Entretenimiento
Moby y Underworld llevan a tapatíos al Xtremo
Cerca de ocho mil personas se reunieron en Calle 2 para vivir una intensa jornada de música diversa
Festival Xtremo en Calle 2, no sólo necesitaron paciencia para esperar a que cayera la noche y presenciara los actos de Moby y Underworld, sino también para que se abrieran las puertas del lugar.
A pesar de que con pocos días de antelación se había hecho público el programa en el cual se daba por hecho de que las bandas comenzarían a tocar en punto de las 12:00 horas, no fue sino hasta las 15:00 horas que se permitió el acceso a la audiencia. Contrario a lo que la mayoría suponía, el orden de aparición de las agrupaciones sufrió cambios tanto en hora como en escenario, además de la exclusión de algunas de ellas de la programación.
Mohicanas, pantalones entubados, atuendos oscuros y otras vestimentas más desenfadadas se pudieron observar en el festival extremo. Disgregados o en grupo, los visitantes representaban a través de su indumentaria sus preferencias o la tribu urbana a la que pertenecen, pero todos reunidos en un mismo espacio con la música como lenguaje común a pesar de las diferencias entre unos y otros.
Al tratarse de un cartel que incluía a representantes de géneros como el reggae el hip hop, el psicho y el alternativo divididos en diferentes escenarios, el público constituía una masa variopinta que bailaba y coreaba debajo de las cuatro plataformas, pero que en punto de las 19:00 horas comenzó a compartir un sentimiento musical de colectividad cuando los capitalinos de Austin TV aparecieron en el escenario principal.
A muchos sorprendió la ausencia de Fobia quienes cancelaron su presentación en el festival; sin embargo los tapatíos de Sussie4 se encargaron de no hacer notorio el hueco en la programación.
Conforme avanzaba la noche la expectativa se hacía más grande. En el escenario principal sólo estaban los miembros del soundcheck, pero debajo de ellos había una cantidad considerable de público que esperaban por Moby y Underworld.
Apenas unos minutos antes de las 22:00 horas una luz roja empezó a centellar en el escenario principal y los sintetizadores a sonar. Moby no tardó en contactar con el público tapatío. De entrada apareció rasgando una guitarra y haciendo gala de su capacidad como instrumentista pasaba a las percusiones y al teclado para luego recorrer uno y otro lado del escenario incitando al público que debajo de él no dejaba de brincar.
GUADALAJARA.- Los que llegaron puntualmente al primer día de actividades del
A pesar de que con pocos días de antelación se había hecho público el programa en el cual se daba por hecho de que las bandas comenzarían a tocar en punto de las 12:00 horas, no fue sino hasta las 15:00 horas que se permitió el acceso a la audiencia. Contrario a lo que la mayoría suponía, el orden de aparición de las agrupaciones sufrió cambios tanto en hora como en escenario, además de la exclusión de algunas de ellas de la programación.
Mohicanas, pantalones entubados, atuendos oscuros y otras vestimentas más desenfadadas se pudieron observar en el festival extremo. Disgregados o en grupo, los visitantes representaban a través de su indumentaria sus preferencias o la tribu urbana a la que pertenecen, pero todos reunidos en un mismo espacio con la música como lenguaje común a pesar de las diferencias entre unos y otros.
Al tratarse de un cartel que incluía a representantes de géneros como el reggae el hip hop, el psicho y el alternativo divididos en diferentes escenarios, el público constituía una masa variopinta que bailaba y coreaba debajo de las cuatro plataformas, pero que en punto de las 19:00 horas comenzó a compartir un sentimiento musical de colectividad cuando los capitalinos de Austin TV aparecieron en el escenario principal.
A muchos sorprendió la ausencia de Fobia quienes cancelaron su presentación en el festival; sin embargo los tapatíos de Sussie4 se encargaron de no hacer notorio el hueco en la programación.
Conforme avanzaba la noche la expectativa se hacía más grande. En el escenario principal sólo estaban los miembros del soundcheck, pero debajo de ellos había una cantidad considerable de público que esperaban por Moby y Underworld.
Apenas unos minutos antes de las 22:00 horas una luz roja empezó a centellar en el escenario principal y los sintetizadores a sonar. Moby no tardó en contactar con el público tapatío. De entrada apareció rasgando una guitarra y haciendo gala de su capacidad como instrumentista pasaba a las percusiones y al teclado para luego recorrer uno y otro lado del escenario incitando al público que debajo de él no dejaba de brincar.
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