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Lauryssens afirma que gran parte de cuadros de Dalí eran pintados por otros
Stan Lauryssens presentó hoy un libro titulado “Dalí y yo, en el que asegura que los cuadros de Dalí son Falsos y que eran pintados por otros.
Stan Lauryssens presentó hoy un libro de memorias en el que asegura que tres cuartas partes de los cuadros de
Salvador Dalí son falsos aunque matiza que una parte de estos eran pintados por otros pintores, a los que al final Dalí daba "su toque surrealista".
"Dalí y yo" es el título del libro escrito por Lauryssens, quien ante la prensa dijo hoy que en los años 70 "era más fácil vender un falso Dalí que un cuadro auténtico".
La Fundación Gala-Dalí emitió ayer una nota en la que tachaba el libro de "falsedad" y hoy el marchante replicó que nunca ha pretendido hacer el gran libro sobre el pintor catalán ni la obra de un crítico de arte, sino simplemente explicar su pasado y lo que personas del entorno del pintor le dijeron.
"El mundo de hace veinticinco años era una sociedad que buscaba el enriquecimiento rápido y no era difícil encontrar a gente que invirtiera en arte, aunque fuera falso, con la idea de en cinco años venderlo y obtener más dinero", afirmó.
A su juicio, a finales de los 60 y principios de los 70 el propio Dalí y su compañera Gala favorecieron la circulación de la obra falsa porque necesitaban dinero para mantener su tren de vida, que incluía "seis meses del año en los hoteles más caros de Nueva York y París".
En el libro el marchante se apoya en comentarios del secretario de Dalí, John Peter "capitán" Moore para cifrar en medio millón de dólares mensuales el coste de la estancia en Nueva York de Dalí y sus acompañantes y apunta que esa cantidad "no se podía ganar vendiendo pequeños cuadros surrealistas de los años 30".
Lauryssens insistió en que en la Fundación hay "obra falsa" de Dalí, en el sentido de piezas en las que el artista ampurdanés hizo una parte del cuadro.
Por otro lado, el ex marchante aseguró que ya hay un proyecto de película basada en su libro, que está en fase de preproducción, y que contaría con Al Pacino en el papel del pintor y Cillyan Murphy en el del propio Lauryssens y estaría dirigida por Andrew Niccol, guionista de "The Truman show".
La productora, que "en ningún caso ha pedido la ayuda de la Fundación Dalí porque no la necesita para hacer la película", tiene intención, según el ex marchante, de estrenar el filme en el Festival de Cannes de 2009.
Tras afirmar que "todo se puede comprar con dinero", Lauryssens subrayó que Anthony Hopkins protagonizó un filme sobre Picasso en el que no salía ni un cuadro del artista o que Andy García interpretó a Modigliani en una cinta en la que se veía medio centenar de copias inexactas de obras del italiano.
El paralelismo Dalí-Picasso es inevitable aunque no con relación a la obra falsa: "La suerte de Picasso es que su primer marchante, Kahnweiler, fotografiaba cada cuadro que pintaba y hacía todos sus catálogos", algo que no sucedió con Dalí.
La prensa interrogó hoy acerca de algunas inexactitudes del libro, que Lauryssens trasladó a sus fuentes, y al final sentenció: "Si un ochenta por ciento del libro es verdad, nadie podrá negar que es un libro genial".
Lauryssens se definió como "el mentiroso engañado" y proclamó que hoy vive con la conciencia tranquila -no se atormenta porque dice no ser católico-, hasta el punto de que "al menos una vez al mes tomo una copa con algunos a los que vendía cuadros falsos de Dalí".
BARCELONA.- El antiguo marchante belga
"Dalí y yo" es el título del libro escrito por Lauryssens, quien ante la prensa dijo hoy que en los años 70 "era más fácil vender un falso Dalí que un cuadro auténtico".
La Fundación Gala-Dalí emitió ayer una nota en la que tachaba el libro de "falsedad" y hoy el marchante replicó que nunca ha pretendido hacer el gran libro sobre el pintor catalán ni la obra de un crítico de arte, sino simplemente explicar su pasado y lo que personas del entorno del pintor le dijeron.
"El mundo de hace veinticinco años era una sociedad que buscaba el enriquecimiento rápido y no era difícil encontrar a gente que invirtiera en arte, aunque fuera falso, con la idea de en cinco años venderlo y obtener más dinero", afirmó.
A su juicio, a finales de los 60 y principios de los 70 el propio Dalí y su compañera Gala favorecieron la circulación de la obra falsa porque necesitaban dinero para mantener su tren de vida, que incluía "seis meses del año en los hoteles más caros de Nueva York y París".
En el libro el marchante se apoya en comentarios del secretario de Dalí, John Peter "capitán" Moore para cifrar en medio millón de dólares mensuales el coste de la estancia en Nueva York de Dalí y sus acompañantes y apunta que esa cantidad "no se podía ganar vendiendo pequeños cuadros surrealistas de los años 30".
Lauryssens insistió en que en la Fundación hay "obra falsa" de Dalí, en el sentido de piezas en las que el artista ampurdanés hizo una parte del cuadro.
Por otro lado, el ex marchante aseguró que ya hay un proyecto de película basada en su libro, que está en fase de preproducción, y que contaría con Al Pacino en el papel del pintor y Cillyan Murphy en el del propio Lauryssens y estaría dirigida por Andrew Niccol, guionista de "The Truman show".
La productora, que "en ningún caso ha pedido la ayuda de la Fundación Dalí porque no la necesita para hacer la película", tiene intención, según el ex marchante, de estrenar el filme en el Festival de Cannes de 2009.
Tras afirmar que "todo se puede comprar con dinero", Lauryssens subrayó que Anthony Hopkins protagonizó un filme sobre Picasso en el que no salía ni un cuadro del artista o que Andy García interpretó a Modigliani en una cinta en la que se veía medio centenar de copias inexactas de obras del italiano.
El paralelismo Dalí-Picasso es inevitable aunque no con relación a la obra falsa: "La suerte de Picasso es que su primer marchante, Kahnweiler, fotografiaba cada cuadro que pintaba y hacía todos sus catálogos", algo que no sucedió con Dalí.
La prensa interrogó hoy acerca de algunas inexactitudes del libro, que Lauryssens trasladó a sus fuentes, y al final sentenció: "Si un ochenta por ciento del libro es verdad, nadie podrá negar que es un libro genial".
Lauryssens se definió como "el mentiroso engañado" y proclamó que hoy vive con la conciencia tranquila -no se atormenta porque dice no ser católico-, hasta el punto de que "al menos una vez al mes tomo una copa con algunos a los que vendía cuadros falsos de Dalí".
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