Entretenimiento
No me interesa ser el número uno: David Bisbal
El pasado 15 de febrero nació Ella Bisbal Tabalda, su primera hija
David Bisbal Ferre, originario de Almería, España, inicie su larga jornada de promoción.
Primero habla de su familia, de la emoción y el cambio de vida que le provocó ser padre de una bella niña; toca el tema de sus duros inicios para ser conocido en América Latina y su paso por México. Y en ese momento, lacónico saca del alma su máximo anhelo: “Apenas llevo ocho años de carrera, desde el boom que tuvo tras su paso por Operación triunfo (2002), en España, y si hoy me preguntaras ‘¿qué quieres ser?’, te diría una sola cosa. “No quiero ser número uno en el pop, hay mejor que uno y que merecen ser el No. 1, y cita a Alejandro Fernández, a mí solamente déjame cantar 50 años más”.
David viste fiel a su estilo, cómodo y juvenil, siempre con una sonrisa asegura que pocas son las cosas que le “cabrean” (enojan), pero sí hay al menos una: los paparazzi.
El artista reconoce que Operación triunfo le abrió las puertas en España, pero a la vez acepta que fue un punto en contra para que la gente creyera en su calidad, “era un intérprete, un disco y un éxito no era suficiente para que me aceptaran. El tiempo, el trabajo y la paciencia, me darían la razón”, y así fue, hoy, gente como Joaquín Sabina o Raphael, destacan su calidad interpretativa y sus presentaciones en vivo.
Cambio en su vida
El pasado 15 de febrero nació Ella Bisbal Tabalda, su primera hija, y cuando recién nació, revela, “lloré al tenerla”. La vida le cambió, dice, y el trabajo, “aunque exigente, es necesario, pues tienes ya una familia, una responsabilidad”, al tiempo que confiesa que a lo que más miedo le tiene en la vida es a enfermar. “De la nada puedes caer enfermo y se te va todo y no puedes hacer nada”.
De su música siempre va en busca del mejor tema, “jamás impongo algo que no esté bien, y el equipo con el que trabajo lo sabe. Se graba el mejor tema, aún por encima de uno mío”.
En ocho años, las anécdotas son infalibles, recuerdos que te hacen ver que ya no eres “don nadie”. Un dueto con Raphael en su 50 aniversario en la música, cantar El triste en un homenaje a José José, o firmar un autógrafo a la hija del gran Sabina.
Pese a ello, David insiste, “que os quede bien claro, no me interesa ser el No. 1, quiero seguir cantando tras 50 años de carrera”.
CIUDAD DE MÉXICO.- Puntal llega a la cita, 9:30 horas. Un par de huevos rancheros, jugo de naranja y un café. Desayuno justo para que
Primero habla de su familia, de la emoción y el cambio de vida que le provocó ser padre de una bella niña; toca el tema de sus duros inicios para ser conocido en América Latina y su paso por México. Y en ese momento, lacónico saca del alma su máximo anhelo: “Apenas llevo ocho años de carrera, desde el boom que tuvo tras su paso por Operación triunfo (2002), en España, y si hoy me preguntaras ‘¿qué quieres ser?’, te diría una sola cosa. “No quiero ser número uno en el pop, hay mejor que uno y que merecen ser el No. 1, y cita a Alejandro Fernández, a mí solamente déjame cantar 50 años más”.
David viste fiel a su estilo, cómodo y juvenil, siempre con una sonrisa asegura que pocas son las cosas que le “cabrean” (enojan), pero sí hay al menos una: los paparazzi.
El artista reconoce que Operación triunfo le abrió las puertas en España, pero a la vez acepta que fue un punto en contra para que la gente creyera en su calidad, “era un intérprete, un disco y un éxito no era suficiente para que me aceptaran. El tiempo, el trabajo y la paciencia, me darían la razón”, y así fue, hoy, gente como Joaquín Sabina o Raphael, destacan su calidad interpretativa y sus presentaciones en vivo.
Cambio en su vida
El pasado 15 de febrero nació Ella Bisbal Tabalda, su primera hija, y cuando recién nació, revela, “lloré al tenerla”. La vida le cambió, dice, y el trabajo, “aunque exigente, es necesario, pues tienes ya una familia, una responsabilidad”, al tiempo que confiesa que a lo que más miedo le tiene en la vida es a enfermar. “De la nada puedes caer enfermo y se te va todo y no puedes hacer nada”.
De su música siempre va en busca del mejor tema, “jamás impongo algo que no esté bien, y el equipo con el que trabajo lo sabe. Se graba el mejor tema, aún por encima de uno mío”.
En ocho años, las anécdotas son infalibles, recuerdos que te hacen ver que ya no eres “don nadie”. Un dueto con Raphael en su 50 aniversario en la música, cantar El triste en un homenaje a José José, o firmar un autógrafo a la hija del gran Sabina.
Pese a ello, David insiste, “que os quede bien claro, no me interesa ser el No. 1, quiero seguir cantando tras 50 años de carrera”.
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