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''No había excusa para no desnudarme''

Denzel Washington, nominado a Mejor actor por ''El Vuelo'', habla sobre su personaje Whip Whitaker

MADRID, ESPAÑA (26/ENE/2013).- “Umm, déjame que recuerde: en los ochenta, en los noventa, en la anterior década, en esta... Oye, con lograr otra candidatura en la siguiente, sería feliz”. El actor Denzel Washington (Mount Vernon, Nueva York, 1954) se toca el labio y exagera en su pose reflexiva. Su personaje Whip Whitaker de El vuelo, un piloto de aerolíneas comerciales inmerso en una bacanal de drogas, alcohol y sexo con azafatas, le ha reportado su sexta candidatura a los Oscar. “Ay, era uno de los jóvenes, luego de los de edad media, y ahora soy el mayor. Pero mientras repita...”.

¿Le ganará Daniel Day-Lewis con ''Lincoln''? “Nunca sabes. Yo gané el Globo de Oro con 'Huracán Carter', y el Oscar se lo llevó Kevin Spacey con 'Belleza americana'”. Él, que ha sido uno de los actores más pudorosos de Hollywood, por una vez enseña nalgas y pecho. “Ehhh, pues sí”. Y empieza a carcajearse, antes de la reflexión: “Esta vez no había excusa para no desnudarme. El personaje pedía que sacara músculo, que mostrara su dejadez. Aunque desnudo, desnudo... ¡Eso, la chica!”.

Con el tiempo, Washington, un tipo risueño, ha acabado creando estupendos personajes con colmillo. “No sé si los disfruto más que otros personajes. A ver, es mi trabajo. Lo disfruto. Me encanta sumergirme en ellos. Probablemente el día más doloroso del rodaje (que tuvo lugar en tan sólo 45 días en octubre y noviembre de 2011) fue en el que Whip entra en la casa de su exesposa y se encara con su hijo. Fue muy extraño: hablé con el chaval porque me quería pegar y le recordé que esta no era una película de boxeo, que la rabia debía expresarla con gestos y no con golpes. A eso me refiero con sumergirme: a encarnarlo. Otra cosa son las salidas de tono”.

Pero Whip no es sólo un adicto, sino también un piloto excepcional, que salva a casi todos los pasajeros en un avión que se deshace por segundos con una maniobra increíble... que incluye voltear la nave. “Nos dijeron que se podía hacer. Me explicaron el problema de las fuerzas y fluidos que mueven el aeroplano, y lo complicado de verdad es el giro final”. En Estados Unidos le achacan poco realismo no por la maniobra, sino por la cantidad de cocaína y alcohol que lleva encima cuando la realiza. “Ah, mira, hasta tanto ya no puedo confirmar. Mi realismo tiene un límite. Aunque Bob Zemeckis me aseguró que la cocaína haría que alguien pilotara más relajado y con coraje. ¿Te imaginas en la cola del avión y pensar: ¡qué c... hace el piloto que estamos volando boca abajo!?”.

Tras tantos años en la industria, y resulta que Robert “Bob” Zemeckis y Denzel Washington no habían cruzado sus pasos en la pantalla: “Es un gran piloto y un gran director. Tenía clarísimo que quería algo con oscuridad, con firmeza y a la vez que rodáramos rápido, con poco presupuesto. Porque el peso del personaje ya lo daba el guión. En fin, si algo he aprendido con los años, y sé que no soy original, es que nunca sabes qué va a pasar con las películas. Nunca”. ¿No tenía miedo de que Zemeckis, tras una década realizando filmes de animación, hubiera perdido el pulso? “No, porque una actuación es una actuación, y Tom Hanks es fundamental en 'Polar Express'”.

Del otro lado de la cámara


Hace justo 12 meses, Denzel Washington apuntó un par de datos sobre su carrera futura. Una, que tras su debut como director con ''Antwone Fisher'' (2002) y su segundo paso, ''The great debaters'' (2007), quería volver a dirigir, aunque lo veía complicado porque no encontraba financiación. “Pues la cosa ha mejorado y tengo claro que será en 2015. Sigo sin poder contar la historia porque aún no he cerrado por completo el presupuesto”. ¿No será una biografía sobre el pianista y compositor de jazz Thelonious Monk? “No, pero efectivamente, me encantaría encarnarlo en pantalla. Hay un guión dando vueltas por ahí”.

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