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Llega “El Increíble Hulk”
Hulk es el Frankenstein de la Guerra Fría. Así lo imaginó el escritor Stan Lee, el mismo que creó a Spider Man, los X-Men, Iron Man y los Cuatro Fantásticos
Protagonizada por Edward Norton, la cinta parte de una premisa distinta al Hulk realizado por el director Ang Lee hace algunos años. Y es que ahora el guión no se preocupa por contarnos como Bruce Banner es transformado por la radiación de una bomba gamma. En esta ocasión, el héroe se esfuerza por encontrar si no una cura, el equilibrio necesario para controlar a su monstruo interior. Sin embargo, Banner pronto descubrirá que Hulk es tan nocivo como benéfico para la humanidad, especialmente cuando se trata de detener a otros seres todavía más brutales.
Génesis gamma
Hulk es el Frankenstein de la Guerra Fría. Así lo imaginó el escritor Stan Lee, el mismo que creó a Spider Man, los X-Men, Iron Man y los Cuatro Fantásticos.
“La película clásica Frankenstein con Boris Karloff me ha gustado siempre”, asegura Lee, un hombre cuyas canas y enormes lentes ocultan una de la mentes más creativas que ha dado la ficción en Norteamérica. “Combiné a Jekyll y Hyde con Frankenstein y obtuve el monstruo que quería, que era bueno pero que nadie lo sabía. También era alguien que podía cambiar de un hombre normal a un monstruo y así nació la leyenda.”
Quizás lo que hace distinto a Hulk de los otros monstruos, es que él entiende el mal que le hace a la humanidad. Stan Lee explica que originalmente pensó que sería divertido si el monstruo y el hombre “se odiaran. Bruce Banner no quiere convertirse en el monstruo y quiere curarse. El monstruo piensa que Banner es un pusilánime y quisiera no tener que regresar a ser Banner”.
Hulk, creado en 1963, era la punta de lanza de una generación que temía a una inminente guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La angustia y el miedo de ser barrido por un ataque atómico volvió fascinante al personaje, capaz de destruir tanques como si fueran hormigas, sobrevivir a explosiones de bombas y hasta vivir en el espacio. Hulk era un humano atrapado en una armadura de músculos invencible, y como todo aquello que no comprendía la sociedad de aquella época, fue atacado, perseguido y molestado en todo momento.
Imparable
Hulk era lo suficientemente fuerte como para destruir las viñetas que lo contenían y saltar a la televisión, donde encarnado por Bill Bixby en el papel del enclenque Banner y Lou Ferrigno como el Gigante esmeralda.
La serie, que se emitió en México y conocida popularmente como El hombre increíble, narraba las desventuras en que se metía Banner al no poder controlar a su “yo interior”, dejando para la posteridad la escena donde sus ojos se ponían verdes, previo a su transformación.
Fue justamente con la serie que el director Louis Leterrier conoció al personaje. El cineasta, quien creció en París, donde las revistas de Marvel no eran accesibles, dice que su afición por Hulk proviene de aquella serie de televisión. “Durante mi infancia en Francia conocíamos únicamente las tiras cómicas francesas y belgas,” recuerda el director , “pero el programa de televisión fue muy popular en Francia y me convirtió en un seguidor de Hulk.”
Leterrier confiesa que le siente debilidad por mostrar a protagonistas que no encajan en el molde típico. “Bruce Banner es un antihéroe. Él no quiere este poder pero sabe que no puede abandonarlo porque si lo hace, alguien más lo usará para el mal”.
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