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''Justin Bieber: Never say never’’
El próximo 25 de marzo llega la película “Justin Bieber: Never say never” que narra la vida del cantante.
Justin Drew Bieber es un cantante de pop canadiense. En 2009 fue lanzado su sencillo "One time", que se posicionó en el Top 30 en más de diez países.
Sin embargo, el joven es el primer artista en toda la historia del Billboard Hot 100 en tener cuatro sencillos de un álbum debut en el Top 40 antes del lanzamiento del mismo. Su primer disco de estudio completo, "My world 2.0", fue precedido por el éxito internacional "Baby".
El largometraje, dirigido por Jon M. Chu, de aproximadamente dos horas de duración, revela paso a paso el crecimiento personal y profesional del chico canadiense, quien desde los cinco años sorprendió por su talento músico-vocal.
Se trata de un retrato biográfico que muestra a Justin 10 días antes del magno concierto que enloqueció en fecha reciente a miles de seguidores en el Madison Square Garden.
A través de diversos "flashbacks", M. Chu narra el sueño de este chico canadiense que hoy tiene al mundo de la música a sus pies, para ello, el cineasta se vale de diversos videos caseros en los que muestra cómo fue la vida de este joven al lado de su madre, quien se separó de su pareja cuando él tenía apenas 10 días de nacido.
En el filme se subraya que fueron sus abuelos, ante la ausencia de la figura paterna, quienes guiaron los pasos de Justin. A cuadro, la madre, los abuelos, los profesores de la primaria, los entrenadores deportivos, sus amigos cercanos y los vecinos del chico dan sus testimonios.
Un factor para que Justin desarrollara su creatividad y talento fueron los vecinos, unos jóvenes que con su banda permitieron que el pequeño diera rienda suelta a sus inquietudes musicales.
Para que alguien se dé una idea, "Justin Bieber: Never say never" es el documental en 3D que se ha colocado en la tercera posición en la lista de filmes del género de mayor recaudación de todos los tiempos, con 64 millones 162 mil 36 dólares en la taquilla cinematográfica.
En "Justin Bieber: Never say never", una producción de 13 millones de presupuesto, se reconstruye este sueño con las aportaciones familiares de los videos, gracias a los que fue descubierto en la red. Cabe señalar, que fue una amiga de la familia la que le dio a la madre del chico la idea de subirlos a Internet.
Poco a poco la distribución mediante la "web" y las redes sociales constituyeron la mejor promoción para el joven artista, a menos de un año y medio de haber lanzado su primera producción discográfica de la que ha logrado vender un millón y medio de copias.
Fue gracias a todo ese proceso que un cazador de talento arriesgó su prestigio y su dinero para lanzar profesionalmente al chico, tras descubrir unos videos caseros subidos a la red en los que se veía al niño, con apenas 12 años, cantando en su habitación un "cover" de Chris Brown y en un concurso de música local.
De acuerdo con información electrónica, Internet es el mejor medio para promocionar la carrera de Justin, ya que tan sólo en su cuenta de Twitter tiene más de siete millones de seguidores, sólo superado por la cantante Lady Gaga, y por la estadounidense Britney Spears.
Poco a poco la tenacidad de su descubridor, con el apoyo de mucha gente, entre ella Usher, lograron que el mundo volteara a ver a un chico que jamás se dio por vencido, entre éste a casas discográficas que lo rechazaron una y otra vez porque en sus planes no estaba difundir la música de niños para niños.
Mediante el documental se muestra a un jovencito lleno de ilusiones, acompañado de su madre, mudarse de Toronto a Atlanta, Estados Unidos, en busca del "sueño americano".
Prácticamente desde cero, Justin buscaba el reconocimiento con sus canciones, algunas veces ante 40 personas escuchándolo bajo un torrencial aguacero. Meses más tarde fueron 200, luego mil 500 hasta llegar a miles, lo que provocó la intervención de la policía y bomberos y hasta que cancelaran conciertos para evitar una tragedia mayor.
La obsesión y el deseo de triunfo le permitieron a Justin alcanzar el éxito, sin importarle muchas de las veces cantar con un pie enyesado, con la garganta cerrada y cancelar conciertos por prescripción médica.
En el filme se puede apreciar la llegada a la cúspide del chico, una gira de 86 conciertos que lo ha llevado por el mundo. Sus fans son ciento por ciento niñas y jovencitas que mueren por él y están dispuestas a pedirle matrimonio, quieren también ser parte de esa fantasía en la vida de Justin.
El documental refleja al Justin Bieber más cotidiano, un adolescente que cumplirá 17 años en pocas semanas y que, aunque mantiene algunos amigos de la escuela, con quienes más se relaciona durante las largas giras son con los músicos, técnicos y el resto de personal que viaja con él, sobre todo un negro corpulento, su guardaespaldas, a quien este último llama "mi sobrino Justin".
Su entorno parece estar rodeado de felicidad y satisfacciones, los descalabros quedaron atrás. A su alrededor permea la camaradería y un continuo buen humor, su roce constante con las grandes figuras de la música actual.
Sin embargo, esa nueva vida es también una jaula de oro de la que en ocasiones quiere escapar, pues anhela tener una vida común como cuando era un "desconocido" en su pueblo natal, pero los adultos que hoy lo rodean le abren los ojos con verdad: "Justin, este es ahora tu mundo y te debes de acostumbrar a vivir en él".
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