Entretenimiento
Nuevas propuestas
Vamos al cine
La denigración en las urbes metropolitanas, de la que es triste ejemplo el Distrito Federal, con sus significativas diferencias sociales, ya le rindió tributo el Cine en su lucrativa fase de crueldad. Ahora debe volver la propuesta del entretenimiento divertido y constructivo.
La comedia, el drama familiar de actualidad, la contienda en las arterias por el espacio urbano, la migración con sus infractores aventureros, son tema con carta de naturalización que ya tuvieron dignos exponentes. Entre ellos destaca doña Silvia Pinal –de infortunado aunque aparentemente no grave accidente-, marcan senderos afines a la mentalidad ruidosa, jocosa y hasta mordaz del carácter mexicano tan digno de admiración que hasta hoy es motivo de recuerdo en otros países, principalmente de habla hispana.
Una película es producto que se vende al último consumidor cinéfilo asistente a las salas o adquirente de reproducción en disco, por conducto de las empresas distribuidoras, experimentadas calificadoras del producto y su aceptación acorde a los núcleos de mercado y preferencias. Hoy, el temor saturó; el público pide diversión antes que preocupación, y el es quien manda a través de su aportación en taquilla.
Los famosos Cantinflas, Capulina, Piporro, Tin Tan, Soler, María Félix, Pardavé, Armendáriz, Dolores del Río y tantos más libraron su lucha para alcanzar popularidad y presencia convenciendo a directores y productores como De Fuentes, Delgado, Gavaldón de renombre construido con audacia y aprecio al mercado que hoy tiene más adeptos en la competencia de ser y hacer buen cine.
Dios nos guarde de la discordia.
Comentarios: sicpm@informador.com.mx
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