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Mitos y verdades de Molotov

Con un pie en Guadalajara, la censura como sombra y el éxito en aumento, la agrupación se prepara para celebrar 20 años de carrera

GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2016).- Buena y mala fama. Mitos, verdades, música y profesionalismo. El bajista Paco Ayala define así a Molotov, la banda mexicana de rock que empezó su historia en los 90 sobre los escenarios de un México dispuesto a censurar su ritmo y prosa, y que ahora, 20 años después, es una de las agrupaciones latinas que encabeza los festivales europeos de mayor impacto.

Para celebrar dos décadas de carrera, Molotov prepara un magno concierto el 9 de septiembre en el Palacio de los Deportes, presume, en entrevista con EL INFORMADOR, el bajista del cuarteto integrado por “Tito” Fuentes, “Micky” Huidobro y Randy Ebright. También tendrán una gira por el interior de México, haciendo escala en Guadalajara el 11 de junio para tocar en el Revolution Fest. Además, visitarán Alemania, Holanda, Polonia, Austria, Hungría, Letonia y España.

“En los 90 empezamos a ir a Europa y nuestros conciertos eran extraños y la mayoría del público era latino. Después, fue todo lo contrario: los latinos emigraron y nos quedamos sólo con público local que no habla español, pero que le tiene mucho cariño y respeto a México… Hay quienes consideran que no somos la mejor representación de nuestro país por nuestra lingüística, pero hemos conectado bien en todos lados ya sea en español, con nuestro inglés mocho, con señas o lo que se pueda”.
 
El músico añade que en los últimos dos años Molotov ha estado grabando en audio y video todos sus conciertos, esperando presentar un material en los próximos meses que incluya temas inéditos que demuestren que el ingenio sigue en cada producción.

La censura sigue, pero diferente

El bajista añade que a Molotov no le interesan las millones de reproducciones que sus creaciones tienen en internet, ni las nominaciones, ni los premios como los Grammy. Lo más importante para ellos  ha sido mantenerse activos, regresar al estudio y seguir viajando —dentro y fuera del país— con aquellas canciones que van de lo trivial hasta aquellas que reflejan la realidad política y social de México, aunque esto último los orille a revivir la censura que experimentaron en 1996 con su disco debut “¿En dónde jugarán las niñas?”.

“El criterio para censurar siempre ha sido muy limitado para quien tiene el poder. La música no se tiene por qué explicar, es una expresión y a veces tiene un mensaje fuerte”, expresa Paco Ayala.

“Desgraciadamente hay gente que ha utilizado los espacios lejos de la libertad de expresión, con abuso y libertinaje para manifestar cosas que a la sociedad le han caído muy mal y lo primero que hace el Gobierno no es actuar sobre lo que está mal, sino lo más fácil que es presionar un botón y censurar a quien pueda para que la información no llegue a más cabezas, pero en las calles e internet no lo pueden ocultar”.

No todo es fiesta

Paco Ayala, quien funge también como letrista y multi-instrumentista, destaca que contrario a lo que el público cree sobre la vida desenfrenada que Molotov lleva fuera de los escenarios, los músicos buscan deslindarse del concepto rockstar y dar prioridad a sus responsabilidades familiares: “Creen que hemos estado de fiesta por 20 años, lo hemos tratado, pero no hay cuerpo humano que lo soporte. Nos dedicamos a la música y vivimos de esto, no podemos estar en un formato como el rockstar, no lo somos, eso sólo se ve en las películas… No hay fiestas”.

El músico puntualiza que si  bien el camino ha sido glorioso para Molotov, de las críticas negativas han logrado marcar su estilo para lidiar con una industria compleja y aferrarse a la fidelidad que el público entrega en cada uno de sus conciertos; incluso, con un medio más juvenil: “Nuestras canciones se han convertido en atemporales. El encuentro generacional es increíble, los más chavos ven a bandas como Molotov y eso nos mantiene vivos, los papás, tíos y hermanos mayores llevan a los niños a nuestros conciertos, a ver estos viejitos que siguen en el relajo”.

Sobre la industria

Pese a que el acercamiento es más íntimo con el público a través de plataformas digitales, Paco expresa que esto también ha modificado la respuesta de consumo y no por culpa de la audiencia, pues la responsabilidad recae también en las innovaciones que los músicos deben ofrecer para adaptarse a las nuevas exigencias de la industria.

“Hay que preguntarle al público por qué están cambiando las cosas, saber por qué no pagan un boleto para ir a un concierto, no puedes exigirles. Si prefieren comprar un disco pirata hay que preguntar qué pasa. Nos costó trabajo entender que teníamos que vivir de los conciertos, las ventas de los discos se las quedaban las disqueras y nosotros quedábamos debiendo dinero aunque vendiéramos millones. Si tu público no está para apoyarte, tu carrera se va por un tubo”, finaliza.
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