Entretenimiento
Marco Antonio Muñiz, el recital final
Admiradores del cantante disfrutan sus últimas canciones junto a él
GUADALAJARA, JALISCO (26/MAY/2012).- El primer amor regresó. Con devoción Claudia Santos recordó a Ernesto, su "media naranja"; Marco Antonio Muñiz fue el responsable. Y no es que el cantante nombrara específicamente a Ernesto durante su concierto de despedida en Guadalajara, la noche de ayer en el Teatro Diana. Marco Antonio hizo lo suyo: se entregó a los tapatíos con un repertorio musical que recorrió cada uno de los rincones de su extensa trayectoria de más de 60 años.
Claudia cerró los ojos. Sus párpados evitaban las lágrimas de nostalgia ante la ausencia de su fallecido esposo, quien era fiel admirador del llamado el "Lujo de México".
El intérprete saltó al escenario acompañado por seis músicos y dos coristas; alumbrado por luces violetas, rojas y azules, Marco Antonio Muñiz marcó la pista con un saco blanco y pantalones negros que destacaban un porte elegante y vigoroso.
"Que es un escándalo dicen, y hasta me maldicen por darte mi amor... no hagas caso de la gente, sigue la corriente, y quiere más...", entonó Marco Antonio en sus primeras canciones; Claudia -de 57 años de edad- expulsó su amor contenido. Dedicó cada palabra, cada aliento, cada suspiro a Ernesto.
Marco Antonio Muñiz desempolvó durante dos horas los recuerdos, los éxitos que le dotaron de fama internacional. Sonaron temas como "La bikina", "Si nos dejan" y "Amémonos".
"Un verdadero fan jamás caduca y falla", comentaba Luis Alarcón, un señor que llegó en silla de ruedas hasta su butaca asignada en la luneta alta para disfrutar de la última presentación de Marco Antonio Muñiz en su propia ciudad.
El cantante hizo escala en la expresión del romanticismo de la Rondalla Tapatía; junto a su hijo Antonio Carlos y el corista Jaime Lomelí, interpretó clásicos como "Historia de un amor" y "Sabor a mí".
El "Lujo de México", agradeció los aplausos y halagos que el público mostraba el término de cada canción, especialmente en "Por debajo de la mesa" y "No sé tú", composiciones de Armando Manzanero que se cobijaron en su voz.
Con sorpresa, la señora Claudia llevó sus manos a la boca. Tragó saliva y respiró hondo para no soltar en llanto cuando "Coque" Muñiz apareció en solitario e interpretó "Cómo han pasado los años" y "Novia mía".
Padre de hijo, compartieron micrófonos en canciones como "Celoso", "En mi viejo San Juan" y "Solito con las estrellas".
El baile de salón se encausó al ritmo de "Guantanamera" y Marco Antonio Muñiz se movió con soltura para pasar a "Contigo en la distancia", "Sentencia de amor", "Nosotros" y "Perdón".
El cantante presentó al público a su nieto Axel -hijo de "Coque"- con quien cantó a dúo "Volverte a ver"; Marco Antonio Muñiz concluyó el nostálgico espectáculo con su ya conocido tema "Por amor", en compañía de sus otros dos hijos.
EL INFORMADOR /NORMA GUTIÉRREZ
Claudia cerró los ojos. Sus párpados evitaban las lágrimas de nostalgia ante la ausencia de su fallecido esposo, quien era fiel admirador del llamado el "Lujo de México".
El intérprete saltó al escenario acompañado por seis músicos y dos coristas; alumbrado por luces violetas, rojas y azules, Marco Antonio Muñiz marcó la pista con un saco blanco y pantalones negros que destacaban un porte elegante y vigoroso.
"Que es un escándalo dicen, y hasta me maldicen por darte mi amor... no hagas caso de la gente, sigue la corriente, y quiere más...", entonó Marco Antonio en sus primeras canciones; Claudia -de 57 años de edad- expulsó su amor contenido. Dedicó cada palabra, cada aliento, cada suspiro a Ernesto.
Marco Antonio Muñiz desempolvó durante dos horas los recuerdos, los éxitos que le dotaron de fama internacional. Sonaron temas como "La bikina", "Si nos dejan" y "Amémonos".
"Un verdadero fan jamás caduca y falla", comentaba Luis Alarcón, un señor que llegó en silla de ruedas hasta su butaca asignada en la luneta alta para disfrutar de la última presentación de Marco Antonio Muñiz en su propia ciudad.
El cantante hizo escala en la expresión del romanticismo de la Rondalla Tapatía; junto a su hijo Antonio Carlos y el corista Jaime Lomelí, interpretó clásicos como "Historia de un amor" y "Sabor a mí".
El "Lujo de México", agradeció los aplausos y halagos que el público mostraba el término de cada canción, especialmente en "Por debajo de la mesa" y "No sé tú", composiciones de Armando Manzanero que se cobijaron en su voz.
Con sorpresa, la señora Claudia llevó sus manos a la boca. Tragó saliva y respiró hondo para no soltar en llanto cuando "Coque" Muñiz apareció en solitario e interpretó "Cómo han pasado los años" y "Novia mía".
Padre de hijo, compartieron micrófonos en canciones como "Celoso", "En mi viejo San Juan" y "Solito con las estrellas".
El baile de salón se encausó al ritmo de "Guantanamera" y Marco Antonio Muñiz se movió con soltura para pasar a "Contigo en la distancia", "Sentencia de amor", "Nosotros" y "Perdón".
El cantante presentó al público a su nieto Axel -hijo de "Coque"- con quien cantó a dúo "Volverte a ver"; Marco Antonio Muñiz concluyó el nostálgico espectáculo con su ya conocido tema "Por amor", en compañía de sus otros dos hijos.
EL INFORMADOR /NORMA GUTIÉRREZ
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