda la acción y los efectos visuales, les importan los personajes y la trama. Creo que eso hace que todo funcione.

—¿Crees que hacer personajes tan humanos hace que la historia sea más accesible al público?

—Creo que los personajes “humanos” son los que mantienen el interés en este tipo de cintas. Uno puede tener la más espectacular secuencia de lucha, o los más deslumbrantes efectos especiales, que pueden ser muy geniales de ver, pero eso no tiene nada de profundidad. Eso no queda grabado en tu mente salvo que lo conectes con los personajes de algún modo.

“Ant-Man” funciona bien en todos esos niveles. Ciertamente tiene grandes secuencias de acción, y algunas de sus peleas son de locura; visualmente hay cosas que nunca antes se han visto. Pero lo que realmente va a resonar con el público es lo que pasa con los personajes y su relación entre sí.

ASÍ FUNCIONA EL TRAJE

El secreto de las Partículas Pym

Al ver la película, seguro te preguntarás, ¿cómo funcionan el traje de Ant-Man y las Partículas Pym? El propio Paul Rudd lo explica: “El traje tiene un mecanismo que le permite a alguien encogerse de tamaño. No es que ‘Scott’ tenga poderes, o que ‘Hank Pym’ los tenga, sino las Partículas Pym, que corren como un intrincado sistema de venas a través del traje y el casco. Es también muy protector, porque las partículas son volátiles. Si sólo tuviéramos las ‘Partículas Pym’ y no tuviéramos el traje o el casco, sería un caos.

Rudd agrega que el volverse pequeño es una “parte” de las habilidades del héroe, pero estas van mucho más lejos. “Al cambiar al tamaño de una hormiga, ‘Scott’ no mantiene su fuerza normal. No es que ‘Ant-Man’ es pequeño y tiene la fuerza de una persona normal. Él excede la fuerza de alguien normal porque la energía y la masa compactadas crean energía. Es energía comprimida. Así que parte del entrenamiento que ‘Scott’ hace es aprender a manejar ese tipo de fortaleza cuando se convierte en ‘Ant-Man’. Si él golpea a alguien y no sabe cómo hacerlo correctamente, podría matarlo. Es como una bala. Así que debe aprender los matices de ello; manejar semejante fuerza toma algo de trabajo”.
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