Entretenimiento
Noche de carnaval romántico con Yuri
Una sugestiva manifestación de luces y candentes bailes sirvieron de contexto a la cantante que impresionó a sus seguidores con múltiples atuendos
El público adulto joven dominado por el sexo femenino marcó la diferencia entre los asistentes que se dieron cita al evento que dio inicio a las 21:00 horas a través de la apertura del cantante Ricardo Caballero, y largas ovaciones de apoyo a la intérprete que exigían su presencia en el escenario.
Los bailes exóticos bañados en una atmósfera de película retro combinada con aires hindús dieron pie a la salida de la cantante media hora más tarde, quien se mostró contenta e imponente rodeada de fuego y ritmos electrónicos que se apoderaron de las primeras piezas Tú eres para mí y Ya para qué, pertenecientes a su última producción.
Las imágenes visuales estuvieron compuestas de toda una travesía por lugares desérticos que evocaban a Yuri como una musa del Sahara que más tarde la transformarían en una digna representante del África.
El derroche de provocación masculina vino con el tema Este amor, en el cual la cantante interactuó con el público femenino bajo seductores versos que incitaron a los bailarines a quitarse atuendos ante una oleada de gritos que alababan su fisonomía y abrían paso a piezas de reclamo sentimental, como Loba y Fuera de mi vida.
El vuelo continuó a través de piezas como Quién eres tú, Detrás de mi ventana y su sencillo Estoy cansada, que lejos de ser un impedimento, demostraron un constante vínculo con la jarocha al tararear sus melodías. “Qué rico es volver a verlos y compartir este show inusual —externó la cantante—. Con ustedes aquí me motivo a hacer las cosas mejor”. A esto se unieron las palabras de aliento que los cantautores Marco Antonio Solís y Adolfo Ángel enviaron en vísperas de los temas Arrepentida y Largo viaje.
Yo te pido, Maldita primavera, Éste es mi chico y un popurrí de baladas mexicanas se perfilaron a despedir una noche de cánticos inolvidables, en las que Yuri demostró una vez más su capacidad de asombrar y deleitar a un público tapatío siempre ávido de celebrar al despecho, la vida y al amor.
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