Entretenimiento
La mística espiral de Zoé en palenque
La agrupación formada en Cuernavaca con elementos capitalinos se apropió del palenque de las Fiestas de Octubre
GUADALAJARA, JALISCO (1/NOV/2013).- El ruedo de las Fiestas de Octubre les pertenece. Ya no es un territorio exclusivo de la banda, la tambora, el mariachi y la balada. Ya no es un lugar alejado de propuestas alternativas. Ya no es el espacio inalcanzable para la estridencia o intocable para el rock. No más. Zoé demostró que para su sonido, las barreras no existen.
La banda capitalina formada en Cuernavaca se sintió como en casa en el Palenque de las Fiestas de Octubre. Llegaron frescos, rayando la madrugada del viernes, y sobre el mismo suelo que minutos antes había visto luchas de gallos, rifas y sorteos. Ellos también se jugaban el prestigio en un escenario que tradicionalmente se le dificulta a las propuestas roqueras, ya sea por el calor, la mala acústica, o lo complejo que es hacerse un hueco en un calendario de espectáculos dominados por otro tipo de corrientes sonoras.
Las dos primeras estuvieron presentes, como siempre. El Palenque de las Fiestas de Octubre se convierte en una olla a presión, una sauna masiva, cuya temperatura sube de forma brutal conforme avanza el concierto. Y el sonido, peor. Las primeras canciones sonaron saturadas, y a lo largo de la velada, cuando Larregui se dirigía al público, su voz apenas se entendía en un océano de distorsiones. Pero donde iban de gane fue en el público.
Zoé no se tuvo que ganar a nadie. Las gradas estaban pobladas de fieles, que celebraron cada paso, requinto o platillazo que brotó del escenario. Bastó con que arrancara el concierto para que, cómo propulsados por resortes, los cinco mil 500 asistentes se levantaran de sus asientos.
Crema de estrellas
Delgado, como una sombra y con ese aspecto entre rockstar y bohemio abandonado a su suerte, León Larregui fue quien acaparó las miradas, los saludos y los piropos de las damas. Suerte de vocalista, dirían algunos, aunque el resto de la banda, integrada por Sergio Acosta (giutarra), Jesús Baez (teclados), Ángel Mosqueda (bajo) y Rodrigo Guardiola también recibieron la atención del público, con aplausos, saludos y hasta mantas.
El recorrido sonoro que la banda propuso durante su candente show en el palenque se recargó principalmente con temas extraídos de Rocanlover y Memo Rex y Reptilectric, aunque se dieron tiempo para presentar 10 AM, melodía que se desprende de Programatón, la nueva placa de Zoé, y que presentarán formalmente el próximo 27 de febrero en el Auditorio Telmex.
Tras dos horas de concierto, y de jurar que el público de Guadalajara es el mejor y los hace sentir como en casa, la banda se despidió, no sin antes, prometer que pronto volverán a lo que ya sienten como suyo: El ruedo de las Fiestas de Octubre.
Se van de gira
Además de presentar Programatón en Guadalajara, Zoé estará dando vueltas con este disco en países como Estados Unidos, Colombia, Panamá, Costa Rica, El Salvador, España, e Inglaterra.
La producción de este material estuvo a cargo de Phil Vinall, quien antes trabajó con bandas como Placebo, Pulp y Elástica.
Ahorrándose la modestia, la banda autoproclamó a Programatón como "el mejor trabajo de Zoé", uno con el que esperan llegar cada vez a más público.
EL INFORMADOR /Juan Francisco González Rodríguez
La banda capitalina formada en Cuernavaca se sintió como en casa en el Palenque de las Fiestas de Octubre. Llegaron frescos, rayando la madrugada del viernes, y sobre el mismo suelo que minutos antes había visto luchas de gallos, rifas y sorteos. Ellos también se jugaban el prestigio en un escenario que tradicionalmente se le dificulta a las propuestas roqueras, ya sea por el calor, la mala acústica, o lo complejo que es hacerse un hueco en un calendario de espectáculos dominados por otro tipo de corrientes sonoras.
Las dos primeras estuvieron presentes, como siempre. El Palenque de las Fiestas de Octubre se convierte en una olla a presión, una sauna masiva, cuya temperatura sube de forma brutal conforme avanza el concierto. Y el sonido, peor. Las primeras canciones sonaron saturadas, y a lo largo de la velada, cuando Larregui se dirigía al público, su voz apenas se entendía en un océano de distorsiones. Pero donde iban de gane fue en el público.
Zoé no se tuvo que ganar a nadie. Las gradas estaban pobladas de fieles, que celebraron cada paso, requinto o platillazo que brotó del escenario. Bastó con que arrancara el concierto para que, cómo propulsados por resortes, los cinco mil 500 asistentes se levantaran de sus asientos.
Crema de estrellas
Delgado, como una sombra y con ese aspecto entre rockstar y bohemio abandonado a su suerte, León Larregui fue quien acaparó las miradas, los saludos y los piropos de las damas. Suerte de vocalista, dirían algunos, aunque el resto de la banda, integrada por Sergio Acosta (giutarra), Jesús Baez (teclados), Ángel Mosqueda (bajo) y Rodrigo Guardiola también recibieron la atención del público, con aplausos, saludos y hasta mantas.
El recorrido sonoro que la banda propuso durante su candente show en el palenque se recargó principalmente con temas extraídos de Rocanlover y Memo Rex y Reptilectric, aunque se dieron tiempo para presentar 10 AM, melodía que se desprende de Programatón, la nueva placa de Zoé, y que presentarán formalmente el próximo 27 de febrero en el Auditorio Telmex.
Tras dos horas de concierto, y de jurar que el público de Guadalajara es el mejor y los hace sentir como en casa, la banda se despidió, no sin antes, prometer que pronto volverán a lo que ya sienten como suyo: El ruedo de las Fiestas de Octubre.
Se van de gira
Además de presentar Programatón en Guadalajara, Zoé estará dando vueltas con este disco en países como Estados Unidos, Colombia, Panamá, Costa Rica, El Salvador, España, e Inglaterra.
La producción de este material estuvo a cargo de Phil Vinall, quien antes trabajó con bandas como Placebo, Pulp y Elástica.
Ahorrándose la modestia, la banda autoproclamó a Programatón como "el mejor trabajo de Zoé", uno con el que esperan llegar cada vez a más público.
EL INFORMADOR /Juan Francisco González Rodríguez
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