Entretenimiento
La tarea apocalíptica de Noé
La película de Aronofsky se centra en el sacrificio y lanza una reflexión sobre la naturaleza de la humanidad
Esta historia bíblica es llevada por primera vez al cine gracias al director Darren Aronofsky, primero, con el objetivo de presentar la visión intimista de un hombre como Noé que ve al mundo con odio, pues éste se ha dejado llevar por la codicia y el egoísmo, pero que al pasar por la experiencia de la redención, su perspectiva cambia a la misericordia.
Después, fue un sueño cumplido para el creador de la cinta Cisne negro, pues cuando tenía 13 años, ganó un concurso literario con un poema dedicado al bíblico personaje, y cuando ya comenzaba su carrera en el mundo del Séptimo Arte, supo que en su lista de las 10 películas que algún día rodaría en su vida se encontraba Noé. “Para mí este personaje ha sido una especie de santo patrón de mi vida creativa y una de las historias más grandes de todos los tiempos”.
La película que desarrolla una compleja y atractiva tecnología, así como un reparto impresionante encabezado por Russell Crowe, Jennifer Connelly, Anthony Hopkins, Emma Watson y Logan Lerman se estrena este viernes en la cartelera nacional con una enorme expectativa de por medio, aunque la trama se centra en una profecía judeo-cristiana, tanto el director como su elenco enfatizan en que es una historia que aborda sentimiento universales en los que la audiencia se podrá sentir identificada. “Es como el patrimonio de la UNESCO, no sólo pertenece a la gente religiosa”, expone Darren.
Confiesa también, que en la trama se puede leer una lectura ecologista, esa donde el mismo hombre se ha encargado de destruir a su propio entorno.
“En el Génesis, la historia comienza con el Creador muy enfadado, y con ansia de hacer justicia -mediante el diluvio- y después se mueve hacia la misericordia. Lo que queríamos era trasladar esa evolución al personaje de Noé. Así que al principio de la película Noé está lleno de odio, porque ve lo que los hombres han hecho, entre sí y al planeta, y a lo largo de la película aprende a ser piadoso”.
Noé, filmada con un presupuesto de 160 millones de dólares, recurrió a la tecnología CGI para recrear a los miles de animales que salen a cuadro durante el filme, esta herramienta es la realización de imágenes realistas en tres dimensiones, donde el cine recurre frecuentemente para dar rienda suelta a la creatividad de animaciones y efectos especiales.
En este filme bíblico lo que buscó la producción es que cada ser vivo se viera tan real que el público no pudiera apreciar las diferencias. Seran los espectadores quienes decidan que tan profunda es la visión del director sobre este personaje.
SABER MÁS
Curiosidades del rodaje
Además de estudiar el Génesis, Aronofsky consultó los Rollos del Mar Muerto, el Libro de Enoc ( una obra atribuida al bisabuelo de Noé) y el Libro de los Jubileos , así como el análisis histórico y moderno por teólogos e historiadores.
Emma Watson decidió participar en Noé porque desde su perspectiva se retrata a la mujer como un ser humano con fuerza y carácter. La actriz señaló que “la visión es tan valiosa como la de los hombres y tienen un rol crucial en la historia. Darren como guionista valora y respeta a las mujeres”.
DARREN ARONOFSKY
Entregado a la pantalla
El director ha sido siempre un cineasta atraído por las historias de mayor alcance y los medios más audaces de la narración, así como por la complejidad de la psique de sus personajes. Hay que recordar las aristas que el creativo enfrenta desde la búsqueda del matemático de su película debut, Pi: fe en el caos, a la búsqueda agridulce para la reconciliación de El luchador y al ballet en un intenso thriller, Cisne Negro.
Darren ha llegado a ser tan conocido por su enfoque visual innovador como por su voluntad de profundizar en temas como la mortalidad, el amor y el sentido de lo sagrado.
El realizador nacido en Nueva York un 12 de febrero de 1969 estrenó en el 2000 Réquiem por un sueño, justo en el marco del Festival de Cine de Cannes, uno de sus proyectos más aclamados.
En 2008 estrenó El luchador en el Festival de Cine de Venecia, donde ganó el apreciado León de Plata, con esta presea se convirtió el tercer realizador norteamericano que ha ganado tan importante galardón en toda la historia del festival.
En esta película, sus protagonistas, Mickey Rourke y Marisa Tomei fueron nominados al Oscar.
En el año 2010, el realizador volvió a sorprender con el estreno de Cisne negro, cinta que abordaba el desequilibrio mental de una bailarina de ballet, encarnada por Natalie Portman, en este filme, la estrella ganó el Oscar como Mejor actriz.
Amante de los proeyctos complicados, Darren Aronofsky construyó desde cero un arca real para la película de Noé. Se encuentra en Long Island, y se usó un estacionamiento para “guardarla”.
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