Entretenimiento
Metallica muestra su furia sobre Rock in Río en Las Vegas
El grupo pone punto y final al primer fin de semana del festival
Metallica puso el punto y final al primer fin de semana de
Rock in Río en Las Vegas (Nevada) con una descarga de rock furioso en medio de un ambiente de nostalgia recibido con entusiasmo por un público de todas las edades.
El grupo californiano, acompañado por 150 fans testigos directos de su actuación desde el mismo escenario, incendió el recinto poco antes de la medianoche con un inicio atronador donde "Fuel", "Master of Puppets" y "King Nothing" sonaron estremecedoras y triunfantes.
Su líder, James Hetfield, en plena forma a sus 51 años, demostró ser muy capaz aún de erizar la piel de los espectadores con riffs clásicos como los de "Unforgiven", "Nothing Else Matters" o "Enter Sandman".
Y para rizar el rizo, apostó por temas infalibles como "Whiskey in the jar" o "Seek and destroy", el colofón de una noche que miró sin miedo al pasado.
"Tengo 55 años y he venido a Rock in Río únicamente por ellos", dijo Mike Sullivan, uno de los asistentes al concierto. "Es la séptima vez que los veo en directo, me traen enormes recuerdos y siguen siendo magníficos hoy día", añadió.
Unos minutos antes Linkin Park había dejado el pabellón muy alto merced al torrente de voz de Chester Bennington y las guitarras de Mike Shinoda y Brad Delson, letales atacando canciones como "Papercut", "Given up" o "One step closer", antes de dejar para la recta final sus trallazos "Numb", "In the end" y "Faint", para la que contaron con la ayuda de Austin Carlile.
La gran sorpresa de su espectáculo llegó cuando tocaron por primera vez en directo "Line in the sand", incluida en su último disco, "The Hunting Party".
Previamente Sepultura, celebrando sus 30 años sobre el escenario, brindó una potente actuación con traca final gracias a la intervención del prodigioso Steve Vai, que apareció bajo los focos con la fastuosa e hipnótica introducción de "Kaiowas" antes de sumarse a "Bad Horsie" y "Roots Bloody Roots".
Asimismo, Rise Against, con el enérgico y carismático Tim McIlrath al frente, encandiló a los presentes al ritmo de temas como "Behind closed doors", "Good left undone" y "I don't wanna be here", entre otros.
Caía la noche y Las Vegas, a pesar de sus neones, se tornó aún más oscura con la llegada de Deftones y el metal implacable de "Diamond eyes", "Rosemary" o "Tempest", momentos de gran intensidad que precedieron a la llegada de los dos pesos pesados de la noche.
Fue una jornada muy intensa para Rock in Rio Las Vegas que no dio ni un ápice de descanso debido a la cercanía de sus escenarios principales, apenas separados por unos 500 metros pero con las actuaciones intercaladas para que el público no se pierda ninguna de las principales propuestas musicales.
El certamen busca establecerse como festival de referencia a pesar de celebrarse en fechas muy cercanas a las de Coachella, con raíces en la escena independiente aunque capaz de atraer a grandes nombres durante sus 16 años de trayectoria.
De ese evento se ha copiado su espíritu grandilocuente, un pequeño paso para labrarse una imagen "global" y "reconocible", según dijo el fundador de Rock in Río, Roberto Medina, en un comunicado.
Los conciertos en Las Vegas se desarrollan en plena avenida del Strip, donde se concentran los mayores hoteles y casinos, una zona que espera ser sede del evento cada dos años.
"Esperamos convertirnos en un evento global en múltiples continentes y países, celebrado en intervalos de tiempos como los Juegos Olímpicos o el Mundial de fútbol", sostuvo Medina.
"Pero", advirtió, "añadiremos una diferencia fundamental: en vez de promover atletas o la competición entre países, cada edición será una oportunidad de unir a la gente bajo la bandera del arte".
Rock in Río, que en los últimos años se ha extendido a Lisboa y Madrid, se celebrará en Río de Janeiro los fines de semana del 18 al 20 de septiembre y del 24 al 17 del mismo mes.
De hecho, los sabores y sonidos "canarinhos" estuvieron muy presentes en "la ciudad del pecado" con puestos de comida tradicional y las actuaciones de artistas como Pepeu Gomes, Spock Frevo Orquestra o el saxofonista Leo Gandelman.
El próximo fin de semana el festival se volcará con el género pop y brindará la presencia de estrellas como Taylor Swift, Ed Sheeran, Jessie J, Bruno Mars y John Legend, entre otros. El británico Sam Smith, anunciado previamente, canceló su intervención tras anunciar que se operará de las cuerdas vocales.
LAS VEGAS, ESTADOS UNIDOS (10/MAY/2015).-
El grupo californiano, acompañado por 150 fans testigos directos de su actuación desde el mismo escenario, incendió el recinto poco antes de la medianoche con un inicio atronador donde "Fuel", "Master of Puppets" y "King Nothing" sonaron estremecedoras y triunfantes.
Su líder, James Hetfield, en plena forma a sus 51 años, demostró ser muy capaz aún de erizar la piel de los espectadores con riffs clásicos como los de "Unforgiven", "Nothing Else Matters" o "Enter Sandman".
Y para rizar el rizo, apostó por temas infalibles como "Whiskey in the jar" o "Seek and destroy", el colofón de una noche que miró sin miedo al pasado.
"Tengo 55 años y he venido a Rock in Río únicamente por ellos", dijo Mike Sullivan, uno de los asistentes al concierto. "Es la séptima vez que los veo en directo, me traen enormes recuerdos y siguen siendo magníficos hoy día", añadió.
Unos minutos antes Linkin Park había dejado el pabellón muy alto merced al torrente de voz de Chester Bennington y las guitarras de Mike Shinoda y Brad Delson, letales atacando canciones como "Papercut", "Given up" o "One step closer", antes de dejar para la recta final sus trallazos "Numb", "In the end" y "Faint", para la que contaron con la ayuda de Austin Carlile.
La gran sorpresa de su espectáculo llegó cuando tocaron por primera vez en directo "Line in the sand", incluida en su último disco, "The Hunting Party".
Previamente Sepultura, celebrando sus 30 años sobre el escenario, brindó una potente actuación con traca final gracias a la intervención del prodigioso Steve Vai, que apareció bajo los focos con la fastuosa e hipnótica introducción de "Kaiowas" antes de sumarse a "Bad Horsie" y "Roots Bloody Roots".
Asimismo, Rise Against, con el enérgico y carismático Tim McIlrath al frente, encandiló a los presentes al ritmo de temas como "Behind closed doors", "Good left undone" y "I don't wanna be here", entre otros.
Caía la noche y Las Vegas, a pesar de sus neones, se tornó aún más oscura con la llegada de Deftones y el metal implacable de "Diamond eyes", "Rosemary" o "Tempest", momentos de gran intensidad que precedieron a la llegada de los dos pesos pesados de la noche.
Fue una jornada muy intensa para Rock in Rio Las Vegas que no dio ni un ápice de descanso debido a la cercanía de sus escenarios principales, apenas separados por unos 500 metros pero con las actuaciones intercaladas para que el público no se pierda ninguna de las principales propuestas musicales.
El certamen busca establecerse como festival de referencia a pesar de celebrarse en fechas muy cercanas a las de Coachella, con raíces en la escena independiente aunque capaz de atraer a grandes nombres durante sus 16 años de trayectoria.
De ese evento se ha copiado su espíritu grandilocuente, un pequeño paso para labrarse una imagen "global" y "reconocible", según dijo el fundador de Rock in Río, Roberto Medina, en un comunicado.
Los conciertos en Las Vegas se desarrollan en plena avenida del Strip, donde se concentran los mayores hoteles y casinos, una zona que espera ser sede del evento cada dos años.
"Esperamos convertirnos en un evento global en múltiples continentes y países, celebrado en intervalos de tiempos como los Juegos Olímpicos o el Mundial de fútbol", sostuvo Medina.
"Pero", advirtió, "añadiremos una diferencia fundamental: en vez de promover atletas o la competición entre países, cada edición será una oportunidad de unir a la gente bajo la bandera del arte".
Rock in Río, que en los últimos años se ha extendido a Lisboa y Madrid, se celebrará en Río de Janeiro los fines de semana del 18 al 20 de septiembre y del 24 al 17 del mismo mes.
De hecho, los sabores y sonidos "canarinhos" estuvieron muy presentes en "la ciudad del pecado" con puestos de comida tradicional y las actuaciones de artistas como Pepeu Gomes, Spock Frevo Orquestra o el saxofonista Leo Gandelman.
El próximo fin de semana el festival se volcará con el género pop y brindará la presencia de estrellas como Taylor Swift, Ed Sheeran, Jessie J, Bruno Mars y John Legend, entre otros. El británico Sam Smith, anunciado previamente, canceló su intervención tras anunciar que se operará de las cuerdas vocales.
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