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Ortiz de Pinedo, el Mejor Productor del Año

El actor, director y escritor obtiene el reconocimiento gracias a la puesta en escena “La Dalia Negra”, misma que llega a Guadalajara el 17 y el 18 de marzo

GUADALAJARA, JALISCO (09/MAR/2016).- La noche de los premios de la Agrupación de Periodistas Teatrales (APT) —7 de marzo—, Jorge Ortiz de Pinedo se coronó como el Mejor Productor del Año, pero debido a que se encuentra de gira con “La Dalia Negra”, su hijo Pedro recibió el galardón; también se levantaron con el título de La Obra del Año, por la misma puesta.

En entrevista con El INFORMADOR, Pinedo comparte los detalles detrás del montaje de la obra; señala que tras dos años de trabajo previo logró crear un sistema único en el mundo denominado “cinemática teatral”: “Nunca se había hecho una obra de teatro dentro de una pantalla de cine. Nosotros experimentamos y lo logramos”, explicó el también comediante.

Sobre la adaptación de la obra en el Teatro Diana, “de los dos mil 300 lugares de capacidad, sólo vamos a vender mil. En el plano se puede ver como ‘quitamos’ esas butacas, que no se venderán cabe aclarar, y el teatro no es que esté vacío sino que los asientos laterales y los del último nivel no serán ocupados, con la finalidad de que la gente pueda apreciar este efecto en tercera dimensión. Prefiero sacrificar butacas y ganar en calidad”.

Oscar Ortiz de Pinedo es quien escribe esta historia basada en el texto de John Richman. “A Óscar se le bota la canica y de repente nos entrega un guion de película y no un libreto de teatro, con 32 secuencias. ¿Cómo haces 32 escenografías? Nos dimos a la tarea de representar a ‘La Dalia Negra’ de una manera lógica, óptima y novedosa. Fue a partir de una obra estadounidense que yo vi, donde trataron de representar una especie de cómic, con ocho escenas en vivo. Además, nuestro escenógrafo Sergio Villegas, en Chile, vio un espectáculo con narrativa poética y dos bailarines, donde habían podido meter a estos bailarines en una pantalla. Pero nunca vi a nadie intentar meter una obra de teatro completa. No sabíamos por dónde empezar”.

Los primeros pasos para crear la obra fueron gracias a Matías Gorlero, diseñador de iluminación, “él trabajó con la luz en la pantalla de cine y a través de los pequeños poros de esa tela pudo hacer que se vieran los seres humanos; una luz con mucha potencia, además del buen sonido… es decir teníamos que lograr la calidad de una película pero también con la calidad de una obra de teatro con actores en vivo. Fue un trabajo titánico”.

Sobre el elenco, Ortiz de Pinedo señala que fueron de mucha ayuda y se supieron adaptar a las condiciones. “Tiene que ser preciso todo. Ellos no saben que hay una ventana por ejemplo, pero la gente que mira a la pantalla, sí. Nunca tuve miedo de que algo saliera mal y tras siete meses de montaje fue un éxito. La satisfacción fue grande”.

El siguiente reto fue llevar la obra a todo el país. “Ideamos una manera de trasladarlo con marcos de pantallas que se desarman y sobre todo necesitamos escenarios como el Diana, donde hay una mecánica teatral adecuada”.

“Con todo esto, no sólo quiero que la gente vea la técnica, sino que vean una historia y se involucren en lo que está pasando, tenemos 14 actores que interpretan a 30 personajes. De cero hasta la puesta en escena, es una obra que costó mucho dinero y se gestó en dos años. Nosotros hacemos unas loqueras increíbles, viajamos con 34 personas por todo el país, lo que implica hospedajes, boletos de avión, traslado de equipo, alimentos, etcétera, y estamos avalados por la Secretaría de Cultura, Bellas Artes y en este caso por la Universidad de Guadalajara”, puntualizó el productor.

En tercera dimensión

“Lo que logramos hacer son tres planos: Una pantalla de 80 metros cuadrados; una plataforma con actores y utilería, y luego otra pantalla. Esto hace un efecto que nunca se había logrado, se había hecho algo con blue screen o proyecciones sobre el piso, pero nunca nadie había logrado meterse en las pantallas y eso es lo impresionante de este sistema llamado ‘cinemática teatral’ ”, indica Jorge Ortiz de Pinedo.

Al nivel de Broadway

El elenco de “La Dalia Negra” está conformado por Esmeralda Pimentel y por Brando Peniche. El hijo de Arturo Peniche comparte la satisfacción que le da ser parte de una obra que está al nivel de Broadway, pues conjuga lo mejor del teatro con el cine y un toque cómico. “La historia es sobre el asesinato de Elizabeth Short, un crimen que estremeció a Estados Unidos en los años cuarenta  y será contada con nosotros (los actores) trabajando en medio de dos pantallas de cine, y para ustedes, además de ver una gran obra de teatro, será una experiencia que como niños chiquitos se van a llevar a casa, porque la verdad que está impresionante. Yo tuve la oportunidad de verla como espectador y quedé fascinado”.

Brandon tiene dos proyectos cinematográficos durante 2016, uno es de manufactura española, además tiene un proyecto de televisión donde será parte del triángulo amoroso entre los protagonistas, pero prefiere no ahondar en más detalles sobre este trabajo televisivo que está por arrancar. En este mes filma “No somos hermanos” de Luis de Llaca: “Es una participación especial a la que me invitaron y para mí es un placer. Luego haré  ‘Juan el más amado’ en Sevilla, Mérida y Marruecos”.

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