Entretenimiento
Noche de sonidos británicos en el Cavaret
The Vaccines presentó en el Teatro Estudio Cavaret su disco ''Come of age''
Con apenas tres años de haberse formado, los londinenses de The Vaccines ya son capaces de provocar opiniones polarizadas en el mundo del rock. Sus fanáticos encuentran en el cuarteto a los nuevos adalides de la música indie británica. Sus detractores señalan que todavía no han labrado suficiente camino como para colgarles el título de “luminarias del rock”. ¿Qué tiene que decir la banda de todo esto? A ellos eso les importa poco. Lo que quieren es viajar por medio mundo roqueando de forma salvaje.
La banda, compuesta por Justin Young (voz, guitarra), Freddie Cowan (guitarra), Árni Hjörvar (bajo) y Pete Robertson (batería), llegó al recinto de Parres Arias con la etiqueta de “nueva sensación de Inglaterra”, una que revalidaron en poco más de 75 minutos de concierto.
El recital arrancó a las 21:15 del pasado sábado, rompiendo con el mito de la tradicional puntualidad inglesa, pero una vez que estaban sobre el escenario ya no hubo espacio para distracciones o el silencio.
Por todos los ángulos
Con dos discos en el mercado, no había mucho espacio para especular con qué armarían su espectáculo los británicos. La noche estaba diseñada para ser armada con los principales éxitos, entre aquellos que fueron sencillos comerciales y los que fueron alzados por el propio público. No Hope, Blow it Up y Ghost Town fueron las elegidas para abrir el concierto, ante el griterío de un público que no le regateó aplausos a la banda.
“Buenas noches, Guadalajara, ¿cómo están?”, saludó Justin Young en inglés, tras las tres piezas, obteniendo de inmediato como respuesta el alarido del público del Cavaret. “Muchas gracias. Gracias por ser tan ruidosos”.
Con un sonido estridente y letras desenfadadas, The Vaccines fueron llenando de rock los oídos de los presentes. In always knew, Wetsuit mantuvieron la atención del público en ellos, pero fue con temas como Tiger Blood y Post break up sex con los que se ganaron los coros y uno que otro momento de slam.
Aunque no desaprovechó para decir algunas palabras en español, Justin prefirió que fuera el rock y no su castellano lo que enmarcara el espectáculo.
Los mejores momentos de la velada se vivieron con Bad mood, Wrekin bar (ra, ra, ra) y Teenage icon (ésta última, parte del encore), en un concierto que dejó la sensación que bien pudo durar más, y que deja en el aire la posibilidad de que en algunos meses vuelvan a cubrirse con los aplausos de sus fanáticos tapatíos.
Navega: www.thevaccines.co.uk/es/home
Síguenos en