Entretenimiento
Madruga Ana Gabriel en el Palenque
La cantante se presenta en el recinto agolpado de asistentes que animan la noche romántica
ZAPOPAN, JALISCO (30/OCT/2011).- Temprano llegó e igual terminó. Ana Gabriel se presentó a las 00:13 horas de este domingo a su cita con los tapatíos en el Palenque, donde reunió más de seis mil voces que se unieron a la suya a lo largo del recital.
Con una gran sonrisa que no cesó en toda la noche, la cantante se plantó en el ruedo cuando ya el bien ocupado recinto la aclamaba, y sin alargar la espera se dedicó a complacerlos.
"Ésta es una de las ciudades donde me inclinaría y besaría el piso, y no lo digo de dientes para afuera. Por todo, gracias, Guadalajara", fue como saludó la cantante.
Baladas y rancheras de las más destacadas en su carrera es lo que ofreció al entregado público, que la colmó de flores y abrazos.
La cantautora sinaloense se presentó en un destellante saco, pantalón y zapatillas tintas con las que duró poco, pues a la segunda canción ya se había despojado de ellas para recorrer el estrado descalza.
Cuando Ana Gabriel se acercaba a sus fans no sólo recibía regalos y muestras de cariño, sino que prestó el micrófono para que siguieran la canción, mientras otros aprovecharon para hacer públicas sus emociones.
"Gracias por venir a visitarnos a Guadalajara, te amamos, chula", externó uno de sus seguidores al tomar el micrófono.
La cantante hizo un coctel de contrastes al llevar del desprecio al baile y al amor, con Es demasiado tarde, Mariachi con tambor y Quién como tú, en las que cada uno de los asistentes dejó su voz cargada de sentimientos.
Ya cuando recorrió un repertorio donde incluyó Luna, Simplemente amigos y Mi gusto es, Ana Gabriel se despidió de una Guadalajara frenética ante su presencia, y con este concierto cierra también su vertiginoso año de gira mundial.
Se hincó, besó la palma su mano derecha y con los ojos cerrados tocó el suelo. Y tras dos horas de añoranza se retiró.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
Con una gran sonrisa que no cesó en toda la noche, la cantante se plantó en el ruedo cuando ya el bien ocupado recinto la aclamaba, y sin alargar la espera se dedicó a complacerlos.
"Ésta es una de las ciudades donde me inclinaría y besaría el piso, y no lo digo de dientes para afuera. Por todo, gracias, Guadalajara", fue como saludó la cantante.
Baladas y rancheras de las más destacadas en su carrera es lo que ofreció al entregado público, que la colmó de flores y abrazos.
La cantautora sinaloense se presentó en un destellante saco, pantalón y zapatillas tintas con las que duró poco, pues a la segunda canción ya se había despojado de ellas para recorrer el estrado descalza.
Cuando Ana Gabriel se acercaba a sus fans no sólo recibía regalos y muestras de cariño, sino que prestó el micrófono para que siguieran la canción, mientras otros aprovecharon para hacer públicas sus emociones.
"Gracias por venir a visitarnos a Guadalajara, te amamos, chula", externó uno de sus seguidores al tomar el micrófono.
La cantante hizo un coctel de contrastes al llevar del desprecio al baile y al amor, con Es demasiado tarde, Mariachi con tambor y Quién como tú, en las que cada uno de los asistentes dejó su voz cargada de sentimientos.
Ya cuando recorrió un repertorio donde incluyó Luna, Simplemente amigos y Mi gusto es, Ana Gabriel se despidió de una Guadalajara frenética ante su presencia, y con este concierto cierra también su vertiginoso año de gira mundial.
Se hincó, besó la palma su mano derecha y con los ojos cerrados tocó el suelo. Y tras dos horas de añoranza se retiró.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
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