Entretenimiento
Lila Downs: La tristeza me empuja a componer cosas que me alegren
La cantante mexicana Lila Downs presentó su nueva producción discográfica Ojo de culebra, con el que prosigue su peculiar reinvención de los sonidos tradicionales y eléctricos
Lila Downs ha buscado una sanación "de lo espiritual y lo físico" en "Ojo de culebra", un nuevo trabajo discográfico en el que la cantante mexicano-estadounidense se ha hecho acompañar de voces como la de Mercedes Sosa, LaMari, Enrique Bunbury o Rubén Albarán.
"Mi inspiración está muy basada en la tristeza y en la angustia, me empujan a componer cosas que me alegren", dijo hoy en una entrevista con EFE esta cantante que, en su nuevo trabajo, ha ahondado y ampliado los mestizajes musicales que han caracterizado toda su vida y su carrera musical.
En esta ocasión, y además de incluir toques aflamencados, influencias de la cumbia, el reggae o hasta de música zíngara, Lila Downs puso la mirada en la música del sur de Estados Unidos, lo que la ha llevado a hacer versiones de "Black Magic Woman", el clásico de Peter Green que popularizó Santana en los 70, o de "Yo envidio al viento", de Lucinda Williams.
Pero salvo estos temas, la mayoría de los trece cortes del disco fueron compuestos por ella y por Paul Cohen, su compañero musical y sentimental desde que Lila comenzara una carrera que llevó a Chavela Vargas a citarla en su despedida como su sucesora.
Tras éxitos de discos como "La sandunga", "One Blood" o "La cantina", llega ahora este nuevo trabajo, en el que esta hija de una cantante mixteca y de un cineasta estadounidense rinde también tributo a los chamanes y curanderos de su tierra.
No en vano, durante su elaboración vivió un momento crítico en su vida y en su carrera.
"Tuve un problema de voz en un momento muy triste de mi vida -relacionado con sus dificultades para ser madre-", cuenta la cantante, quien recuerda que entonces acudió a Doña Queta, una conocida curandera de Oaxaca.
"Me dio una serie de tés que tenía que tomar en seis meses y que me rejuvenecieron, me sentí plena. También me dijo que tenía que hablar con mi cuerpo, con mis riñones, con mi estómago, y pedirles perdón. Me encantó ese diálogo", señala.
Un tratamiento en el que seguramente también influyó el hecho de llegar a plantearse: "¿y si ya no puedo ser cantante, qué haré, si yo he venido a cantar a esta vida?", recuerda, tras asegurar que "se marchitaría" sin componer ni subir al escenario.
Tras compartir una canción con Caetano Veloso, Lila Downs decidió invitar a su nuevo disco a otros artistas. Y ahí están canciones como "Ojo de culebra", en la que participa LaMari de Chambao; "Perro negro", con Rubén Albarrán de Café Tacuba, "Tierra de luz", con Mercedes Sosa, o "Justicia" con Enrique Bunbury. Se han quedado fuera otras voces que intentó incluir en el proyecto, como la de Concha Buika.
"Aprendes mucho trabajando con otros. Por ejemplo, cuando vi a LaMari. Yo, cuando canto, tengo que calentar la voz, hacer respiraciones y ella, entra al cuarto y empieza sin más", explica.
Siempre dispuesta a enriquecer sus propias raíces culturales, Lila Downs, que en 2005 obtuvo un Grammy Latino con "One Blood" y en el año 2006 fue nominada a los Oscar por su aparición en la película "Frida" de Salma Hayek, la cantante tiene en mente aceptar "un reto" importante: componer todos los temas para un musical basado en la novela "Como agua para chocolate", de Laura Esquivel.
Una propuesta que le ha planteado un productor de Broadway y que está pensando "muy seriamente", mientras prepara su siguiente disco -"tendrá algo de música ranchera con mariachi"-.
Y todo eso mientras tiene entre manos una apretada agenda de conciertos de "Ojo de culebra".
MADRID, ESPAÑA.- Tras la resaca de "La cantina", su anterior disco,
"Mi inspiración está muy basada en la tristeza y en la angustia, me empujan a componer cosas que me alegren", dijo hoy en una entrevista con EFE esta cantante que, en su nuevo trabajo, ha ahondado y ampliado los mestizajes musicales que han caracterizado toda su vida y su carrera musical.
En esta ocasión, y además de incluir toques aflamencados, influencias de la cumbia, el reggae o hasta de música zíngara, Lila Downs puso la mirada en la música del sur de Estados Unidos, lo que la ha llevado a hacer versiones de "Black Magic Woman", el clásico de Peter Green que popularizó Santana en los 70, o de "Yo envidio al viento", de Lucinda Williams.
Pero salvo estos temas, la mayoría de los trece cortes del disco fueron compuestos por ella y por Paul Cohen, su compañero musical y sentimental desde que Lila comenzara una carrera que llevó a Chavela Vargas a citarla en su despedida como su sucesora.
Tras éxitos de discos como "La sandunga", "One Blood" o "La cantina", llega ahora este nuevo trabajo, en el que esta hija de una cantante mixteca y de un cineasta estadounidense rinde también tributo a los chamanes y curanderos de su tierra.
No en vano, durante su elaboración vivió un momento crítico en su vida y en su carrera.
"Tuve un problema de voz en un momento muy triste de mi vida -relacionado con sus dificultades para ser madre-", cuenta la cantante, quien recuerda que entonces acudió a Doña Queta, una conocida curandera de Oaxaca.
"Me dio una serie de tés que tenía que tomar en seis meses y que me rejuvenecieron, me sentí plena. También me dijo que tenía que hablar con mi cuerpo, con mis riñones, con mi estómago, y pedirles perdón. Me encantó ese diálogo", señala.
Un tratamiento en el que seguramente también influyó el hecho de llegar a plantearse: "¿y si ya no puedo ser cantante, qué haré, si yo he venido a cantar a esta vida?", recuerda, tras asegurar que "se marchitaría" sin componer ni subir al escenario.
Tras compartir una canción con Caetano Veloso, Lila Downs decidió invitar a su nuevo disco a otros artistas. Y ahí están canciones como "Ojo de culebra", en la que participa LaMari de Chambao; "Perro negro", con Rubén Albarrán de Café Tacuba, "Tierra de luz", con Mercedes Sosa, o "Justicia" con Enrique Bunbury. Se han quedado fuera otras voces que intentó incluir en el proyecto, como la de Concha Buika.
"Aprendes mucho trabajando con otros. Por ejemplo, cuando vi a LaMari. Yo, cuando canto, tengo que calentar la voz, hacer respiraciones y ella, entra al cuarto y empieza sin más", explica.
Siempre dispuesta a enriquecer sus propias raíces culturales, Lila Downs, que en 2005 obtuvo un Grammy Latino con "One Blood" y en el año 2006 fue nominada a los Oscar por su aparición en la película "Frida" de Salma Hayek, la cantante tiene en mente aceptar "un reto" importante: componer todos los temas para un musical basado en la novela "Como agua para chocolate", de Laura Esquivel.
Una propuesta que le ha planteado un productor de Broadway y que está pensando "muy seriamente", mientras prepara su siguiente disco -"tendrá algo de música ranchera con mariachi"-.
Y todo eso mientras tiene entre manos una apretada agenda de conciertos de "Ojo de culebra".
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