Entretenimiento
Karina Gidi abre ventanas creativas
La actriz está convencida de que el cambio del país está en las nuevas generaciones
La veremos también en la cinta dirigida por Carlos Bolado –protagonizada por Chema Yazpik– que refresca la memoria nacional en referencia al asesinato de Luis Donaldo Colosio. “Tendemos a ser un pueblo cretino y olvidadizo”, señala la actriz en entrevista.
Gidi fue nominada al Ariel por la película Abel, dirigida por Diego Luna. Ha sido reconocida por la crítica, por el público y por sus compañeros. En palabras de Ximena Ayala, la Gidi es de las mejores actrices que tiene este país. Su trabajo en la pantalla grande lo demuestra así como la profundidad y luminosidad que logra en su desempeño teatral. La forma en la que Karina ayuda a contar la historia de otros es apabullante.
Esta veracruzana ha participado en puestas en escena como Dolores o la felicidad, Mi joven corazón idiota, Usted no está aquí y Fresas en invierno, y el día de ayer dio función de La pequeña habitación al final de la escalera, de Carole Frechétte, dirigida por Mauricio García Lozano, que realiza temporada en el Teatro El Granero del D.F.
Anteriormente interpretó a Nawal en Incendios, del libanés Wajdi Mouwahad. Una puesta en escena memorable por la profundidad de los personajes, la poética de la palabra y la complejidad emocional. “Me ha retado a nivel actoral, como ninguna otra obra”, señala Gidi.
Incendios mostró a una sociedad –que noche a noche abarrotaba el Foro Shakespeare en la colonia Condesa– “desasosegada”, “triste”, “cansada” sin embargo, portadora de una belleza memoriosa se clavó en el corazón de sus espectadores, porque también “estamos ávidos de algo que se parezca en algún momento a algo esperanzador”, destacó la actriz.
Como espectador, Incendios, al desarrollarse en una tierra lejana como lo es Medio Oriente, permitía al mexicano acercarse emocionalmente a un trabajo que nos hablaba de nosotros mismos. Karina lo señala como si parafraseara campos de dolor y campos de flores: “Aprende para que salgas de la miseria”, decía la abuela de la obra. “Hay muchísima belleza”, destaca Gidi, “la relación de amistad que establece Nawal, la búsqueda de su hijo, la promesa de su amor son los pilares que la sostienen”.
— Y a ti ¿qué te sostiene?
— El arte y mis hijas, ellas son mis maestras.
— Esto es una dicotomía ¿cómo mirar a tus hijas en este país?
— Mira, de cara a las elecciones pienso en el mundo que les dejo a mis hijas y en las hijas que yo le dejo al mundo (…) Cómo empiezas a mejorar el mundo. Primero en educar bien a mis hijas, que sean capaces de tener relaciones sanas con el mundo que las rodea, que sepan pedir, que sepan lograr, que sepan trabajar y divertirse.
— ¿Por qué contar historias?
— El teatro hace cuentos y abre ventanas hacia el interior de uno. Creo que es un bien social. Te ayuda a conocerte. Ayuda a entender las relaciones (…) Ahora mismo me gusta trabajar en mis personajes, en esa zona en la que no se comprende, donde el propio personaje se pregunta ¿por qué hiciste eso? Creo que siempre me había interesado esta búsqueda intuitiva.
— ¿Y el cine?
— Tengo suerte de poder hacer proyectos que me interesan.
— El Patio de tu casa es México, ¿cómo está ese Patio?
— Inquieto. Lastimado. Desconfiado. Expectativo. Está deseando un
preescolar tomar las riendas. Pero también hay pequeñas manifestaciones para hacer algo. Veo una sociedad que está cansada de quejarse.
— ¿Quién sí para la silla presidencial?
— Uy… yo no voy a anular mi voto. No voy a votar por Peña Nieto y tampoco voy a votar por el PAN. Yo tenía confianza en López Obrador, pero ahora lo observo… A muchos nos pasó, ¿sabes qué creo? Que lo volvimos a él receptor de la decepción. A mí me decepcionó que ganara Calderón. Bueno, creo que por descalificación López Obrador. Dos sexenios del PAN es un periodo razonable para haber logrado algo, aunque sea (…).
— Vives en el Distrito Federal y allá ha gobernado la izquierda.
— Ha gobernado el D.F. increíble.
— Si tuvieras que armar una campaña de alfabetización exprés ¿qué nos pondrías a hacer?
— ¿Cuántos libros leemos al año?, tres libros. Haría un club de lecturas, pensé inmediatamente en Sofía mi hija que tiene nueve años y la pondría a ayudarme a armar un club de lectura. Hay que empoderar a los niños para que nos enseñen todo lo que tienen que enseñarnos.
— Bueno y ahora buscas un personaje frívolo.
— Agradezco muchísimo al público que abre su pecho y su corazón para recibir lo que hago. Tengo un espíritu inquieto y quiero hacer teatro con música, sin duda quiero hacerme una comedia. Es importante cambiar, como actriz, salir de la tristeza.
— Cambiar de espíritu…
— Sí, cambiar de espíritu.
Dolores Tapia
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