Entretenimiento

Los secretos de un rockstar de la cocina

Alan Rangel, el primer MasterChef de México, comparte en entrevista que le gustaría cocinarle a Vicente Fernández; revela qué hará con su premio

GUADALAJARA, JALISCO (20/OCT/2015).- Dicen que no hay sueños imposibles, y eso lo demostró la noche del domingo Alan Rangel, un joven originario de Guadalajara que pasó de lavar trastes a ser el primer MasterChef de México.

La vida para Alan no volverá a ser la misma y más porque toda una nación descubrió qué pueden hacer un par de manos, el hambre de éxito y el talento nato, ese que no se da en las escuelas. En entrevista con El Informador, el tapatío comparte cuál fue la base de su triunfo, qué le depara su futuro, entre otras intimidades.

—Alan, eres un cocinero nato que gusta de arriesgarse, ¿participar en este programa cambió tu forma de cocinar; seguirás guiándote por tu instinto o ahora serás más académico?

AR: Yo voy a seguir experimentando, esa es mi esencia; sobre todo quiero descubrir nuevas formas de preparar platillos mexicanos. Tengo claro que me quiero especializar en ellos; si no es en la gastronomía nacional, no quiero nada.

—Ganar MasterChef no sólo te otorgó un título; sino también un millón de pesos y la publicación de un recetario con tus propias propuestas, ¿qué vas a hacer con tu dinero? ¿Qué receta no faltará en tu publicación?

AR: Con el dinero todavía no sé bien qué voy a hacer, me gustaría pagarme la carrera como he dicho… Aunque también pienso que ya es un poco tarde; ya no estoy tan chico y tengo que pensar bien qué voy a hacer y cómo voy a aprovechar el tiempo.

Sé que soy joven —tengo 25 años—, y probablemente la licenciatura no la cursaría ya; aunque sí tomaría cursos cortos para seguirme preparando. Pero sabes, lo que más deseo hacer es trabajar con la persona indicada, aquella que me aporte conocimientos reales y originales.

Sobre la receta que no faltará en mi libro está la carne de venado con puré papa y salsa de chile morita; mucha gente me pregunta por ella (ríe).

—Alan, es un hecho de que la televisión te sacó del anonimato y ahora eres famoso; además, en Twitter cuentas con más de 28 mil seguidores, ¿cómo estás lidiando con la popularidad?

AR: He pensado mucho en eso y la verdad es que sí lo disfruto; pero, sobre todo, lo tomo como un compromiso con la gente que me sigue, con la gente que cree en mí… Quiero hacer bien las cosas, no puedo hacerlas mal; principalmente, por ellos.

—Todo creativo tiene un as bajo la manga: ¿cuál es el tuyo, cuál es el ingrediente que no falta en tu cocina?

AR: Yo creo que el gusto que tienes por la gastronomía, por la cocina… Ese es el ingrediente que no te puede faltar cuando estás preparando un platillo. Otro sería el hambre, cualquier persona que cocine con hambre le va a salir bien el platillo. Y con hambre me refiero a las ganas de salir a delante… Sin embargo, al final, es el amor que le pones a lo que haces, lo que impulsa que funcionen las cosas.

—Entonces, ¿has sentido hambre?

AR: Claro que sí, y de las dos: hambre de querer comer y hambre de querer salir adelante.

—¿Cuándo se convirtió en tu pasión la cocina? ¿Cuándo dijiste ‘de aquí soy’?

AR: Empecé a cocinar desde los ocho años y me di cuenta que era un buen cocinero; además, hace dos años me invitaron a trabajar como apoyo en unos banquetes y no tenía idea de lo que era montar un plato de restaurante… Así que llegué a la banquetera, vi las entradas, los postres y me quedé impactado, sin palabras y me dije ‘de aquí soy’ y empecé a meterme como pude. Logré un trabajo en una cocina lavando platos… Y ahí fue donde me di cuenta que a esto me quería dedicar.

—Pese a no tener estudios gastronómicos, dejaste con la boca abierta a más de uno cuando ganaste un par de retos en los que tenías que identificar diversos tipos de especias y pescados… ¿Cómo lo lograste?

AR: (Ríe) En mi trabajo siempre me apuraba para terminarlo antes; procuraba hacerlo en dos horas, para después colarme en la cocina. La realidad es que el conocimiento siempre me ha dado mucha emoción y pues no me di cuenta en qué momento lo acumulé en mi cabeza.

Debo confesar que uno de los pretextos que me permitió acercarme a las especias y otros ingredientes fue ofrecerme para limpiar la zona donde están almacenados; ahí, abría los frascos y los olía… Además, llegaba los lunes muy temprano y me lanzaba a acomodar los nuevos pedidos... Y sin pensarlo dos veces, checaba los frascos que estaban a la mitad y me relacionaba con su contenido. También siempre me he fijado en lo que piden los cocineros; así es como aprendo qué es cada cosa.

—Alan, si tuvieras la oportunidad de cocinarle a un famoso, ¿a quién elegirías y qué plato harías?

AR: Sin duda sería a Vicente Fernández o Alejandro Fernández; de hecho, yo me identifico mucho con Vicente, porque él al igual que yo le batalló mucho… Incluso, vivo cerca de la colonia de donde él salió y pues ahí, hay muchas historias de él… Definitivamente yo lo admiro y le prepararía lo que él quisiera, lo que él me pidiera (ríe).
Síguenos en

Temas

Sigue navegando