Entretenimiento
Obispos filipinos quieren prohibir todos los anuncios de preservativos
La población afirma que obedecerá los preceptos que les dicte la Iglesia
La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP) respondió así al Departamento de Sanidad, que el pasado día de San Valentín repartió condones gratis como parte de una campaña para combatir la transmisión del VIH y el sida.
Un comunicado de los prelados afirma que "la multimillonaria industria de los preservativos se dirige a los adolescentes, pasando por encima de la moralidad y la familia".
Los obispos también piden al Gobierno que obligue a los fabricantes de preservativos a incluir en sus productos un aviso de que los preservativos "pueden fallar para proteger del sida y otras enfermedades de transmisión sexual", porque "los consumidores tienen derecho a conocer la verdad".
"Dado el enorme índice de fracaso, los condones no pueden ser la solución. Pero además, crean una sensación falsa de seguridad que sanciona y promueve la promiscuidad fuera del matrimonio", añade la nota oficial.
Los prelados instaron al Departamento de Sanidad a desviar los escasos fondos que actualmente destina a la planificación familiar a luchar contra enfermedades como el cáncer o la tuberculosis, "pues es injusto gastarse los impuestos que paga el pueblo en contra de su moral".
Hace una semana, varios obispos exigieron la dimisión de la ministra de Sanidad filipina, Esperanza Cabral, por promover el uso "inmoral" de condones.
Cabral reaccionó insistiendo en su postura y anunciando que pronto distribuirá también pastillas contra el embarazo.
El pasado 14 de febrero, Día de los Enamorados, una agencia del Ejecutivo filipino repartió preservativos gratis primera vez desde que llegó al poder en 2001 la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, firme opositora a cualquier método anticonceptivo.
Las autoridades insistieron en que formaba parte de una campaña contra el sida y no era un apoyo tácito al libertinaje sexual o a la legislación sobre planificación familiar que se está debatiendo en el Parlamento.
Según las encuestas, la mayoría de la población apoya una nueva ley que financie métodos anticonceptivos para contener el altísimo crecimiento demográfico de Filipinas, que apenas tiene recursos para dar de comer a sus más de 93 millones de habitantes, casi el 90 por ciento de los cuales se declara católico.
Pero la mitad de los filipinos afirma que obedecerá los preceptos que les dicte la Iglesia en cuanto al uso del preservativo.
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