Entretenimiento
Matthew Dear despliega su sonido en Plaza Liberación
El artista ofrece un recital lleno de beats, buena vibra y mezcla de ritmos
Vestido con un saco blanco que lo hacía parecer un galán salido de Miami Vice, Dear se dedicó a “hacer vibrar” la plancha de la plaza, que lució una asistencia de poco mas de mil 800 personas, en su mayoría fanáticas del estilo progresivo y experimental con el que el artista ha dirigido su carrera.
Casi perfecto
La producción que desplegó el artista fue en general sobria, e incluso contrastaba con el derroche de energía que mostró sobre el escenario. Dear saludó a los tapatíos al arranque de su show y ocasionalmente entre tema y tema agradeció la asistencia de los presentes, e incluso se dio el lujo de bromear un poco.
Por lo demás, el artista hizo uso de un juego de luces idéntico al que habían mostrado Battles, Beans y Antipop en días pasados, con la única diferencia de que Dear llevó una lona para identificar su espectáculo.
El público asistente estaba compuesto en su mayoría por fieles fanáticos, lo que garantizó la entrega de los presentes, condimentada con los vendedores de comida y parafernalia diversa, aunque si hubo un actor que “involuntariamente” se llevó todas las presentaciones de La Alternativa, fue el vendedor de camotes y su silbato, que sonó en cada show siempre en los silencios y entre cada canción.
El perfil
Multifacético
Las facetas de Matthew Dear son variadas. DJ, productor, artista y líder de una banda son algunos de los cargos que ha desempeñado en su carrera.
Dear es además el cofundador de uno de los sellos independientes más destacados y reconocidos en el mundo de la música: Ghostly International, que tiene dentro de sus filas a artistas como Gold Panda, Phantogram, School of Seven Bells, entre otros.
Dear ha dejado patente su calidad en las placas Plus 8 (bajo el alias False) y Perlon (bajo el apodo de Jabberjaw). Su disco de año pasado, el aclamado Black City levantó opiniones favorables entre la crítica, donde incluso fue calificado como una “obra de arte”.
EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ
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