Niña Pastori, pasión por el flamenco
La intérprete llegará al Teatro Diana el próximo 29 de octubre, para presentar un disco con fuerte influencia latina
GUADALAJARA, JALISCO (08/OCT/2016).- Cada acto en su vida está dirigido por el corazón. Así es una de las voces más apasionadas de España, Niña Pastori, y el público tapatío tendrá oportunidad de disfrutarla este 29 de octubre en punto de las las 21:30 horas en el Teatro Diana. La cantante de flamenco llega a la ciudad para presentar su álbum “Ámame como soy” que es un homenaje a la música latinoamericana contemporánea y que además está nominado al Grammy Latino. En entrevista con EL INFORMADOR, la estrella habla de esta distinción y de lo que la audiencia podrá observar durante su concierto.
“La verdad es que este tipo de noticias siempre nos gustan y siempre son bienvenidas porque es un honor estar en los Grammys, el máximo premio al que podemos llegar, para mí ha sido un orgullo esta nominación y ojalá que me lo traiga”.
El amor por la música latina siempre ha estado presente en Niña, por ejemplo, en 2006 cuando publicó “Joyas Prestadas” con nuevas reversiones de temas como “Burbujas de amor”. Entonces, volver a adentrarse en el sabor latino y la intensidad de las letras, ya era algo familiar, latente y muy suyo.
“Yo siempre lo digo, soy flamenca, me gusta el flamenco y no tengo ninguna duda de que es la música que más me gusta, pero me gusta todo en general. Pero es verdad que lo latino a la hora de fusionarlo es como mucho más cercano y más fácil en un momento dado, me gusta mucho lo que hago y tengo la suerte de vivir de lo que me gusta. Y ese amor lo tengo desde siempre, desde que tengo uso de razón”.
En Guadalajara, Niña llevará un piano acústico, un contrabajo baby bass, una guitarra flamenca, dos coristas y dos percusionistas. La intérprete —quien es una de las cantantes que más ha grabado canciones de Alejandro Sanz— explica que el concierto tendrá base en “Ámame como soy”, pero también hará una retrospectiva de su carrera musical. “Haremos un repasito de todo lo que hemos hecho a lo largo de estos 20 años de carrera”.
De momento su gira sólo llegará a México, pero con el transcurrir del próximo año, seguirá haciendo presentaciones para Colombia y Venezuela, entre otros países.
Rompiendo las barreras
En la actualidad, la inmediatez marca la agenda del andar del mundo, y si bien tiene aspectos buenos como la unificación de géneros musicales y también sus fusiones, la voracidad por escuchar un sonido nuevo se consume tan rápido que el público ya espera algo nuevo mañana. Pero Niña comparte que se debe dar ese respiro para disfrutar con calma de la buena música.
“Pienso que con las nuevas tecnologías tenemos todo más a nuestro alcance, nos podemos conectar con otros artistas de otros lugares por muy lejos que estén, podemos hacer cosas juntos y compartir música, y para mí eso es genial. Ahora lo queremos todo en este momento y ya, y hay cosas que tienen su momento, su esfuerzo y que no son tan fáciles, y eso afecta a lo deprisa que vamos, queremos cocinar en cinco minutos una comida que se hace a fuego lento, hay ciertas cosas que no cambian”.
¿Y cómo vive Niña este mundo caótico? “Para ciertas cosas quizá está bien —la tecnología— porque si no te quedas atrás, pero me parece que para ciertas cosas es una locura, pero creo que un buen disco no se puede grabar en un mes, un buen disco tiene que tener su tiempo de composición, de repertorio, que toquen los músicos que deben de tocar, todo lleva su tiempo para que suene bien a la hora de mezclar y el resultado se nota”.
Sobre el camino que viene para el flamenco, la intérprete se muestra optimista. “Yo le veo un futuro muy bueno, es una música muy rica que tiene muchísimos colores y se pueden hacer muchas cosas. Es una música maravillosa que toca el alma, y siempre tiene que vivir y que existir”.
SABER MÁS
Abierta a las colaboraciones
Niña Pastori disfrutó mucho haber colaborado con Lila Downs y Soledad, fue una experiencia muy enriquecedora para ella, por lo que está abierta a hacer mancuerna con otros intérpretes, siempre y cuando la música que hacen ambos se adapte de manera natural.
“Con Lila y Soledad fue estupendo, para mí ha sido toda una experiencia con ellas que también hacen música tradicional, son como el equivalente mío en España, fue un gusto y un placer”.