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No hace falta ser un entendedor para disfrutar del jazz: Sara Valenzuela

Funge como directora y curadora del exitoso ciclo Alterna Jazz, que transcurre en el Centro Cultural Roberto Cantoral

CIUDAD DE MÉXICO (02/ABR/2013).- Por la cantidad de cosas que hace la cantautora, productora radiofónica y promotora cultural Sara Valenzuela, habría que inventarla si no existiera.

Se trata de un raro caso de música inquieta, solidaria con sus pares, obsesionada por difundir el arte en el que cree y que lejos de encaramarse en la soledad de su creación estética, se involucra en cuanto proyecto interesante se le ponga enfrente.

Fue vocalista de La Dosis, en donde durante ocho años y con tres producciones discográficas en su haber (La Dosis, 96, Radio Acapulco, 98 e Hydro, 99- todos para Sony Music) llegó a formar parte importante del escenario musical de los 90.

Ahora, mientras promueve su disco del 2011, En la cocina (Intolerancia), funge como directora y curadora del exitoso ciclo Alterna Jazz, que transcurre en el Centro Cultural Roberto Cantoral.

Aunque quienes saben de ella les cueste creerlo, Sara nació en el Distrito Federal. Es, no obstante, una tapatía de cuerpo y corazón, profundamente consustanciada con la actividad cultural de Guadalajara.

Sin embargo, como dijimos, el ciclo Alterna Jazz la ha traído a la capital. “El Centro Cultural Roberto Cantoral me parece increíble, por la arquitectura, por la disposición del escenario…de pronto es complicado para un músico encontrar adecuados para tocar y a muchos nos toca actuar en lugares que no son óptimos. Este sitio, además, es ideal para el público, se escucha bien, se ve bien…”, explica la cantautora en entrevista con SinEmbargo.mx

El trabajo de Valenzuela como curadora fue hecho a pedido de la Universidad de Guadalajara, que tiene intereses en el recinto mencionado y que depositó toda la confianza en la artista para dejarle mano ancha y libertad plena en la elección del programa.

Alterna Jazz inició en agosto del 2012 y concluirá en julio del 2013 con un concierto magno a cargo del mejor bajista de México, Alonso Arreola, quien estará acompañado por el guitarrista Trey Gunn (King Crimson) y el también bajista Michael Manring (Atention Defficit.

Desde Ari Hoenig y la inventiva musicalidad del pianista Jean Michel Pilc hasta el esperado trío del trompetista Cuong Vu, pasando por las notas certeras de The Ben Allison Band, muchos fueron los músicos que le dieron forma y contenido esenciales a la propuesta osada de Sara Valenzuela.

Para ella, su obsesión consistió en programa a artistas de “calidad sobrada, pero que quizás no formen parte del mainstream del jazz, al menos como nosotros lo conocemos en México”, apunta.

El próximo 11 de abril, dentro de su ciclo, toca el turno a Trío Feral, el proyecto del tecladista australiano Barney Mcall (Fred Wesley), a quien el público mexicano ya ubica por la genial energía que ha vertido en los conciertos de Groove Collective en el Distrito Federal y Guadalajara. Completan la tríada, el bajista Jonathan Maron (Groove Collective) y el batería Bill Campbell (Charlie Hunter).

“Para mí, el planteamiento es dar a conocer buena música, sobre todo porque no creo que uno necesite un conocimiento previo para entender el jazz”, dice.

“Escuchar jazz es como ponerte frente a un cuadro: te gusta o no te gusta. No tienes que ser un experto en arte para poder disfrutar de una pintura o una escultura”, agrega con voz firme.

Por qué falta público de jazz en México
México, como país central del continente latinoamericano, ubicado además tan cerca de los Estados Unidos y con una larga tradición musical, no alcanza a ser territorio fértil para los conciertos de jazz, esto dicho con cierta relatividad, sobre todo si se tiene en cuenta que en la reciente edición del EuroJazz 2013, hubo récord de asistencia, con un público estimado en 19 mil 170 espectadores.

Para Sara, la falta de públicos “jazzeros” se debe por un lado a eso que mencionaba en torno a las personas que no lo disfrutan porque creen que deben “entenderlo” y por el otro a la falta de continuidad en la presencia de los músicos del género en nuestro país.

“Puedes hacer un gran concierto, pero si durante los seis meses posteriores no pasa nada, la gente no adquiere la costumbre”, precisa, aunque su visión en torno a este tema es optimista.

“El público crece, de eso no hay duda”, afirma, a la vez que destaca la ausencia notable del pianista mexicano Eugenio Toussaint (1954-2011), “un verdadero pilar del jazz nacional, quien además de ser un gran músico, fue un gran promotor del género”, dice Valenzuela, quien a pesar de haber abrevado del pop y del rock en sus orígenes se aficionó al jazz cuando tuvo que hacer una suplencia como locutora en un programa de radio de Guadalajara.

En el ciclo Alterna jazz se presenta el 16 de mayo el guitarrista Adam Rogers, quien tocará con el bajista Fima Ephron (Screaming Headless Torsos) y el baterista Nate Smith (Dave Holland).

La partitura de Sketches of Spain, de Miles Davis y Gil Evans (dupla trascendental en la evolución de la orquestación y del jazz en general), será interpretada el 12 de junio por la alineación tapatía, Gil Cervantes Jazz Orchestra, con el featuring de la trompetista canadiense Ingrid Jensen (Maria Schneider Orchestra).

Sara y los tiempos modernos
Dice la cantautora que vive un tiempo especial en lo que hace a la difusión de su obra en solitario. Son ritmos lentos, muy distintos a los que vivía cuando era cantante de La Dosis y había grandes presupuestos de promoción.

De todos modos –asegura- “no quiero tener el hit del verano o estar primera en ninguna lista”.

“Lo que me importa es encerrarme a hacer canciones, aunque se ha hecho un poco difícil en esta etapa en la que me he convertido en una especie de pulpo con muchas cosas para hacer. Desde la radio hasta los conciertos de jazz al aire libre en Guadalajara”, expresa.

Junto con el trompetista Gilberto Cervantes (ex miembro de la Dosis y actual trompetista del grupo de rock jazz Troker), Sara Valenzuela fundó en 2006 Tónica, una sin fines de lucro dedicada al desarrollo de programas educativos y culturales en torno al jazz y la música popular contemporánea en México.

Tras un par de años de organizar exitosos cursos y talleres aislados pudieron finalmente organizar en el 2009 el primer Seminario Internacional de Jazz de Tónica que convocó a más de 15 maestros de talla internacional como Antonio Sánchez, Bob Sheppard, Brian Lynch y Hans Glawishnig, entre muchos otros.

El seminario tuvo una gran acogida por parte de la comunidad musical tapatía y llevó a Tónica a organizar una exitosa y concurrida segunda edición en el 2010.

Sinembargo.mx
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