Entretenimiento
La contundencia de Therion se siente en el Diana
Alrededor de mil 200 amantes del metal se deleitaron con la intensidad, furia, arreglos orquestales acoplados al heavy metal y más muestras de la grandeza de la banda sueca
GUADALAJARA, JALISCO (07/JUN/2010).- Con poco más de 23 años de carrera, la bestia sinfónica de Therion, sin nuevo disco que presentar en su gira latinoamericana, encontró otro pretexto para incluir a Guadalajara en la agenda y sacudir al Teatro Diana anoche, acompañados de una legión amante del metal compuesta por aproximadamente mil 200 personas que no dejaron de agitar la cabeza y aporrear el alfombrado del recinto universitario.
Intensidad, furia, arreglos orquestales acoplados al heavy metal, 110 minutos, con narraciones de temas mitológicos, ocultismo, magia, antiguas tradiciones y escritos, 22 canciones, dos encores y un cover a ABBA, con el tema Summer night city, la fanaticada de Guadalajara estuvo en todo momento al pie del cañón.
En tres ocasiones se despidieron del público que enardecido en aplausos y gritos pedían que el octeto sueco regresa a sus instrumentos. Sólo dos veces regresaron contagiados por el calor de sus seguidores. El primer abandono fue tras Cults of the shadow y la segunda amenaza luego de Son of the staves of time y To mega Therion. No hubo una tercera porque Christofer Johnsson y compañía habían agotado los cartuchos útiles para esa noche, su única fecha en tierras tapatías, luego de su paso por la Ciudad de México, donde tuvieron dos presentaciones.
EL INFORMADOR/OMAR CASTAÑEDA
Intensidad, furia, arreglos orquestales acoplados al heavy metal, 110 minutos, con narraciones de temas mitológicos, ocultismo, magia, antiguas tradiciones y escritos, 22 canciones, dos encores y un cover a ABBA, con el tema Summer night city, la fanaticada de Guadalajara estuvo en todo momento al pie del cañón.
En tres ocasiones se despidieron del público que enardecido en aplausos y gritos pedían que el octeto sueco regresa a sus instrumentos. Sólo dos veces regresaron contagiados por el calor de sus seguidores. El primer abandono fue tras Cults of the shadow y la segunda amenaza luego de Son of the staves of time y To mega Therion. No hubo una tercera porque Christofer Johnsson y compañía habían agotado los cartuchos útiles para esa noche, su única fecha en tierras tapatías, luego de su paso por la Ciudad de México, donde tuvieron dos presentaciones.
EL INFORMADOR/OMAR CASTAÑEDA
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