Entretenimiento
Muere Carlos García Estrada
La estética de sus grabados tiene una fuerte carga política en la que exaltaba la gesta revolucionaria y sus logros
CIUDAD DE MÉXICO.- El artista plástico mexicano Carlos García Estrada, considerado uno de los grabadores más importantes del México del siglo XX, murió la madrugada de hoy a los 74 años de edad, a consecuencia de un paro cardiaco.
Su amiga Alina Galán informó que el deceso ocurrió a las 3:00 horas, en el hospital, al cual ingresó el desde hace mes y medio por complicaciones derivadas de la diabetes que padecía.
Le sobreviven hermanas, sobrinos y su compañera Ana Padilla, quienes actualmente lo velan en la calle de Miguel Schultz 124, colonia San Rafael. El día de mañana, abundó Alina Galán, su cuerpo será cremado y así terminará el paso por este mundo de uno de los pilares del grabado en México.
La última serie que venía trabajando García Estrada (1934), hasta antes de su entrada al hospital, tenía la temática del humo. "Ya no se pudo dar a conocer este trabajo tan bello, pero seguro que próximamente lo daremos a conocer, porque fue un trabajo excelso", indicó Galán.
El arte de García Estrada
El grabado fue un arte que Carlos García Estrada aprendió al lado de maestros como Leopoldo Méndez y Mariano Paredes. Entre 1955 y 1960 estudió en la Escuela de Pintura y Escultura "La Esmeralda" y en 1959 obtuvo su diploma de maestro grabador en la Escuela Nacional de Artes Gráficas.
Sus inicios en el grabado se remontan a 1951, cuando laboraba en un teatro guiñol. En ese entonces, consciente de que para poder diseñar los personajes debía tener conocimientos de artes plásticas, se comenzó a relacionar con artistas e intelectuales y conoció a personajes como Leopoldo Méndez, Abelardo Avila, Ermilo Abreu Gómez y Octavio Paz.
La estética de sus grabados tiene una fuerte carga política en la que exaltaba la gesta revolucionaria y sus logros. En 1967, junto con Carlos Olachea, Ignacio Manríquez, Susana Campos, Federico Avila y Jesús Martínez, integró el grupo "Nuevos Grabadores", que pugnaba por una ruptura con la escuela mexicana, cuyos representantes se aglutinaban en el Taller de Gráfica Popular.
El grupo de "Nuevo Grabadores" creó un manifiesto en el que aseguraban que era necesario que la gráfica se transformara, que tomara un nuevo rumbo, que hiciera tirajes más cortos y que se numeraran todas las copias.
La crítica de arte Teresa del Conde, quien lo consideró como un maestro consumado en la técnica de la punta seca en cobre, se refirió a García Estrada como un grabador que jamás ha quitado el dedo del renglón respecto de su quehacer.
"Con toda la razón del mundo cree en la importancia de la tradición gráfica en todos los países y específicamente en México", dijo en alguna ocasión.
Su amiga Alina Galán informó que el deceso ocurrió a las 3:00 horas, en el hospital, al cual ingresó el desde hace mes y medio por complicaciones derivadas de la diabetes que padecía.
Le sobreviven hermanas, sobrinos y su compañera Ana Padilla, quienes actualmente lo velan en la calle de Miguel Schultz 124, colonia San Rafael. El día de mañana, abundó Alina Galán, su cuerpo será cremado y así terminará el paso por este mundo de uno de los pilares del grabado en México.
La última serie que venía trabajando García Estrada (1934), hasta antes de su entrada al hospital, tenía la temática del humo. "Ya no se pudo dar a conocer este trabajo tan bello, pero seguro que próximamente lo daremos a conocer, porque fue un trabajo excelso", indicó Galán.
El arte de García Estrada
El grabado fue un arte que Carlos García Estrada aprendió al lado de maestros como Leopoldo Méndez y Mariano Paredes. Entre 1955 y 1960 estudió en la Escuela de Pintura y Escultura "La Esmeralda" y en 1959 obtuvo su diploma de maestro grabador en la Escuela Nacional de Artes Gráficas.
Sus inicios en el grabado se remontan a 1951, cuando laboraba en un teatro guiñol. En ese entonces, consciente de que para poder diseñar los personajes debía tener conocimientos de artes plásticas, se comenzó a relacionar con artistas e intelectuales y conoció a personajes como Leopoldo Méndez, Abelardo Avila, Ermilo Abreu Gómez y Octavio Paz.
La estética de sus grabados tiene una fuerte carga política en la que exaltaba la gesta revolucionaria y sus logros. En 1967, junto con Carlos Olachea, Ignacio Manríquez, Susana Campos, Federico Avila y Jesús Martínez, integró el grupo "Nuevos Grabadores", que pugnaba por una ruptura con la escuela mexicana, cuyos representantes se aglutinaban en el Taller de Gráfica Popular.
El grupo de "Nuevo Grabadores" creó un manifiesto en el que aseguraban que era necesario que la gráfica se transformara, que tomara un nuevo rumbo, que hiciera tirajes más cortos y que se numeraran todas las copias.
La crítica de arte Teresa del Conde, quien lo consideró como un maestro consumado en la técnica de la punta seca en cobre, se refirió a García Estrada como un grabador que jamás ha quitado el dedo del renglón respecto de su quehacer.
"Con toda la razón del mundo cree en la importancia de la tradición gráfica en todos los países y específicamente en México", dijo en alguna ocasión.
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