Entretenimiento
Mars Volta conquista con frialdad
Mars Volta a noche demostró que su música es para fieles antes que multitudes
GUADALAJARA, JALISCO.- Es cierto. El Foro de la Expo Guadalajara no se llenó. Pero a pesar de no lucir abarrotado Mars Volta a noche demostró que su música es para fieles antes que multitudes.
La banda de rock progresivo, cuya principal característica son sus kilométricas canciones de hasta 10 minutos de duración, cumplió (y nada más eso) con la promesa hecha a los tapatíos hace casi un año: volver.
Media hora antes del concierto la gente presente en el Foro mataba la espera jugando con un enorme globo rojo. Pero a las 21:30 horas la espera acabo. El conjunto se apoderó del escenario precedido por el sonido de una trompeta que ya no lo abandonaría a lo largo de una hora y 25 minutos.
La energía demostrada por la banda resulto un magneto para los espectadores, quienes no separaron la vista del Cedric Zavala y Omar Rodríguez, los lideres de la agrupación, quienes brincaron se contorsionaron y no dudaron en hacer auténticos malabares con el micrófono y los cables.
No hubo mayor escenario que el juego habitual de luces y las enormes bocinas de Mars Volta, quienes se comunicaban solo con su música, no hubo ningún tipo de saludo ni guiño a su público.
Los temas emanados de sus discos, incluyendo el mas reciente, “The bedlamin Goliat h”, sirvieron como atmósfera de un concierto de un solo lado, la gente prendida y de Mars Volta frío, la deuda sigue pendiente.
La banda de rock progresivo, cuya principal característica son sus kilométricas canciones de hasta 10 minutos de duración, cumplió (y nada más eso) con la promesa hecha a los tapatíos hace casi un año: volver.
Media hora antes del concierto la gente presente en el Foro mataba la espera jugando con un enorme globo rojo. Pero a las 21:30 horas la espera acabo. El conjunto se apoderó del escenario precedido por el sonido de una trompeta que ya no lo abandonaría a lo largo de una hora y 25 minutos.
La energía demostrada por la banda resulto un magneto para los espectadores, quienes no separaron la vista del Cedric Zavala y Omar Rodríguez, los lideres de la agrupación, quienes brincaron se contorsionaron y no dudaron en hacer auténticos malabares con el micrófono y los cables.
No hubo mayor escenario que el juego habitual de luces y las enormes bocinas de Mars Volta, quienes se comunicaban solo con su música, no hubo ningún tipo de saludo ni guiño a su público.
Los temas emanados de sus discos, incluyendo el mas reciente, “The bedlamin Goliat h”, sirvieron como atmósfera de un concierto de un solo lado, la gente prendida y de Mars Volta frío, la deuda sigue pendiente.
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