Entretenimiento
Laura Zapata habla en contra de Gabriela Sodi
Califica a su hermana como una malagradecida, pues cambió cuando supo de la herencia
CIUDAD DE MÉXICO (25/AGO/2014).-
Laura Zapata, quien participa en la telenovela de “La Gata”, habló en contra de su hermana Gabriela Sodi.
Durante una entrevista con la revista TVyN, la actriz calificó a su hermana como una mujer malagradecida, ya que Gabriela cambió cuando supo de la herencia de su mamá, pues dejó de hablarle.
Aseguró que fue una persona que no tenía nada, que un tiempo vivió en un “departamentito de interés social” en Cuernavaca, por lo que la quiso invitar a vivir con ella, pero su abuela le dijo que no lo hiciera.
La forma en que le ayudó fue pagándole inscripciones en los jardines de su colonia para que Gabriela vendiera sus cuadros, pues es pintora, y añade: “Los que me conocen dicen que soy un gran amor y que tengo un gran corazón. Lo que se ve no se juzga”.
Recordó el último favor que hizo por su hermana: “Lo último que hice por ella fue prestarle mi casa 16 meses sin cobrarle un centavo y tuve que cambiarle los pisos y pintarla, pero lo importante no fue eso, sino que me la dejó con problemas en las tuberías. Ni modo. Cuando las personas son malagradecidas, y aunque no la quiero calificar, ese es su ejercicio de vida, su desarrollo moral y de ética”.
Durante una entrevista con la revista TVyN, la actriz calificó a su hermana como una mujer malagradecida, ya que Gabriela cambió cuando supo de la herencia de su mamá, pues dejó de hablarle.
Aseguró que fue una persona que no tenía nada, que un tiempo vivió en un “departamentito de interés social” en Cuernavaca, por lo que la quiso invitar a vivir con ella, pero su abuela le dijo que no lo hiciera.
La forma en que le ayudó fue pagándole inscripciones en los jardines de su colonia para que Gabriela vendiera sus cuadros, pues es pintora, y añade: “Los que me conocen dicen que soy un gran amor y que tengo un gran corazón. Lo que se ve no se juzga”.
Recordó el último favor que hizo por su hermana: “Lo último que hice por ella fue prestarle mi casa 16 meses sin cobrarle un centavo y tuve que cambiarle los pisos y pintarla, pero lo importante no fue eso, sino que me la dejó con problemas en las tuberías. Ni modo. Cuando las personas son malagradecidas, y aunque no la quiero calificar, ese es su ejercicio de vida, su desarrollo moral y de ética”.
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