Entretenimiento
Noche jurásica en la VFG
Caminando con dinosaurios da un recorrido histórico, acompañado de una notable producción audiovisual
Y así comenzó el periodo Triásico, “un periodo ubicado 20 millones A.P.F., es decir, antes de Patito Feo”, provocando la risa de los presentes. Uno a uno, los dinosaurios se dejaron ver en el escenario, siempre ocasionando asombro entre los asistentes, que por igual, chicos y grandes, reaccionaron con sorpresa al ver los enormes animales mecanizados que se desplazaban por la pista. “Especies vienen, especies van, pero siempre siguen evolucionando”, fue una de las frases con las que el paleontólogo, “arriesgando su vida” entre los dinosaurios, trataba de explicar el fenómeno que tuvo lugar hace millones de años.
La actuación y los elementos audiovisuales se combinaron para “dar vida” a lo que ocurría en escena; fueron especialmente los últimos los que hicieron pensar a muchos que habían viajado en la “máquina del tiempo”, ya que a través de proyecciones, iluminación y música se creó una atmósfera prehistórica. “El olor del fuego hace que los dinosaurios tiemblen y se estremezcan”, mencionaba el paleontólogo cuando se abordaba el final del periodo jurásico. Diversión y didáctica Al más puro estilo de una clase sobre la teoría de la Pangea, la superficie de la Arena comenzó a separarse y las montañas comenzaron a emerger, las cuales, acompañadas de la lluvia, simulan el nacimiento de nueva vegetación sobre la Tierra”.
Los momentos emotivos también estuvieron presentes. Y es que los dinosaurios, además de “revivir” para esta producción, dieron muestra de que la hermandad era parte de su existencia. El momento que el público infantil esperaba llegó cuando las luces se apagaron y una gran silueta transformó en terror los rostros de los más pequeños, y es que dejaba ver una figura enorme con dientes afilados; tal fue la sorpresa de los infantes cuando un pequeño Tiranosaurio Rex salió a escena, dando el toque cómico al momento. Pero el padre de esta criatura no se quedó fuera, ya que minutos después, el carnívoro más temible de la prehistoria salió, estremeciendo a todos con unos rugidos lanzados para proteger a su cría.
Pero como la historia es conocida, los dinosaurios encontraron su momento de partir y el luminoso final hace que el frío que ahora cae sobre la ciudad valga la pena para un espectáculo que esperó desde la era Jurásica para llegar a Guadalajara.
EL INFORMADOR/ ROBERTO MEDINA
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