Entretenimiento
Lectores prefieren a famosos
Las altas ventas confirman que la popularidad hace de las suyas, y libros escritos por Yordi Rosado lideran la lista
CIUDAD DE MÉXICO (28/JUN/2011).- Trasladaron su fama de la pantalla y los escenarios a las páginas de los libros, ellos ahora forman parte de la literatura del siglo XXI con temas de superación personal, sexualidad, poesía y frases modernas que los han colocado como los libros más vendidos en nuestro país.
Mientras que en primera instancia un libro en México se coloca en librerías con tan sólo ocho mil copias, Yordi Rosado, conductor y productor de televisión, ha logrado vender más de un millón de ejemplares de Quiúbole con… Como él, otros artistas han editado libros que han superando autores consagrados de la literatura mundial.
“Me considero un escritor, porque yo creo que cualquier persona que escriba un libro se considera eso, y estos libros de Quiúbole… se posicionaron en los más vendidos en los últimos 40 años por autores mexicanos. El primero lleva cinco años en los primeros cinco lugares de ventas en México”.
El también director de la agencia de marketing y creatividad, medios y producciones recalcó que se siente muy orgulloso y contento de vender este número de ejemplares. “Mi principal objetivo era escribir para adolescentes, y si de por sí es difícil el nivel de lectura en nuestro país, imagínate para los chavos, así que redactar para adolescentes y que te lean es suficiente”.
Y aunque sabe que hay diferentes tipos de literatura, Yordi en ningún momento intenta compararse con otros escritores. “Me parece que no importa si un libro lo escribe un famoso o no, si éste no es bueno, no se va a vender”.
Otros artistas que han lanzado libros son Consuelo Duval con Las frases de Consuelo, en cuyas páginas recopila citas textuales que han marcado su vida como lectora, a sabiendas de que se exponía a duras críticas. “Habrá gente que esté de acuerdo con mi forma de ser, de vivir, de leer, de actuar, y sí, por supuesto que me da terror la crítica, pero si es crítica que me ayuda a ser un mejor ser humano, la recibo con todo respeto”, aseguró.
Otros ejemplos son el actor Odín Dupeyron, quien con Y colorín colorado, este cuento aún no se ha acabado tiene más de 250 mil ejemplares vendidos. De igual manera, Eugenio Derbez colocó 80 mil libros de Armando Hoyos y Diccionario de Armando Hoyos.
Un mercado abierto para artistas
En México, en los últimos meses, sólo 27% de la población ha leído un libro y el 43% no conoce una biblioteca, según la Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales. Sin embargo, este panorama no aplica a los artistas, pues sus publicaciones son las más vendidas, al menos así lo señaló Héctor Quijano “El Apio”, ex integrante del grupo Kabah, quien logró que sus dos libros (Mirada mágica y Despierto en mí) se convirtieran en los más solicitados y está por lanzar el tercero. “Creo que a cada quien le llega de una manera distinta la decisión de escribir, y es un mundo fascinante en donde si tienes estas ganas de expresar, pues nada como plasmarlo en papel para decir lo que sientes y lo que vives; se ha abierto mucho para todos nosotros esta oportunidad, sólo levantamos la mano para decir ‘yo me aviento a hacerlo’”.
La intención, agregó, era compartir su trabajo de 15 años en la espiritualidad. “Era una buena forma de contarles en un libro cómo mejoré mi vida”.
Mientras que en primera instancia un libro en México se coloca en librerías con tan sólo ocho mil copias, Yordi Rosado, conductor y productor de televisión, ha logrado vender más de un millón de ejemplares de Quiúbole con… Como él, otros artistas han editado libros que han superando autores consagrados de la literatura mundial.
“Me considero un escritor, porque yo creo que cualquier persona que escriba un libro se considera eso, y estos libros de Quiúbole… se posicionaron en los más vendidos en los últimos 40 años por autores mexicanos. El primero lleva cinco años en los primeros cinco lugares de ventas en México”.
El también director de la agencia de marketing y creatividad, medios y producciones recalcó que se siente muy orgulloso y contento de vender este número de ejemplares. “Mi principal objetivo era escribir para adolescentes, y si de por sí es difícil el nivel de lectura en nuestro país, imagínate para los chavos, así que redactar para adolescentes y que te lean es suficiente”.
Y aunque sabe que hay diferentes tipos de literatura, Yordi en ningún momento intenta compararse con otros escritores. “Me parece que no importa si un libro lo escribe un famoso o no, si éste no es bueno, no se va a vender”.
Otros artistas que han lanzado libros son Consuelo Duval con Las frases de Consuelo, en cuyas páginas recopila citas textuales que han marcado su vida como lectora, a sabiendas de que se exponía a duras críticas. “Habrá gente que esté de acuerdo con mi forma de ser, de vivir, de leer, de actuar, y sí, por supuesto que me da terror la crítica, pero si es crítica que me ayuda a ser un mejor ser humano, la recibo con todo respeto”, aseguró.
Otros ejemplos son el actor Odín Dupeyron, quien con Y colorín colorado, este cuento aún no se ha acabado tiene más de 250 mil ejemplares vendidos. De igual manera, Eugenio Derbez colocó 80 mil libros de Armando Hoyos y Diccionario de Armando Hoyos.
Un mercado abierto para artistas
En México, en los últimos meses, sólo 27% de la población ha leído un libro y el 43% no conoce una biblioteca, según la Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales. Sin embargo, este panorama no aplica a los artistas, pues sus publicaciones son las más vendidas, al menos así lo señaló Héctor Quijano “El Apio”, ex integrante del grupo Kabah, quien logró que sus dos libros (Mirada mágica y Despierto en mí) se convirtieran en los más solicitados y está por lanzar el tercero. “Creo que a cada quien le llega de una manera distinta la decisión de escribir, y es un mundo fascinante en donde si tienes estas ganas de expresar, pues nada como plasmarlo en papel para decir lo que sientes y lo que vives; se ha abierto mucho para todos nosotros esta oportunidad, sólo levantamos la mano para decir ‘yo me aviento a hacerlo’”.
La intención, agregó, era compartir su trabajo de 15 años en la espiritualidad. “Era una buena forma de contarles en un libro cómo mejoré mi vida”.
Síguenos en