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Pablo Montero, furioso ante el escándalo

El cantante está molesto por la mala fama que le han provocado unas fotos que le tomaron desnudo durante su visita a San Juan

PUERTO RICO.- El artista mexicano Pablo Montero vive con “mucho coraje” desde que se publicaron unas fotografías en las que aparece desnudo y que fueron tomadas sin su consentimiento en un hotel de San Juan, afirmó ayer su publicista Harold Rosario: “Está triste porque fue en Puerto Rico, donde le tienen mucho cariño. Pero, tiene mucho coraje por toda la publicidad que le han dado”.

Montero interpuso esta semana una querella en el Cuerpo de Investigaciones Criminales del Cuartel General de la Policía de Puerto Rico, en San Juan, por intento de extorsión contra una bailarina exótica y un fotógrafo, quienes le tomaron las fotos y las vendieron a una revista de farándula.

Finalmente, las imágenes fueron vendidas y publicadas por la revista Mira, de Nueva York. Rosario indicó, además, que la bailarina se hace llamar “Brenda Liz” y no “Dulce”, y que es puertorriqueña, nacida en Ponce, y no venezolana, como han informado algunas publicaciones.

El publicista informó que “tan pronto la Policía diga” que Montero tiene que cooperar con la investigación, el artista vendrá a Puerto Rico e, incluso, celebrará una rueda de prensa.

El problema paso a paso

Explicó que el incidente ocurrió tras un concierto que el mexicano dio el pasado 14 de junio en el Coliseo José M. Agrelot de San Juan. Una vez culminada la presentación, el cantante y un grupo de personas, entre las que se encontraban “dignatarios, figuras del gobierno, algunos miembros del equipo de trabajo y artistas boricuas”, celebraron una velada en un restaurante que continuó en un hotel de la capital.

Aparentemente, Montero subió a su habitación con la bailarina exótica y un fotógrafo, donde, según su representante, fueron tomadas las fotografías sin el consentimiento del artista.

El publicista señaló que la bailarina lo llamó y le confirmó que había estado en la habitación invitada por el fotógrafo, y le dijo que tenía en su posesión unas fotografías “comprometedoras, por las cuales exigía la suma de cinco mil dólares”.

No obstante, Rosario y la bailarina negociaron esa noche la compra de las imágenes por mil dólares. “Pablo está bien tranquilo. Sí hay fotos, eran durmiendo porque él no se acostó con ella”, dijo Rosario.

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