Entretenimiento
No tengo demasiada ambición profesional: Maribel Verdú
Esta noche en París recibe un homenaje por su carrera
PARÍS, FRANCIA (17/DIC/2012).- La actriz española Maribel Verdú, cumplidos los 42 años con una extensa trayectoria profesional, afirma haber llegado a un punto en el que dice no tener "demasiada ambición profesional" y dar prioridad a su estabilidad personal.
"Quizá sea bueno o malo, pero ambición profesional no tengo demasiada, me importa mucho más mi vida personal", indica en París, donde esta noche recibe un homenaje por su carrera.
La actriz madrileña dice sentirse "sorprendida, ilusionada y contenta" porque "París es París", y porque asegura que nunca espera nada cuando hace un trabajo, sino que cuando cree en él y en el director se "adentra en un bosque, por oscuro que sea".
Uno de sus últimos "bosques" es la película "Blancanieves", del español Pablo Berger, que promociona estos días en la capital, y cuya madrastra en esa particular adaptación del cuento se ha convertido, según afirma, "en un personaje que la gente ha valorado mucho".
La asociación "Espagnolas en París" le rinde tributo no solo por ese papel, sino por una carrera que incluye nombres de cineastas como Fernando Trueba, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Gracia Querejeta, responsables de filmes que según ella le han supuesto en diferentes momentos un "punto de inflexión".
Los casi 29 años que lleva delante de las cámaras le hacen gozar ahora de una posición en la que dentro de lo que se le ofrece puede elegir, y deja caer los nombres con los que le gustaría seguir ampliado su filmografía.
"Hay dos directores que me gustan mucho de siempre: Rodrigo García y (Juan José) Campanella. Me encanta la manera que tienen de ver y de hacer cine", indica Verdú, admitiendo que prefiere no precisar nombres españoles porque entre los españoles lo que le gustaría "fundamentalmente" es repetir con quienes ya ha trabajado.
Con uno de ellos, Querejeta, estrena el año que viene "15 años y un día", cuya promoción, según su agenda, podría cruzarse con la gira de la obra teatral "El tipo de al lado" y el estreno en Madrid de "Los hijos de Kennedy".
Podría parecer que la crisis española se le escapa, pero su situación no es ajena a los vaivenes económicos del sector.
"En nuestra profesión, técnicos, actores y directores nos hemos bajado los sueldos, pero no ahora, sino desde hace mucho, porque si no, no hay dinero", afirma desde una de las salas del hotel en el que se hospeda.
Verdú (Madrid, 1970) dice no estar demasiado esperanzada en que la situación vaya a cambiar, pero sí tiene claro que la falta de medios no equivale a falta de talento e imaginación.
"Si algo sobra en España, es talento e imaginación", asegura la intérprete, para quien el cine español ha demostrado que sabe hacer todo tipo de películas y es tomado como "un ejemplo" en otros países, pese a que en su propio territorio, "desgraciadamente", no se sepa ver así.
La actriz es conocida por películas como "Belle Époque", "El laberinto del Fauno" o "Y tu mamá también", y con ellas ha logrado el aprecio de público de todas las edades y procedente de uno y otro lado del Atlántico.
"Me hace ilusión formar parte de muchas generaciones, de gente de mi edad y de gente que ahora tiene 18 años. (...) Me encanta sentirme querida y que me quiera un abanico amplio de hombres y mujeres", confiesa sin rubor.
Y pese a la veteranía de quien lleva desde los 13 años actuando y la seguridad de quien ha trabajado para grandes directores, asegura que lo importante no es lo que ha hecho, sino lo que va a hacer, por lo que deja que del balance de su trayectoria se encarguen los demás, porque ella, asegura, no es de las que se pasan el día echando la vista atrás.
"Quizá sea bueno o malo, pero ambición profesional no tengo demasiada, me importa mucho más mi vida personal", indica en París, donde esta noche recibe un homenaje por su carrera.
La actriz madrileña dice sentirse "sorprendida, ilusionada y contenta" porque "París es París", y porque asegura que nunca espera nada cuando hace un trabajo, sino que cuando cree en él y en el director se "adentra en un bosque, por oscuro que sea".
Uno de sus últimos "bosques" es la película "Blancanieves", del español Pablo Berger, que promociona estos días en la capital, y cuya madrastra en esa particular adaptación del cuento se ha convertido, según afirma, "en un personaje que la gente ha valorado mucho".
La asociación "Espagnolas en París" le rinde tributo no solo por ese papel, sino por una carrera que incluye nombres de cineastas como Fernando Trueba, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Gracia Querejeta, responsables de filmes que según ella le han supuesto en diferentes momentos un "punto de inflexión".
Los casi 29 años que lleva delante de las cámaras le hacen gozar ahora de una posición en la que dentro de lo que se le ofrece puede elegir, y deja caer los nombres con los que le gustaría seguir ampliado su filmografía.
"Hay dos directores que me gustan mucho de siempre: Rodrigo García y (Juan José) Campanella. Me encanta la manera que tienen de ver y de hacer cine", indica Verdú, admitiendo que prefiere no precisar nombres españoles porque entre los españoles lo que le gustaría "fundamentalmente" es repetir con quienes ya ha trabajado.
Con uno de ellos, Querejeta, estrena el año que viene "15 años y un día", cuya promoción, según su agenda, podría cruzarse con la gira de la obra teatral "El tipo de al lado" y el estreno en Madrid de "Los hijos de Kennedy".
Podría parecer que la crisis española se le escapa, pero su situación no es ajena a los vaivenes económicos del sector.
"En nuestra profesión, técnicos, actores y directores nos hemos bajado los sueldos, pero no ahora, sino desde hace mucho, porque si no, no hay dinero", afirma desde una de las salas del hotel en el que se hospeda.
Verdú (Madrid, 1970) dice no estar demasiado esperanzada en que la situación vaya a cambiar, pero sí tiene claro que la falta de medios no equivale a falta de talento e imaginación.
"Si algo sobra en España, es talento e imaginación", asegura la intérprete, para quien el cine español ha demostrado que sabe hacer todo tipo de películas y es tomado como "un ejemplo" en otros países, pese a que en su propio territorio, "desgraciadamente", no se sepa ver así.
La actriz es conocida por películas como "Belle Époque", "El laberinto del Fauno" o "Y tu mamá también", y con ellas ha logrado el aprecio de público de todas las edades y procedente de uno y otro lado del Atlántico.
"Me hace ilusión formar parte de muchas generaciones, de gente de mi edad y de gente que ahora tiene 18 años. (...) Me encanta sentirme querida y que me quiera un abanico amplio de hombres y mujeres", confiesa sin rubor.
Y pese a la veteranía de quien lleva desde los 13 años actuando y la seguridad de quien ha trabajado para grandes directores, asegura que lo importante no es lo que ha hecho, sino lo que va a hacer, por lo que deja que del balance de su trayectoria se encarguen los demás, porque ella, asegura, no es de las que se pasan el día echando la vista atrás.
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