Entretenimiento
Ortiz de Pinedo da forma a sus “mujeres en pugna”
El actor y productor teatral Jorge Ortiz de Pinedo logra darle la vuelta a uno de sus éxitos para presentar una obra fresca ante el público
El texto es original del dramaturgo estadounidense Reginald Rose. La puesta en México con Ignacio López Tarso como actor líder lleva ahora casi un año en cartelera con llenos en la mayoría de sus funciones, dos docenas de premios y una extensa gira por de la República, que tocó Jalisco en una de sus presentaciones. El productor Ortiz de Pinedo dice sin falsa modestia: “Hemos dejado nuestra huella en la historia del teatro en México”.
Pero no se conformó con eso, sino que decidió adaptarla para montar durante ocho semanas una versión femenina con Yolanda Mérida como actriz líder. Escribió la adaptación y la envío a la oficina de Rose en Nueva York. La respuesta llegó pronto: “Aprobamos el proyecto con la condición de que los derechos sean nuestros”.
Ortiz de Pinedo no lo pensó dos veces. Aceptó sin protestar: “No me interesaba ganar dinero con la adaptación. Si ellos la montan en otros países, ellos se quedarán con las ganancias pero nosotros con el orgullo de que nuestro nombre aparezca en los créditos del programa de mano”.
Adaptación exitosa
El texto conservó casi intactos los diálogos pero cambió sustancialmente en las indicaciones de tiempo y características de personajes. El original ocurre a finales de los años cincuenta, época en que las mujeres no podían siquiera votar por lo que se movió hacia 1963.
En apenas cinco días se armó el elenco: Erika Buenfil jurado número uno, mesera del Bronx. Marimar Vega, cajera de una banco de Manhattan. Laura Zapata, ama de casa frustrada. Leticia Calderón, esposa de un abogado. Lucero Lander como una enfermera de origen latino. Gabriela Murray es una costurera. Nora Salinas, vendedora de Macy’s. Raquel Olmedo en el papel de jurado número ocho. Azela Robinson, una típica estadounidense racista. Cecilia Gabriela es una migrante checoslovaca. Laura Luz como una peinadora de salón de belleza. Y Yolanda Mérida, quien aprovechó para hacer una declaración que conmovió hasta las lágrimas a Azela Robinson.
Mérida dijo que desde su juventud, siempre admiró a Prudencia Griffel y que su mayor ambición siempre fue, como ella, llegar a los 80 años pisando un escenario. Levantó la voz para declarar: “Este 20 de agosto, el día del estreno, cumplo 80 años y gracias a esta obra los celebraré pisando un escenario”.
Respecto a las comparaciones y al hecho de que en su mayoría son actrices conocidas más bien por su trabajo en telenovelas como Irán castillo, Erika Buenfil, Leticia Calderón o Cecilia Gabriela, fue ésta última quien asumió la defensa: “No somos actrices de la Compañía Nacional de Teatro pero sí somos de televisión y hemos demostrado con nuestro trabajo que podemos hacerlo”.
Por su parte, Ortiz de Pinedo insistió en el concepto “teatro experimental” pero también en el asunto del amor al arte. “Por lo general se usa para definir obras arriesgadas de algunos talleres de estudiantes pero también se puede aplicar en este proyecto que hemos presentado incluso a Conaculta y ha sido aprobado. Y les aseguro que en esta corta temporada no ganaremos dinero. Es un recinto pequeño (el teatro Helénico, en el Distrito Federal) y un elenco muy grande, de modo que la única razón para levantar la obra fue hacer teatro”.
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