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Lila Downs se presenta con éxito en Argentina

Conquista a más de tres mil personas en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires

BUENOS AIRES, ARGENTINA (12/MAR/2016).- La cantante mexicana Lila Downs conquistó a las más de tres mil personas que colmaron el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, donde alternó clásicos de su carrera con las canciones de su más reciente álbum "Balas y chocolate".
 
Con una escenografía sobria en la que se proyectaron grabados y fotografías, Downs apareció cantando la animada "Cruz de madera", que con sus acordes que rememoran a los corridos mexicanos marcó el tono festivo del recital.
 
Luego vinieron "Humito de copal" y "Dulce veneno", ambas del nuevo disco, pero luego Downs se transformó en el escenario para interpretar "La iguana" a ritmo veracruzano, y "Agua de rosas", canciones que fueron acompañadas por un coro multitudinario formado por el público.
 
El recorrido musical, que siempre es ecléctico en el mundo de esta artista, incluyó rancheras como "Vámonos" y "Paloma negra" con la romántica "Cuando me tocas tú" y la alegre "Viene la muerte".
 
Uno de los momentos más especiales fue la interpretación de "Cucurrucucú paloma" con la que Downs volvió a hacer gala del amplio registro de su voz, y aunque el público se sabía la letra, optó por mantener un respetuoso silencio.
 
La voz de la artista cautivó a algunos, erizó la piel de otros y emocionó a hombres y mujeres que cada tanto le gritaban "diosa", "bienvenida a Buenos Aires", "te amo" y "Viva México", o que se acercaban al escenario pare entregarle flores y regalos.
 
Downs aprovechó varios momentos para presentar a su banda multinacional dirigida por su esposo, el saxofonista Paul Cohen, Jerzain Vargas (trompeta), Leo Soqui (acordeón y jarana), Angel Chacón (guitarra eléctrica) y Luis Huerta (batería).
 
"La cumbia del mole" levantó a todos de sus asientos para bailar al son de los ingredientes del plato típico mexicano reconvertido en uno de los clásicos de Downs, y marcó el inicio de la despedida.
 
Aunque dijo adiós, la insistencia del público hizo volver a la artista que protagonizó un momento mágico cuando interpretó a capella, sola e hincada en el centro del escenario, "La llorona".
 
Fue el mejor y más sublime final de un concierto que consolidó la alianza formada por el fiel y efusivo público argentino que abandonó el Gran Rex a la espera de que Downs anuncie su próxima presentación en Buenos Aires.
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