Entretenimiento
Las mujeres de Sergio brindan una velada francesa
La agrupación presentó su primera placa denominada 'C’est la vie'
GUADALAJARA, JALISCO (22/MAY/2014).- Les Femmes de Serge, representantes locales de la canción francesa, presentaron su primer placa bajo el nombre de C’est la vie. ¿Quién es Serge? El Sergio del que hablan es uno de los cantautores más emblemáticos del idioma francés, Serge Gainsbourg, un motor inspiracional para el grupo. Otros de los compositores que visitan con sus cóvers son Georges Brassens y el afamado Boris Vian.
El concierto empezó poco después de las 8:30 de la noche, con el ensamble a manera de sexteto. Hasta entonces el telón del Teatro IMSS escondía los instrumentos mientras llegaban los asistentes, quienes casi llenaron el teatro para 400 personas.
Las voces de Florence Vermue y Maricarmen Camarena se acompañan de Jorge Verdín en el piano y los arreglos (quien les da el toque del jazz) y Gilberto Ríos en el contrabajo, además de batería con Miguel Soto, y violín para la ocasión.
Luego de la primera canción dieron la bienvenida y aclararon el título del álbum, C’est la vie, Así es la vida, resaltando la importancia de los sonidos en la vida misma. Un ejemplo de ese vínculo vital con la música fue quizá uno de los temas que comenzó con los sonidos atmosféricos y rítmicos de una máquina de escribir manipulada por Florence. Otro de esos instrumentos fue una perforadora de papel, ésta en manos de Maricarmen, quien ha dado su voz a otros proyectos como Radaid o Siglos Pasados. La interacción de ambas vocalistas durante las canciones fue desde el baile hasta un poco de histrionismo para darle mayor intensidad a la interpretación.
Uno de los músicos invitados «llegó tarde», en un gesto teatral, y desde el público se incorporó al escenario para interpretar La vie en rose, que popularizara Edith Piaf.
Dans ma rue fue una de las canciones que tuvieron su introducción: las chicas contaron la historia trágica de su personaje. Otro tema con charla previa fue dedicado a la prima de Maricarmen Camarena, Daniela López, cumpleañera y participante en la producción del show.
Ne me quitte pas fue la que más aplausos recibió, sólo con piano y la prodigiosa voz de Camarena.
El momento nostálgico vino con un par de canciones, su primera composición, À la bonheur, y luego la primera que montaron, L’eau à la bouche, compuesto por Serge Gainsbourg.
El concierto empezó poco después de las 8:30 de la noche, con el ensamble a manera de sexteto. Hasta entonces el telón del Teatro IMSS escondía los instrumentos mientras llegaban los asistentes, quienes casi llenaron el teatro para 400 personas.
Las voces de Florence Vermue y Maricarmen Camarena se acompañan de Jorge Verdín en el piano y los arreglos (quien les da el toque del jazz) y Gilberto Ríos en el contrabajo, además de batería con Miguel Soto, y violín para la ocasión.
Luego de la primera canción dieron la bienvenida y aclararon el título del álbum, C’est la vie, Así es la vida, resaltando la importancia de los sonidos en la vida misma. Un ejemplo de ese vínculo vital con la música fue quizá uno de los temas que comenzó con los sonidos atmosféricos y rítmicos de una máquina de escribir manipulada por Florence. Otro de esos instrumentos fue una perforadora de papel, ésta en manos de Maricarmen, quien ha dado su voz a otros proyectos como Radaid o Siglos Pasados. La interacción de ambas vocalistas durante las canciones fue desde el baile hasta un poco de histrionismo para darle mayor intensidad a la interpretación.
Uno de los músicos invitados «llegó tarde», en un gesto teatral, y desde el público se incorporó al escenario para interpretar La vie en rose, que popularizara Edith Piaf.
Dans ma rue fue una de las canciones que tuvieron su introducción: las chicas contaron la historia trágica de su personaje. Otro tema con charla previa fue dedicado a la prima de Maricarmen Camarena, Daniela López, cumpleañera y participante en la producción del show.
Ne me quitte pas fue la que más aplausos recibió, sólo con piano y la prodigiosa voz de Camarena.
El momento nostálgico vino con un par de canciones, su primera composición, À la bonheur, y luego la primera que montaron, L’eau à la bouche, compuesto por Serge Gainsbourg.
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