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Margarita, capitana de su destino

Con 30 años de carrera, la cantante dice que lo único que le importa es brindar alegría sobre el escenario

Margarita, capitana de su destino
GUADALAJARA, JALISCO (18/AGO/2010).- A Margarita, la diosa de la cumbia, es casi imposible conocerle un mal rato. Difícil es también escucharle alguna queja o decir no a posar para una foto o un autógrafo. Su optimismo parece que está tatuado en el alma y la risa le aflora con facilidad. Pero alcanzar la paz que ahora tiene requirió superar momentos difíciles, abandonar su hogar y perder al amor de su vida.

“Lo difícil ya lo he olvidado, porque ya lo viví, ya lo sufrí, la lo lloré y se acabó. Además, lo peor que me pasó fue en mi vida privada y no en mi carrera: Perdí a la persona que amaba, a mi pareja, a mi amigo, el padre de mi hijo. No fue fácil pero a través del tiempo aprendí que es un proceso natural, que todos vamos para allá y que no debo tener miedo”, explica la cantante colombiana, quién tiene 25 años avecindada en México.

Pero no es lo malo sino lo bueno lo que ocupa la mente de Margarita, que se encuentra celebrando 30 años de carrera, con un disco (titulado Me quedo contigo) y un magno concierto que tiene planeado ofrecer en el Auditorio Nacional del Distrito Federal.

La reina de la cumbia llegó ayer a la convención Monitor Latino, que se celebra en nuestra ciudad desde el lunes, y esta noche estará presente en la entrega de premios en el Auditorio Telmex, al lado de otras figuras de la industria discográfica. Antes, charla con este diario sobre el rumbo que ahora tiene su vida y el porqué se considera la capitana de ese velero al que llama destino.

— Si este momento de tu vida fuera una canción, ¿cuál sería su título?
— Se llamaría Tengo un barco, porque creo que mi vida es un velero y yo soy capitán, y el velero se llama “Esta vida”.

— ¿Y hacia dónde te lleva ese velero?
— Hacia adelante, pero no le solté todas las velas, las fui abriendo de a una para no perderme en ese océano.

— ¿Ves tierra en el horizonte?
— Absolutamente. Allá veo lugares para descansar, para cantar. Yo soy la dueña de mi barco y puedo anclar donde quiera y anclar en todos los lugares. ¡Me siento como Cristóbal Colón, siempre descubriendo tierras nuevas! (risas).

— Hablando de momentos históricos, este es año de Bicentenarios en buena parte de Latinoamérica y particularmente en México, ¿ya tienes agendado algo para esas fechas?
— Sí, pero no sé dónde, tengo muchas peticiones. Lo único que sí sé es que van a haber muchos festejos en este país maravilloso y todos los vamos a disfrutar en su momento.

— ¿Qué significa México para ti?
— Puedo decirlo por estados, porque cada rincón de este país hermoso lo he recorrido y disfrutado, ¡en serio!

— ¿Qué se te viene a la mente cuando escuchas Jalisco?
— Halagada. No voy a olvidar jamás que fue esta tierra la que invitó durante tres años seguidos a La diosa de la cumbia a cantar en su Encuentro Internacional del Mariachi, una experiencia por demás hermosa por la que siempre estaré agradecida.

— A través de tu voz eres cómplice de miles de historias de amor y consuelo, así como en cientos de rompimientos afectivos, ¿cómo te sientes?
— Yo no canto contra el hombre, pero hablo de ellos porque nunca me he enamorado de una mujer (risas). Es tan chévere poderle decir “canalla” mientras baila. Yo le cantó al amor cuando ya no duele, cuando ya le puedes decir al tipo, “largo, canalla” (risas).

— Gracias a internet y a las nuevas tecnologías tu música llega a generaciones jóvenes que apenas te descubren. ¿Te satisface que tu música trascienda más allá de lo que muchos artistas han soñado?
— Sí, ese fue mi sueño desde que comencé, llegar lejos, que mi música se escuchara estuviera yo o no. Fue la gran meta de mi vida, y la cumplí.

— ¿Qué sigue para alguien que ya cumplió el sueño de su vida?
— Esa es una pregunta que me hago todos los días cuando me miro al espejo. Cuando celebré mis 25 años con orquesta sinfónica, al terminar el show, ya sin gente, me puse a llorar. ¿Que haría después? Ya había cumplido lo más grande, todos mis anhelos. Pero entendí que no, qué va, nunca se hace lo mejor de la vida. Siempre miraré al frente, siempre hay algo nuevo que hacer, siempre.

— ¿De qué tamaño es tu barco?
— ¡Grande! Es del tamaño de mi carrera, todo mi pasado está en una bodega ¡y no lo miro! No quiero perderme lo que viene.

EL INFROMADOR/ Juan Francisco González Rodríguez

Por cierto

Margarita estará presente el 6 de noviembre en Guadalajara, para cerrar las actividades de las Fiestas de Octubre. Presentará el espectáculo con orquesta y bailarines. En el Distrito Federal estará el 30 de octubre en la fiesta oficial de sus 30 años, donde contará
con la presencia de
Yuri y Caló.

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