Entretenimiento
Michelle Rodriguez, de visita en Machu Picchu
Se comprometió a enviar fotografías de las ruinas de Machu Picchu 'cuando tenga un servicio celular
LIMA, PERÚ (23/AGO/2011).- La actriz estadunidense Michelle Rodriguez, quien saltó a la fama por su participación en la película 'Avatar', visitó hoy la ciudadela inca de Machu Picchu, un santuario enigmático abrazado por un círculo de montañas en Perú.
Rodriguez, quien participó también en el filme 'Rápidos y furiosos' y en la serie televisiva 'Lost', se declaró maravillada de la ciudad Inca, rodeada por un abismo de 400 metros.
'Camino a Cusco, Perú, para sumergirme en mí misma, guiada por chamanes, amor y luz, deséenme suerte', escribió la actriz en su cuenta en la red social 'Twitter'.
Rodriguez, además, se comprometió a enviar fotografías de las ruinas de Machu Picchu 'cuando tenga un servicio celular'.
La ciudad es considerada uno de los enigmas arqueológicos más bellos y fascinantes del mundo y la montaña o cumbre vieja es custodiada por otra montaña llamada Huayna Picchu o Joven Cumbre, más alta que la primera, y que aparece siempre al fondo.
Tiene templos de granito, acueductos, fuentes, tumbas, terrazas y miles de escaleras permanecieron ocultos hasta el descubrimiento que hiciera en 1911 el experto estadunidense Hiram Bingham.
Rodriguez, quien participó también en el filme 'Rápidos y furiosos' y en la serie televisiva 'Lost', se declaró maravillada de la ciudad Inca, rodeada por un abismo de 400 metros.
'Camino a Cusco, Perú, para sumergirme en mí misma, guiada por chamanes, amor y luz, deséenme suerte', escribió la actriz en su cuenta en la red social 'Twitter'.
Rodriguez, además, se comprometió a enviar fotografías de las ruinas de Machu Picchu 'cuando tenga un servicio celular'.
La ciudad es considerada uno de los enigmas arqueológicos más bellos y fascinantes del mundo y la montaña o cumbre vieja es custodiada por otra montaña llamada Huayna Picchu o Joven Cumbre, más alta que la primera, y que aparece siempre al fondo.
Tiene templos de granito, acueductos, fuentes, tumbas, terrazas y miles de escaleras permanecieron ocultos hasta el descubrimiento que hiciera en 1911 el experto estadunidense Hiram Bingham.
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