Entretenimiento
La banda sonora, según Michael Nyman
El músico británico asegura que competir con otros elementos sonoros en una película es su principal obstáculo
GUADALAJARA, JALISCO (05/MAR/2012).- A Michael Nyman, considerado como un ícono en la creación de música para películas, le sorprendió el gusto por componer bandas sonoras una vez que ya había recorrido un camino en la ejecución como pianista y como crítico del oficio, de la misma manera en que ahora se dice sorprendido porque ya hace varios años que no se involucra en una producción, pues asegura que su labor no es fácil, ya que en principio debe negociar con el director del filme y luego competir con otros elementos sonoros. “Llegué a la composición de bandas sonoras por accidente, de eso ya hace más de 30 años, fue Peter Greenaway quien me propuso trabajar en ello”, compartió ayer durante una clase magistral que impartió a los alumnos del Talent Campus, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
La mancuerna Greenaway-Nyman inició con el filme ''Goole by numbers'' (1976), continuó con ''Vertical features remake'' (1978) y ''A walk through H: The reincarnation of an ornithologist'' (1979), por mencionar algunas de sus colaboraciones, mismas que terminaron en 1989 con la cinta ''El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante''.
A manera de reflexión y para que aquellos que estén interesados en componer para producciones audiovisuales tengan en cuenta a qué se van a enfrentar, Nyman apunta que “el cine debe entenderse como una extensión del teatro, y mi trabajo se complica en el momento en que entiendo que las películas son de textos, no de música”, y enfatiza que “toda la energía que implica la preparación de un filme tiene que ver con el diálogo, la música nunca se ha considerado en la etapa inicial de una producción”, y eso, a final de cuentas merma en las posibilidades que tiene un artista de desarrollarse de una mejor manera.
La música puede ser constructiva o destructiva, enfatiza momentos, envía mensajes al espectador y así debe entenderse según considera Nyman, un concertista que hace más de 20 años dejó de hablar con Peter Greenaway, sí, con quien sostuvo una relación profesional de 30 años y con quien realizó las bandas más importantes de su carrera, según el mismo Michael anota, y esto debido precisamente al desacuerdo que tuvieron en 1989 con respecto a la cinta ''El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante'', debido a que Greenaway “no sólo cambió lo que habíamos acordado y me pidió una modificación que no acepté, sino que además agregó, en lo que considero mi mejor obra, música electrónica de bajísima calidad, no fui responsable del resultado y no quería estar en los créditos, aunque sí aparezco”.
El cineasta, que luego de conocer México, decidió comprar una casa en el Distrito Federal también pone en la mesa que cuando un músico se da a la tarea de realizar un soundtrack le puede tomar mucho tiempo, aunque eso no signifique que el director vaya a aprobar su idea y eso debe tenerlo claro, pues generalmente los procesos son largos y complicados, aunque paradójicamente es el compositor quien menos tiempo tiene de entre los otros creativos para poner en marcha su idea “en una ocasión invertí mucho tiempo en la música de una película y el director me decía que le gustaba, por eso creo que en ocasiones la música para filmes termina siendo, a veces, un juguete muy caro”.
ANTECEDENTES
Creatividad que evoluciona
Fue a principios del siglo pasado cuando surgieron las primeras bandas sonoras. Al principio eran orquestas o pianos los que acompañaban, pero con la llegada del cine sonoro cuando surgieron lo que ahora se conoce como banda sonora.
Fue con la película de King Kong en los años treinta con la que hubo otro cambio importante, ya que grandes estudios ya tenían departamentos musicales completos, con una plantilla de compositores, adaptadores-arreglistas y directores de orquesta. Al principio, la música se ajustaba a la acción, pero fue Max Steiner, con King Kong, que demostró lo que se podía hacer con una partitura original totalmente sincronizada con las imágenes.
A mediados de los cincuenta se dieron ventas millonarias por los soundtracks, hecho que luego en los setenta derivó en una crisis que hasta los noventa terminó con la recuperación de la importancia de composiciones originales.
La prueba más reciente del poder de la banda sonora, sobre todo en una cinta muda, la tiene El artista, que recién ganó un Oscar.
Las 5 películas elementales
''El rey león'' (1994). Compositor: Hans Zimmer
''El piano'' (1993). Compositor: Michael Nyman
''Réquiem por un sueño'' (2000). Compositor: Clint Mansell
''Amores perros'' (2001). Compositor: Gustavo Santaolalla
''El artista'' (2012). Compositor: Ludovic Bource
SONORO ÉXITO
Los protagonistas
Hans Zimmer
El artista alemán es responsable de la música de más de 100 cintas. ''Piratas del Caribe'', ''El rey león'' (con la que ganó un Oscar), ''Batman, el caballero de la noche'', ''Kung Fu Panda'', ''Rango'', ''Megamente'' y ''Sherlock Holmes: Juego de sombras'' son algunos de sus títulos más recientes.
Clint Mansell
El inglés con más de 30 títulos en los que ha puesto su creatividad estuvo al frente de filmes como ''Pi, el orden del caos'', ''Réquiem por un sueño'', ''La fuente de la vida'' (todas de Darren Aronofsky), ''El luchador'', ''El cisne negro'' y ''United''.
Gustavo Santaolalla
Aunque no es el único hispano en producciones hollywoodenses sí es el que más recientemente ha llamado la atención de propios y extraños con dos premios Oscar, el primero por Secreto en la montaña y el segundo por ''Babel''; también compuso la música de ''Amores perros''.
La mancuerna Greenaway-Nyman inició con el filme ''Goole by numbers'' (1976), continuó con ''Vertical features remake'' (1978) y ''A walk through H: The reincarnation of an ornithologist'' (1979), por mencionar algunas de sus colaboraciones, mismas que terminaron en 1989 con la cinta ''El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante''.
A manera de reflexión y para que aquellos que estén interesados en componer para producciones audiovisuales tengan en cuenta a qué se van a enfrentar, Nyman apunta que “el cine debe entenderse como una extensión del teatro, y mi trabajo se complica en el momento en que entiendo que las películas son de textos, no de música”, y enfatiza que “toda la energía que implica la preparación de un filme tiene que ver con el diálogo, la música nunca se ha considerado en la etapa inicial de una producción”, y eso, a final de cuentas merma en las posibilidades que tiene un artista de desarrollarse de una mejor manera.
La música puede ser constructiva o destructiva, enfatiza momentos, envía mensajes al espectador y así debe entenderse según considera Nyman, un concertista que hace más de 20 años dejó de hablar con Peter Greenaway, sí, con quien sostuvo una relación profesional de 30 años y con quien realizó las bandas más importantes de su carrera, según el mismo Michael anota, y esto debido precisamente al desacuerdo que tuvieron en 1989 con respecto a la cinta ''El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante'', debido a que Greenaway “no sólo cambió lo que habíamos acordado y me pidió una modificación que no acepté, sino que además agregó, en lo que considero mi mejor obra, música electrónica de bajísima calidad, no fui responsable del resultado y no quería estar en los créditos, aunque sí aparezco”.
El cineasta, que luego de conocer México, decidió comprar una casa en el Distrito Federal también pone en la mesa que cuando un músico se da a la tarea de realizar un soundtrack le puede tomar mucho tiempo, aunque eso no signifique que el director vaya a aprobar su idea y eso debe tenerlo claro, pues generalmente los procesos son largos y complicados, aunque paradójicamente es el compositor quien menos tiempo tiene de entre los otros creativos para poner en marcha su idea “en una ocasión invertí mucho tiempo en la música de una película y el director me decía que le gustaba, por eso creo que en ocasiones la música para filmes termina siendo, a veces, un juguete muy caro”.
ANTECEDENTES
Creatividad que evoluciona
Fue a principios del siglo pasado cuando surgieron las primeras bandas sonoras. Al principio eran orquestas o pianos los que acompañaban, pero con la llegada del cine sonoro cuando surgieron lo que ahora se conoce como banda sonora.
Fue con la película de King Kong en los años treinta con la que hubo otro cambio importante, ya que grandes estudios ya tenían departamentos musicales completos, con una plantilla de compositores, adaptadores-arreglistas y directores de orquesta. Al principio, la música se ajustaba a la acción, pero fue Max Steiner, con King Kong, que demostró lo que se podía hacer con una partitura original totalmente sincronizada con las imágenes.
A mediados de los cincuenta se dieron ventas millonarias por los soundtracks, hecho que luego en los setenta derivó en una crisis que hasta los noventa terminó con la recuperación de la importancia de composiciones originales.
La prueba más reciente del poder de la banda sonora, sobre todo en una cinta muda, la tiene El artista, que recién ganó un Oscar.
Las 5 películas elementales
''El rey león'' (1994). Compositor: Hans Zimmer
''El piano'' (1993). Compositor: Michael Nyman
''Réquiem por un sueño'' (2000). Compositor: Clint Mansell
''Amores perros'' (2001). Compositor: Gustavo Santaolalla
''El artista'' (2012). Compositor: Ludovic Bource
SONORO ÉXITO
Los protagonistas
Hans Zimmer
El artista alemán es responsable de la música de más de 100 cintas. ''Piratas del Caribe'', ''El rey león'' (con la que ganó un Oscar), ''Batman, el caballero de la noche'', ''Kung Fu Panda'', ''Rango'', ''Megamente'' y ''Sherlock Holmes: Juego de sombras'' son algunos de sus títulos más recientes.
Clint Mansell
El inglés con más de 30 títulos en los que ha puesto su creatividad estuvo al frente de filmes como ''Pi, el orden del caos'', ''Réquiem por un sueño'', ''La fuente de la vida'' (todas de Darren Aronofsky), ''El luchador'', ''El cisne negro'' y ''United''.
Gustavo Santaolalla
Aunque no es el único hispano en producciones hollywoodenses sí es el que más recientemente ha llamado la atención de propios y extraños con dos premios Oscar, el primero por Secreto en la montaña y el segundo por ''Babel''; también compuso la música de ''Amores perros''.
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