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Melancolía, la bilis negra de Lars von Trier

La nueva película del cineasta danés llega precedida de varios premios de la crítica europea

Melancolía, la bilis negra de Lars von Trier
GUADALAJARA, JALISCO (26/JUL/2012).- Luego de haber debutado en Cannes el año pasado, llega por fin mañana (viernes) a las salas de cine mexicanas la más reciente película de Lars von Trier, Melancholia.

Con una impresionante (y un tanto delirante) secuencia inicial en slow motion, acompañada de Tristán e Isolda de Richard Wagner como preludio a su trama, este drama con tintes de ciencia ficción recrea los últimos días de una familia antes de que un planeta acabe con la humanidad.

La estancia de Melancholia en el festival de cine francés dio mucho de qué hablar. Sin embargo, no fue para bien, puesto que las declaraciones del escritor y director de esta pieza cinematográfica opacaron su premier. Tras manifestarse como simpatizante de Adolf Hitler durante una rueda de prensa, el consejo administrativo de Cannes declaró a Lars como "persona non grata", aún después de ofrecer disculpas a través de un comunicado.

"Yo entiendo a Hitler aunque comprendo que hizo cosas equivocadas, por supuesto. Sólo estoy diciendo que entiendo al hombre, no es lo que llamaríamos un buen tipo pero simpatizo con él", fueron las palabras del danés al preguntársele por sus raíces germanas, a pesar de que la temática del filme que presentaba no recurriera a algo afín en lo absoluto, salvo la intención del autor por retomar la corriente romántica alemana como banda sonora.

La personalidad irreverente de von Trier siempre ha dado de qué hablar. No obstante, su obra no requiere de encabezados escandalosos para darse a notar. Su estética vanguardista perteneciente al movimiento fílmico conocido como Dogma 95, que recurre al mínimo de tecnología y se enfoca en destacar la actuación y la historia, ha generado una nueva vertiente en las formas de concebir el cine en épocas de "blockbusters" (o hits taquilleros) con presupuestos exorbitantes.

A pesar de los problemas alrededor de su estreno, Melancholia logró destacar ante la crítica especializada, obteniendo Dunst el galardón a mejor actriz en dicha emisión de la ceremonia de Cannes. Además, por parte de la Sociedad Nacional de Críticos de Cine de Estados Unidos (NSFC por sus siglas en inglés) fue seleccionada como mejor película de 2011.

De la melancolía al desasosiego


Dividida en dos partes, Melancholia se centra primeramente en Justine: personaje caracterizado por Kirsten Dunst que celebra su ceremonia nupcial la cual, a pesar de ser la boda de ensueño para cualquier mujer, va deteriorándose conforme avanza la noche y una serie de conflictos salen a relucir. La condición depresiva de Justine le impide reparar en emociones, volviéndola vulnerable ante situaciones estresantes. Su hermana será ese sujeto que la mantenga a flote.

Mientras tanto, la segunda parte aborda a Claire, quien sufre una vuelta de tuerca y ahora es quien experimenta angustia y desconsuelo ante la llegada apocalíptica del planeta Melancolía, mientras que su consanguínea encuentra sosiego ante el fin del mundo: una metáfora de cómo la tristeza, la apatía y los conflictos intrapersonales llegan a arrasar o modificar la vida con la fuerza de un cuerpo celeste que ha perdido su órbita.

Las mujeres y el martirio de von Trier

La obra fílmica de este danés se ha caracterizado por constantes temáticas muy arraigadas en su estilo y en sus métodos para resolver los conflictos de cada una de sus cintas. Ejemplo de ello es la tortura en sus personajes femeninos. Basta con recordar a cuatro de sus protagonistas: Bess, mujer que en Breaking the waves (1996) se entrega a la promiscuidad como acto expiatorio ante un Dios inexorable que puede salvar o no la vida de su esposo.

Así como la ingenua y pueril Selma, encarnada por la cantante Björk en Dancer in the dark (2000) que se ve involucrada en un crimen que no cometió, por el que es condenada a pena de muerte: tragedia que emprende como sacrificio con tal de mejorar la situación de su primogénito, el cual padece de una enfermedad hereditaria que lo lleva a perder poco a poco la vista.

Mientras que en estas dos cintas las mujeres son vistas como mártires que entregan su vida a cambio de reivindicar la de sus seres queridos, es en Antichrist (2009) donde esta perspectiva se vuelve completamente opuesta, viendo a Ella como antagonista, figura que ilustra lo instintivo y carnal del ser humano en contraposición con Él, la razón que intenta esclarecer el camino de Ella mientras sobrelleva el proceso de duelo ante la pérdida de su hijo único.

Esta fórmula se repite en Melancholia (2011), donde la inestabilidad mental es personificada por Justine (Kirsten Dunst), quien es arrastrada por una tristeza vaga y su hermana Claire (Charlotte Gainsbourg), quien experimenta una crisis de ansiedad ante la indetenible colisión del planeta Melancolía contra la Tierra.

Si bien su reiterada intención por torturar sus personajes femeninos ha sido constantemente catalogada como misoginia, no es muestra de una verdadera postura por parte del cineasta, como lo puede ser de una visión autoral que lo consagra como uno de los más polémicos directores contemporáneos.

FRASE

"
Una película debería ser como una piedra en el zapato "

Lars von Trier,
director de cine.
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