Lorena Velázquez recuerda sus inicios en cine
La actriz dice que trabajó con todos los cómicos y galanes, excepto Pedro Infante
CIUDAD DE MÉXICO (17/SEP/2016).- Considerada "la reina del cine fantástico", Lorena Velázquez cumple 60 años de trayectoria, sintiéndose feliz y orgullosa porque la vida le ha dado grandes satisfacciones, salud, familia y una carrera que le ha permitido brillar como una estrella.
La actriz de 78 años de edad y quien cuenta con un historial cinematográfico de más de 90 películas, 35 telenovelas y más de 20 obras de teatro, recordó con agrado sus inicios en el cine y afirmó que tuvo la fortuna de trabajar con todos los galanes de aquella época.
"Recuerdos son los que me sobran, tantos que tengo con grandes compañeros, con quien tú me digas, ''Tin Tan'', ''Resortes'', ''Viruta'' y ''Capulina'', Julio Alemán, Jorge Rivero, Mauricio Garcés, César Costa, con todos trabajé, grandes personas e increíbles compañeros", comentó en entrevista.
Recordó que Germán Valdés "Tin Tan" era un hombre, además de simpático, todo un caballero.
"Una persona con un gran corazón, muy simpático, un caballero que además de buen actor era gran cantante, no tenía gran voz, pero le ponía un sentimiento que a todas nos derretía y más con su traje de Pachuco, pues no se diga más".
Agregó que se podía pasar horas hablando de cada uno de esos grandes cómicos de antaño. "'Viruta y Capulina' eran fantásticos, nobles, y no se diga de 'Resortes', un gran bailarín, muy buen actor, hacía muchos personajes y qué me dices de 'Clavillazo', era un grande".
Sin embargo, asegura que como actualmente el cine de hoy ya no hace películas de comedia como antes, los nuevos comediantes, no tienen un foro para exponer su talento.
"Hay una nueva generación de comediantes, unos buenos otros malos, pero como el cine ya no se ocupa de hacer este tipo de películas pues no pueden tener el éxito de los cómicos de antaño".
También recordó a Mario Moreno "Cantinflas", con quien trabajó, junto con su hermana Tere, en la cinta "Sube y baja", en 1958.
"Era un señor con un gran ingenio, que se transformaba en el escenario, su personaje lo hacía tan maravillosamente que era un deleite verlo actuar. Y siempre se portó increíble".
Dijo que sólo le faltó trabajar con Pedro Infante y que no lo hizo por la sencilla razón de que "se me murió".
"Él falleció en el 57, y ya no pudimos trabajar con él, pero me tocó aún la colita de la época de oro del cine mexicano, que era maravillosa, pues en ese tiempo se hacían 258 películas anuales y eso que éramos cinco millones de habitantes".
Obviamente, Lorena Velázquez ganó mayor popularidad al trabajar con El Santo "El enmascarado de plata", siendo "El Santo contra las mujeres vampiro", la más taquillera de aquella época.
"Esa fue otra época muy linda, por esas películas me nombraron la reina de las películas de ficción, fueron muy taquilleras y si El Santo supiera que sus cintas se siguen pasando, lo que representa su imagen, el ícono que se ha creado con él, el cine de culto en torno a su persona en Europa, en muchos lados, pues se volvería a morir, pero de felicidad".
Se acordó de la anécdota de la capa, cuando con El Santo iban a toda velocidad en el auto descapotable del enmascarado, pero la capa se atoró en una llanta trasera y por poco se muere asfixiado.
"Yo le ayudé a zafar la capa, porque sí hubiera podido haberle pasado lo que a Isadora Duncan, que murió estrangulada por su chalina o mascada, pero así como esa anécdota tengo muchas con todos los actores, la gran mayoría galanes y fortachones".
Afirmó que todos la trataron muy bien. "Con todos trabajé, con quien tú me digas, Tony Aguilar, Luis Aguilar, Joaquín Cordero, todos bondadosos, caballerosos y con gran educación. Te confieso que dos, tres, sí se me lanzaron, y con "dos, tres me quedé con las ganas, porque estaban rechulos", añadió soltando la carcajada.
Y agregó: "Mi papá siempre nos aconsejó que no mezclaramos esas cosas con el trabajo, y por eso me quedé con las ganas de "dos, tres", haber si los que aún no se han muerto, ahora me hacen caso", volvió a bromear.
Al tocar el tema de su hermana Tere Velázquez, dijo que tuvo la fortuna que en muchas películas les tocó trabajar juntas. Y confesó:
"Fuimos sólo dos hijas, no tuvimos hermanos, siempre fuimos muy unidas, pero lo que pasó es que Tere era más guapa que yo y entonces se sentía uf! Siempre me estaba molestando respecto al ego y la vanidad, pero eso me ayudó para mi vida y mi carrera, pero nos queríamos mucho".
Y sobre su paso por las telenovelas, también tuvo grandes recuerdos.
"Yo empecé en el 59, con Ernesto Alonso, él quería que mi hermana Tere hiciera 'Cumbres borrascosas'', pero Tere no quiso porque estaba en su apogeo en el cine y yo pregunté que era 'Cumbres borrascosas', y sólo me dijo, pues hazla tú y que le agarro la palabra''.
"Y a partir de ahí hice doce telenovelas con Ernesto Alonso, y luego con los demás productores, he hecho cerca de 40".
También habló de sus dos matrimonios, afirmando que tuvo la suerte de haber conocido a dos grandes personas.
"Con eso del amor y de los matrimonios, creo que me fue como a todos, a veces bien, a veces muy bien y otras veces mal, pero fui muy feliz, porque las dos veces que me casé, lo hice muy enamorada y con gente muy guapa".
Su primer matrimonio fue con Taylor Morris y el segundo con Eduardo Novoa, con quien tuvo a su único hijo Eduardo Novoa, quien también es actor.
"Fui dos veces viuda, ya no me volví a casar, sólo tengo a mi hijo, quien es muy parecido a su papá, bien guapote. Aún no soy abuelita, pero con la hija de Edith González sí soy su abuelita, porque adoro a la niña".
Algo que sí tiene muy claro, Lorena Velázquez es que el tiempo no perdona y que con el paso de los años, los papeles protagónicos o de la bonita de la película se fueron sustituyendo por personajes de mamá o de abuela.
"Eso lo tenemos que tener siempre presente, mi padrastro, a quien quise como mi papá, Víctor Velázquez, siempre nos dijo que esta carrera, era de diez, veinte o hasta treinta años de trabajo continúo, y poco a poco se iría reduciendo y así está pasando conmigo, así es la vida y hay que tomarla con madurez y dar gracias a Dios todos los días", concluyó.