Entretenimiento

Las mil personalidades de Juan Carlos Barreto

El actor disfruta cada trabajo que llega a su mesa; sin embargo, prefiere enfocarse en uno a la vez

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUL/2012).- Hoy es un sacristán en Cachito de cielo. Ayer fue un marido despiadado en una serie. Antes, un hombre repleto de inseguridades en una obra de teatro. Mañana, quien sabe. Los papeles histriónicos que se han cruzado en la vida de Juan Carlos Barreto sólo tienen una cosa en común: no se parecen en nada a su vida “común”.

De sonrisa franca y conversador ágil, Barreto se considera un actor disciplinado en el arte de la metamorfosis. Le gusta el reto de cambiar constantemente de tono, de voz, de gestos. Un movimiento, hasta el más sutil, lo puede transformar en otra persona. “Es la maravilla de ser actor”, afirma en entrevista telefónica.

Ahora se encuentra en el Distrito Federal, enfrascado en un proyecto “que me tiene encantado, como lo es Cachito de cielo”. La novela de Televisa, con tintes de comedia, ha sido un viento refrescante en la carrera del artista, cuyas canas pueden ser engañosas ante la vitalidad con la que despliega su actividad profesional.

“Me encanta Guadalajara”, afirma antes de comenzar la entrevista, haciendo de paso gala de una buena memoria. “Hace un mes fui con la obra Espejos al Teatro Galerías, con Diana Bracho y Ludwika Paleta, me la pasé muy bien”.

Para algunos, Juan Carlos Barreto es ahora Tristán, el tímido sacristán de Cachito de cielo, pero con ese mismo compromiso protagonizó la serie XY y participó en la película Quemar las naves, ambas aclamadas por la crítica. El actor confiesa que su trabajo le satisface, el reconocimiento le halaga, pero prefiere vivir mirando al futuro.

—¿Quién es “Tristán”?

—Tristán es un santurrón (risas), mejor dicho, un sacristán. Es retraído, tímido, o eso parece, porque está enamorado de una mujer maravillosa, aunque no se atreve a decirlo. El conflicto es demasiado, porque aunque parece que es correspondido por la mujer, las circunstancias no los favorecen a ambos.

—¿No le costó entrar en la mente de un sacristán?

—Soy de una familia muy católica. En mis mocedades estuve muy metido en esa dinámica. Iba a misa de 12, cantaba en el coro, daba catecismo, hacíamos jornada de vida cristina, es más ¡gané dos concursos de música sacra! (risas), así que de alguna manera no desconocía el tema. Me dio mucho gusto cuando me llamaron, porque conocía de qué se trataba.

Para darle forma al papel me estoy fusilando dos o tres personalidades que conocí en aquellos años (risas). Yo era muy creyente, iba a misa, me confesaba los viernes. Curiosamente, en la parroquia en la que grabamos, no existe un sacristán, sino una sacristana. Ella me ayudó a conocer lo que tenía que hacer.

—Es curioso tener un personaje tan realista en una novela con muchos tintes de drama y comedia.

—En realidad sí tiene grandes dosis de ficción. Tristán es un hombre romántico, enamorado, y su nombre, de hecho, está inspirado en otra ficción. En la literatura, antes de Romeo y Julieta existieron Tristán e Isolda, que son más o menos el equivalente romántico, e igual se sacrifican por amor. Creo que es un personaje encantador, y día a día le voy descubriendo más cosas”.

—Sorprende que pese a tener figuras de fuerte presencia mediática (Pedro Fernández, Maite Perroni), no existe ningún escándalo que empañe la novela, ¿siente que se hizo un buen equipo entre los miembros del elenco?


—La mayoría son personas muy dedicadas a su trabajo, concentrados en sus papeles, y eso no permite que andemos criticando la chamba del otro, independientemente de que, en efecto, nos llevamos muy bien, existe una camaradería entre toda la gente que hace Cachito de cielo. Estamos ocupados en hacer algo que a la gente le conmueva, le entretenga, le divierta, de hacer un producto de calidad.

—Usted viene de hacer una serie muy exitosa, y antes, le había ido bien con el cine, ¿no enfrentó críticas por elegir una novela?


—Honestamente, pienso que cualquier ambiente es bueno para desarrollar la creatividad. Sí, me han criticado un poco porque vine de hacer XY, que fue una serie muy querida. Me decían: “¿pero cómo te pones a hacer televisión, y peor, telenovelas?”.

Creo que uno hace su trabajo y el que es perico donde quiera es verde. Yo no tengo ese tipo de prejuicios, pero me queda claro que existen, por ejemplo, de que la gente del cine no quiere a los de la televisión o el teatro, en fin. Si los actores sabemos dónde estamos parados, sea cine, teatro o televisión, cualquier lugar es bueno para ejercer el oficio.

—¿Le hacen falta más proyectos “ligeros” a la televisión ante el momento complicado que vive el país?

—Más que ligera, creo que la telenovela está muy equilibrada, ésa es su mayor virtud. Es una comedia romántica, es algo que hacemos para que México ría. El país necesita relajarse un poco. Vivimos una vida demasiado estresada, también. Pero ojo, no digo que hay que olvidarse de los problemas y mandar todo a la goma. Yo he escuchado excelentes comentarios de la telenovela, estoy muy contento y feliz de trabajar con este grupo de actores, productores y técnicos.

Aunque es un actor que ha probado su capacidad en cine, teatro y televisión, Juan Carlos Barreto confiesa que en este momento de su vida prefiere enfocarse sólo en una plataforma, porque sabe bien el desgaste de combinar dos proyectos al mismo tiempo. “Ahorita estoy dedicado a las telenovelas y creo que ya pasé ese momento de mi vida donde estaba corriendo de un set a un foro. Era una paranoia, luego por eso dan los ataques cardiacos (risas)”.

Con más calma
Prioriza sus metas


El histrión confesó que tiene interés de volver al cine, aunque es un proyecto a largo plazo. “Hay una película que me interesa hacer, pero los proyectos de cine son muy difíciles de levantar. Yo espero que finalmente se realice, quizá para el próximo año. Se llama Jueces y verdugos, dirige Christian González”.

FRASE

"
A mí nunca me detienen los prejuicios. Si siento que el producto es bueno y a la gente le va a gustar, pues lo hago "

Juan Carlos Barreto,
actor.

Cachito de cielo / Lunes a viernes / 18:15 horas / Canal de las Estrellas
Síguenos en

Temas

Sigue navegando