Entretenimiento
Maridos educados y armoniosos
El 'reality' creado en Argentina causa furor en televisión con su dinámica para que los hombres 'crezcan' en su relación
GUADALAJARA, JALISCO (23/ABR/2015).- A través de
Fox Life, el pasado 9 de abril se estrenó el 'reality show' “Escuela para maridos”, una producción argentina que busca llevar armonía en la relación de ocho parejas, partiendo de educar al marido. Los conductores de la emisión son Alejandro Fantino y Alessandra Rampolla junto con Julieta “Cayetina” Cajg, pero es Marcelo Daniel Cubellun Rimer, psicoanalista especializado en sexología y educación sexual, quien se encarga de estar detrás de las temáticas en el desarrollo del programa.
Precisamente él es quien comparte a esta casa editorial por qué el "reality" lleva ese nombre y no el que podría ser más común, como podría ser “Escuela para parejas”: “Fue uno de los puntos que discutimos muchas veces, y lo que entendimos es que realmente en este caso y con este 'casting' que hemos planteado, es que en verdad queremos operar sobre el marido, entendemos que la pareja va a ser la beneficiaría, pero el marido es el que tiene qué hacer los cambios iniciales, como en aquella película ‘Alguien tiene que ceder’, tenemos que entender que el varón y sobretodo en nuestra cultura, él debe comenzar a poner la energía necesaria para que esto fluya, sino esto se transforma en una fuente de reclamos”.
Rumbo a la perfección
Que el hombre cambie primero es solamente un paso previo a que todo en su vida en pareja comience a sufrir modificaciones sustanciales. Cubellun Rimer explica que luego el cambio se retroalimenta con ambos integrantes de la relación. Además, desde su perspectiva y en sus 30 años como terapeuta de pareja, se da cuenta que cuando el varón está consciente de esas transformaciones es más sencillo y rápido todo porque la mujer es más flexible a la posibilidad de cambiar cuando ve que las modificaciones son reales en el hombre.
“Las parejas se eligieron fundamentalmente basadas en estereotipos clásicos, el hombre que está demasiado ligado a la familia de origen, el machista… Hombres que sean como paradigmas como el celoso, todos los hombres que tienen una debilidad con respecto a su modalidad de vincularse en pareja. Todas las parejas son de mediana edad con más o menos tiempo, dos años, otras con quince años, algunas con hijos, otras sin hijos, quisimos representar una mezcla variopinta de qué está pasando con las parejas en este momento”.
Sobre las grabaciones y las reacciones de las parejas participantes, el especialista explica que siempre estuvieron cercanos para ver el desarrollo de las relaciones, no para utilizar los momentos incómodos como parte del espectáculo, sino para ver cómo podrían resolver de la mejor manera las situaciones inesperadas que se podrían suscitar.
“Lo que hemos hecho desde el primer momento de la grabación y del 'casting' supervisado por 'test', entrevistas psicológicas, dos profesionales distintos, y luego con mi presencia, (fue estar) permanentemente en todo momento de la grabación, tanto mi equipo como yo estábamos atentos a repercusiones negativas que pudieran existir en los participantes”.
Colaboración dinámica
En cada capítulo semanal que suma 10 programas, las parejas pasarán por ejercicios teóricos y prácticos, así como la evaluación que está enfocada en recuperar la armonía entre el hombre y la mujer y poder quitar los malos hábitos de su relación. Al respecto, el sexólogo enfatiza que el trabajo con Alejandro, Alessandra y “Cayetina”, fue una dinámica muy participativa.
“Hicimos varias reuniones de trabajo con Alessandra, Alejandro y realmente pudimos entender que los acuerdos son acuerdos conceptuales y me parece que eso es lo importante, hemos trabajado como una escuela, nos pusimos a colaborar en el programa de cada materia, realmente discutíamos con todo el equipo y los profesores y con quienes venían a ayudarnos como si realmente fuera una escuela, creemos en esto del aprendizaje, ellos son excelentes profesionales”.
SABER MÁS
Las razones del adiós
Marcelo Daniel señala desde su experiencia que las parejas anteriormente decidían alejarse porque las mujeres reclamaban comunicación y los hombres reclamaban sexo, “las parejas tenían esta dificultad de escucharse y de la carga sexual que buscaban. En este momento lo que más separa a las parejas es la imposibilidad de establecer caminos conjuntos, es decir, —de comunicarse—, cada vez somos más desconocidos con el otro”.
Precisamente él es quien comparte a esta casa editorial por qué el "reality" lleva ese nombre y no el que podría ser más común, como podría ser “Escuela para parejas”: “Fue uno de los puntos que discutimos muchas veces, y lo que entendimos es que realmente en este caso y con este 'casting' que hemos planteado, es que en verdad queremos operar sobre el marido, entendemos que la pareja va a ser la beneficiaría, pero el marido es el que tiene qué hacer los cambios iniciales, como en aquella película ‘Alguien tiene que ceder’, tenemos que entender que el varón y sobretodo en nuestra cultura, él debe comenzar a poner la energía necesaria para que esto fluya, sino esto se transforma en una fuente de reclamos”.
Rumbo a la perfección
Que el hombre cambie primero es solamente un paso previo a que todo en su vida en pareja comience a sufrir modificaciones sustanciales. Cubellun Rimer explica que luego el cambio se retroalimenta con ambos integrantes de la relación. Además, desde su perspectiva y en sus 30 años como terapeuta de pareja, se da cuenta que cuando el varón está consciente de esas transformaciones es más sencillo y rápido todo porque la mujer es más flexible a la posibilidad de cambiar cuando ve que las modificaciones son reales en el hombre.
“Las parejas se eligieron fundamentalmente basadas en estereotipos clásicos, el hombre que está demasiado ligado a la familia de origen, el machista… Hombres que sean como paradigmas como el celoso, todos los hombres que tienen una debilidad con respecto a su modalidad de vincularse en pareja. Todas las parejas son de mediana edad con más o menos tiempo, dos años, otras con quince años, algunas con hijos, otras sin hijos, quisimos representar una mezcla variopinta de qué está pasando con las parejas en este momento”.
Sobre las grabaciones y las reacciones de las parejas participantes, el especialista explica que siempre estuvieron cercanos para ver el desarrollo de las relaciones, no para utilizar los momentos incómodos como parte del espectáculo, sino para ver cómo podrían resolver de la mejor manera las situaciones inesperadas que se podrían suscitar.
“Lo que hemos hecho desde el primer momento de la grabación y del 'casting' supervisado por 'test', entrevistas psicológicas, dos profesionales distintos, y luego con mi presencia, (fue estar) permanentemente en todo momento de la grabación, tanto mi equipo como yo estábamos atentos a repercusiones negativas que pudieran existir en los participantes”.
Colaboración dinámica
En cada capítulo semanal que suma 10 programas, las parejas pasarán por ejercicios teóricos y prácticos, así como la evaluación que está enfocada en recuperar la armonía entre el hombre y la mujer y poder quitar los malos hábitos de su relación. Al respecto, el sexólogo enfatiza que el trabajo con Alejandro, Alessandra y “Cayetina”, fue una dinámica muy participativa.
“Hicimos varias reuniones de trabajo con Alessandra, Alejandro y realmente pudimos entender que los acuerdos son acuerdos conceptuales y me parece que eso es lo importante, hemos trabajado como una escuela, nos pusimos a colaborar en el programa de cada materia, realmente discutíamos con todo el equipo y los profesores y con quienes venían a ayudarnos como si realmente fuera una escuela, creemos en esto del aprendizaje, ellos son excelentes profesionales”.
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Las razones del adiós
Marcelo Daniel señala desde su experiencia que las parejas anteriormente decidían alejarse porque las mujeres reclamaban comunicación y los hombres reclamaban sexo, “las parejas tenían esta dificultad de escucharse y de la carga sexual que buscaban. En este momento lo que más separa a las parejas es la imposibilidad de establecer caminos conjuntos, es decir, —de comunicarse—, cada vez somos más desconocidos con el otro”.
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