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Los “epífanos” de Juan Carlos Botero

El libro Las semillas del tiempo reúne 50 textos breves cargados de violencia, inspirados en la obra de Hemingway

GUADALAJARA, JALISCO.- El escritor Juan Carlos Botero (Bogotá, 1960), hijo del artista Fernando Botero, promociona Las semillas del tiempo, un libro compuesto por 50 “epífanos”, textos breves y explosivos, que están inspirados en la obra de Hemingway e impregnados de la violencia que no falta en Colombia.

“La violencia en mi país está dando lugar a un fecundo momento artístico: las artes en Colombia no son un escapismo, sino una respuesta de vitalidad ante ella”, afirma Botero y explica las claves de este libro, el primero que escribió en realidad en 1992 y que llegó a ser número uno en ventas en su país.

Publicado por la editorial La otra orilla, el libro contiene un amplio epílogo donde el autor explica que los “epífanos” no son cuentos ni mocrorrelatos, sino “un género original y autosuficientes, necesario para la literatura”.

Al leer los cuentos completos de Hemingway, Botero se topó con unos textos “muy breves y poderosos”, que el autor de El viejo y el mar describía como “pequeñas granadas que estallan en la cabeza del lector”.

“Luego de una investigación de varios años vislumbré que con ellos Hemingway había inventado un nuevo género literario, algo sorprendente y revolucionario”, dice Botero, autor de novelas como La sentencia o El arrecife y reconocido con el Premio Juan Rulfo de Cuento, entre otros galardones.

El escritor se lamenta de que el premio Nobel estadounidense, “a pesar de ser consciente del valor de su descubrimiento, nunca teorizó al respecto” y los denominó “bocetos” o “sketches”, un término “infeliz” e “inadecuado” para designar la forma nueva.

Por eso, Botero decidió rebautizar el género con el nombre de “epífanos”, en homenaje a las epifanías escritas por el irlandés James Joyce entre 1900 y 1903.

Los “epífanos” son “sucesos breves pero intensos que, en medio de su fugacidad, iluminan un rasgo esencial de la condición humana y, además, lo hacen con mayor elocuencia que otros momentos más extensos”, afirma.

Los textos del libro, plagados de asesinatos, traiciones y amenazas, pretenden dar un efecto de intemporalidad. “Son como semillas de tiempo que buscan germinar en la mente de quien los lee”, señala el escritor, cuya principal influencia, sin embargo, proviene del presente, en concreto del clima de violencia que hay en Colombia.

A pesar del duro golpe que ha supuesto para las FARC la reciente liberación de Ingrid Betancourt, tras seis años de secuestro, Botero no cree que esté cerca el final de la violencia en Colombia, aunque opina que “la guerrilla tiene los días contados”.

Pero asegura que “no hay que olvidar que la violencia derivada de la guerrilla, del paramilitarismo y del narcotráfico juntos, solo representan el 20% del total; el resto viene de la delincuencia común, ya que el mayor problema de Colombia es la pobreza y la falta de equidad. Las desigualdades sociales en mi país son aberrantes”.

A pesar de esto, Botero se considera “optimista acerca del curso de la humanidad” y recuerda la frase del argentino Jorge Luis Borges: “La esperanza es un deber”.

Abrirse paso en la literatura siendo el hijo de un artista de tanto prestigio internacional como Fernando Botero no es tarea fácil y el escritor admite que “al comienzo fue muy duro, por las prevenciones naturales que había en muchos lectores”.

En concreto, cuando se publicó Las semillas del tiempo en Colombia, muchos pensaron que el autor se estaba “ufanando de haber inventado un género literario, lo cual, obviamente, no era cierto”.

Pero no duda en sostener que tener al maestro colombiano como padre “ha sido una bendición; he tenido la suerte de vivir cerca de una persona extraordinaria, como artista y como ser humano”.

Actualmente, Juan Carlos Botero, que también es columnista del diario colombiano El Espectador, trabaja en una nueva novela, Los hechos casuales, un libro que “toca temas como el amor, la traición y la violencia, con el escenario de la Colombia actual”, aunque los relatos le “fascinan” y dice que “con seguridad” volverá a haber “epífanos” en el futuro.


En pocas palabras

UN LIBRO: Hamlet
UN PERSONAJE HISTÓRICO: Magallanes
UN MOMENTO: El ocaso
UNA IDEA: Las ruinas son fértiles en enseñanzas
UNA PALABRA: Tinieblas
UN AMOR: Mi esposa
UN DESAMOR: Todos olvidados
UN NOMBRE: Shakespeare
UN AMIGO: Varios
UNA MARCA: Macintosh
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