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La mafia en el cine: un híbrido de realidades

Carismáticos, poderosos y viscerales, los mafiosos en la pantalla se han convertido en un blanco para espectadores

GUADALAJARA, JALISCO (18/MAR/2013).- Un mafioso cubano transporta cocaína desde Bolivia a Estados Unidos. El hijo de un capo es emboscado por sus enemigos en Brooklyn. Jóvenes transportan droga en una moto sin recibir paga, pero con la promesa de quedarse con ese medio de transporte. Integrantes de una “familia” hacen estafas millonarias y ganan licitaciones.

Historias hay por puños. El cine estadounidense dedicado a la mafia y a los grupos del crimen organizado es basto en información; cada cinta ha revelado o confirmado aquellos hechos que son propios de la delincuencia organizada y que les son vitales para subsistir. En ese recorrido también han cambiado los códigos de sus protagonistas: el silencio sobre los negocios como mandamiento máximo; de los trajes hechos a la medida según la situación, a los pants y sudaderas que dejan al descubierto cadenas de oro.

Es una mezcla de rigor a la hora de investigar, de transparencia y hasta de cierta inmersión por parte de los directores y guionistas. De esta manera han llegado a la pantalla filmes como ''El enemigo público'' (1931), ''El Padrino'' (1972), ''Scarface'' (1983), ''Buenos muchachos'' (1984), ''Carlito’s Way'' (1993), ''American Gangster'' (2007) y muchas más, que exploran la parte de los negocios y la etapa humana del criminal.

La transformación de las costumbres


En la vida real resulta un tanto difícil cobrar empatía por un criminal. No es así en el cine. Figuras como ''Vito Corleone'' o ''Tony Montana'' han visto sus imágenes reproducidas millones de veces. Éstas bien pueden ser colocadas en pósters, camisas y hasta como foto de perfil en redes sociales. Ni se diga de sus frases: leyendas como “una oferta que no podrás rechazar” y “el mundo es tuyo” han pasado a ser propiedad de las masas.

¿A qué se debe esta empatía con los personajes de la pantalla? Guillermo Vaidovits, crítico de cine y profesor en el Departamento de Imagen y Sonido en la Universidad de Guadalajara, afirma que tiene que ver con una transformación de las costumbres estadounidenses que se consumó luego de que ''El Padrino'' saliera a la luz.

“El impacto, en primer lugar, tiene que ver con una transformación de las costumbres y de los valores sociales. De los años sesenta para atrás se consideraba que esas películas tenían muchos elementos antisociales, entonces se obligaba a que particularmente en los desenlaces de las historias las narraciones se convirtieran en ejemplos aleccionadores respecto al crimen”.

Pero, como ya se dijo, esto cambió luego de algunos años: “'El Padrino', en vez de ser un criminal salvaje, se convierte en un hombre de negocios; él recibe en su despacho y hablan de las ganancias, de estas cosas propias de un modelo de empresario. Éste es el gran mérito, le da al espectador una nueva lectura”.

Herbey Eguiarte Alcalá también da su visión del por qué resultan gratas estas historias y personajes, creaciones principalmente de la cultura ítalo-americana. Él es coordinador de la carrera en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Guadalajara Lamar, maestro de Cine y Artes Audiovisuales en esta institución, así como docente en la Universidad del Valle de Atemajac (Univa); además, se dedica a la realización de piezas audiovisuales.

“El mafioso italiano clásico no sé de dónde viene ni cómo lo han construido, pero era una especie de 'Robin Hood'. En 'El Padrino' se enaltece esta figura, es el antihéroe, el que busca hacer lo bueno por medios poco ortodoxos, moralmente cuestionables. A final de cuentas, siento que es el enaltecimiento que se hace en la cultura estadounidense de estas figuras, lo que generó que a todos les pareciera interesante”.

Estos personajes, simpáticos o no, no son del todo inventados. Hay todo un proceso de creación que si bien involucra una amplia investigación, está respaldado por el sistema.

Entre la transparencia y el rigor


¿Las historias de la mafia que nos han contado los estadounidenses son meramente producto de la imaginación? No del todo. Herbey Eguiarte cuenta al respecto: “Martin Scorsese, Mario Puzo, Roberto Saviano, logran dar a conocer la historia de lo que vieron, de lo que vivieron. Scorsese dice que él habla de lo que vivió cuando era niño.  En la mafia sucede algo súper interesante, que hay varios mafiosos que les gusta escribir y contar sus historias”.

Uno de los ejemplos recientes de lo anterior es Louis Ferrante, un ex integrante de la familia Gambino que, tras pasar ocho años en prisión, comenzó a escribir sobre el mundo que él conoce. Uno de sus libros se llama ''Aprenda de la mafia''.

Además de las historias que los cineastas conocen por vivencias propias, anécdotas que les han contado y las que los propios mafiosos hacen públicas, hay otros dos factores que son clave en la creación de estas historias: el rigor y la transparencia en el sistema judicial.

“Cuando hablamos de cine norteamericano, estamos hablando de un sector en donde el trabajo profesional es de un nivel muy alto y hay un rigor absoluto a nivel de la investigación, de los datos. Fácilmente uno puede a veces decir: ‘Es que es una película, es Hollywood’, pero en realidad los guionistas y directores se documentaron a profundidad, porque es una cultura en donde existe la documentación. Fíjate cómo ni la Unión Soviética ni Rusia tienen películas sobre la mafia, porque no hay ese registro documental, las cosas se guardaban en lo oscurito”, agrega Guillermo Vaidovits.

El académico de la Universidad de Guadalajara, también productor de televisión, resalta la atención que pusieron los medios informativos desde el principio del siglo XX; el cómo incluso han sido motores de denuncia y de persecución de criminales, gracias al periodismo de investigación. Agrega: “Socialmente hay todo un sector de académicos, de intelectuales que han investigado el fenómeno”.

Palabra importante: documentación. Y para tener acceso a esa a ella, hace falta un sistema de transparencia que así lo permita. “Aquí no hay mucha claridad del mundo de la delincuencia, porque los mismos sistemas de justicia siempre se han manejado por presunciones y nunca por comprobaciones ni por evidencias (...) Es muy difícil investigar a raíz de esos casos y muchos cineastas recurren a tropicalizar las películas gringas y se imaginan cosas aquí como si fueran los Estados Unidos”.

En México, una de las películas que más ha mostrado este mundo es ''El Infierno'' (2010), de Luis Estrada, que cuenta cómo un pueblo sufre el embate del narcotráfico y de la guerra oficial contra éste. Sin embargo, el mismo director ha dicho: “Esto es un cuento, es una ficción”.

ELD ATO

También en la tele


En la década reciente, una de las series con mayor audiencia en Estados Unidos fue ''Los Soprano'', producción protagonizada por James Gandolfini y que retrata la vida de ''Tony Soprano'', tanto a nivel personal como las dificultades que enfrenta en la organización criminal que dirige en Nueva Jersey.

La serie, creada y dirigida por David Chase, se transmitió en seis temporadas entre 1999 y 2007, y logró, entre otros reconocimientos, 21 premios Emmy y cinco Globos de Oro.
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