Entretenimiento
MasterChef México a la rústica
En la undécima emisión, los participantes cocinaron en un campamento
GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2015).- Cada vez más cerca de la recta final, el ‘reality show’
MasterChef es factor de sorpresa y en esta ocasión el asombro, el miedo, la emoción y el aprendizaje fue sinónimo de la onceava emisión televisiva.
Como primer reto los concursantes tuvieron que salir de la cocina para dirigirse a un campamento confrontados con la naturaleza: cascada, río, suelo irregular y sin ningún electrodoméstico al alcance de los competidores. Pero antes de llevarse a cabo la primera fase de eliminatoria, Carmen, Marlene, Gina, Nallely, la Hermana Flor, Alan, Diana y Gonzalo escalaron y caminaron durante un largo trayecto hasta llegar a su destino para pasar la noche en las casas de campaña que ellos mismos instalaron.
La nueva experiencia parecía miel sobre hojuelas, sin embargo las problemáticas comenzaron cuando los ganadores del pasado programa tuvieron la oportunidad de seleccionar al equipo que los apoyaría en la preparación de alimentos.
La Hermana Flor, como capitana del grupo rojo integró a las primeras personas que conformarían su equipo; por su parte, Alan Rangel representó al equipo azul, del cual no estaba conforme, ya que a su modo de ver, quedaban sólo los participantes con un menor potencial en la cocina. “La Madre Flor tuvo ventaja en el reto por escoger primero a su equipo”, señaló Alan.
Finalmente entre gritos y desacuerdos, asombrosamente el equipo azul salió victorioso a pesar de todo el caos que se generó, gracias a la decisión de los ex concursantes que se adhirieron al programa para asumir el papel como comensales y calificadores de platillos.
Suculentos conocimientos
En la segunda etapa eliminatoria los participantes regresaron a las instalaciones de MasterChef para que el Chef Benito les diera una clase magistral sobre las principales técnicas de corte en pescados, lo que llevó a que el segundo reto consistiera en la identificación de pescados y realización de cortes.
La Hermana Flor, Diana y Carmen no consiguieron demostrar sus conocimientos en pescadería, acto consecutivo a seguir portando los temidos mandiles negros; del que permanentemente no se salvó Carmen después de descubrir que su platillo ‘Sashimi de Jurel’ no sostuvo el encanto que los jueces requerían.
¡NO TE LO PIERDAS!
MasterChef: todos los domingos a través de Azteca 13 a las 21:00 horas.
Como primer reto los concursantes tuvieron que salir de la cocina para dirigirse a un campamento confrontados con la naturaleza: cascada, río, suelo irregular y sin ningún electrodoméstico al alcance de los competidores. Pero antes de llevarse a cabo la primera fase de eliminatoria, Carmen, Marlene, Gina, Nallely, la Hermana Flor, Alan, Diana y Gonzalo escalaron y caminaron durante un largo trayecto hasta llegar a su destino para pasar la noche en las casas de campaña que ellos mismos instalaron.
La nueva experiencia parecía miel sobre hojuelas, sin embargo las problemáticas comenzaron cuando los ganadores del pasado programa tuvieron la oportunidad de seleccionar al equipo que los apoyaría en la preparación de alimentos.
La Hermana Flor, como capitana del grupo rojo integró a las primeras personas que conformarían su equipo; por su parte, Alan Rangel representó al equipo azul, del cual no estaba conforme, ya que a su modo de ver, quedaban sólo los participantes con un menor potencial en la cocina. “La Madre Flor tuvo ventaja en el reto por escoger primero a su equipo”, señaló Alan.
Finalmente entre gritos y desacuerdos, asombrosamente el equipo azul salió victorioso a pesar de todo el caos que se generó, gracias a la decisión de los ex concursantes que se adhirieron al programa para asumir el papel como comensales y calificadores de platillos.
Suculentos conocimientos
En la segunda etapa eliminatoria los participantes regresaron a las instalaciones de MasterChef para que el Chef Benito les diera una clase magistral sobre las principales técnicas de corte en pescados, lo que llevó a que el segundo reto consistiera en la identificación de pescados y realización de cortes.
La Hermana Flor, Diana y Carmen no consiguieron demostrar sus conocimientos en pescadería, acto consecutivo a seguir portando los temidos mandiles negros; del que permanentemente no se salvó Carmen después de descubrir que su platillo ‘Sashimi de Jurel’ no sostuvo el encanto que los jueces requerían.
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